Crece malestar por actitud del MinAgricultura sobre Ciclo de Vacunación

Muchas de las personas que por más de 10, 15 y hasta 20 años llevan realizando las labores que le permitieron a Colombia conseguir el estatus como país libre de aftosa consideran que desde la cartera se están adjudicando créditos que no le corresponden.   El trabajo de campo, por las difíciles vías de acceso que hay en nuestra geografía, los viajes en lancha, la gestión de la difusión, son algunas de las labores del Ciclo por las que en palabras de personas vinculadas a la actividad “el Ministerio se viene ganando avemarías con indulgencias ajenas”.   Y es que luego de que el Ministerio de Agricultura decidiera sustituir a la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y entregar la responsabilidad a los Comités de Ganaderos locales han sido varios los inconvenientes, que incluso tienen a muchos productores con el temor de que se pueda presentar un eventual brote de aftosa. (Lea: Ciclo de Vacunación comienza en medio de dudas y desorganización)   Sin embargo, los que más molestos se encuentran son los funcionarios que por muchos años han sido parte activa de las tareas del Ciclo de Vacunación y que en este oportunidad han tenido que ver la injerencia del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, de Unaga y del mismo Ministerio de Agricultura.   Consideran que dichas entidades están haciendo una labor que no les corresponde, ganándose el crédito por algo que desconocen y en muchas oportunidades entorpeciendo el desarrollo del trabajo.   Una fuente cercana a CONtexto ganadero aseguró que funcionarios del ICA han llegado a diferentes regiones a pedirles fotos de lo que se hacía en los hatos para poderlas mostrar después.   “No son el Ministerio, ni el ICA, ni sus funcionarios los que están vacunando. Somos los empleados del Fondo Nacional del Ganado los que estamos cumpliéndole al país, como lo hemos hecho por años, con profesionalismo y seriedad; esto no es de venir y quedar lindos en las fotos”, aseguró.   Otra persona, que también prefirió la reserva de su nombre, lamentó que se esté utilizando el Ciclo para hacer lo que calificó como publicidad.   En su opinión, la indumentaria repartida no debería tener alusión alguna a entidades como Vecol, Finagro y el mismo Ministerio, “pues finalmente, los recursos de este tipo de actividades salen de nosotros mismos y lo que aportamos para la parafiscalidad”   Alguien más fue más allá y dijo que “no es justo que nosotros que hemos construido esto durante tantos años y lo tenemos así de pulido, ahora veamos como alguien llega a vanagloriarse ya con la cena servida” (Lea: Rol de Unaga en Ciclo de Vacunación genera preocupación y molestias)   Otro de los profesionales que lleva muchos años como parte del equipo que con su esfuerzo llega a lugares recónditos de Colombia y vacuna un número importante de bovinos se quejó de la excesiva publicidad que se están dando entidades que operativamente nada tienen que ver con la gestión.   “No es justo que no se reconozca la labor que hacemos y que sean otros los que aprovechen para sacar pecho y pescar en río revuelto. Eso es ganarse las avemarías con indulgencias ajenas”, sostuvo.   Coincidieron varios de los entrevistados por CONtexto ganadero en el hecho de que en no pocos lugares hay más supervisores que ganado, lo que incomoda al productor y despierta malestar entre quien está allí realmente trabajando.   “Me ha tocado ver sitios en los que llegan a haber hasta 3 funcionarios del ICA y uno de Unaga, eso estresa a los animales y a quienes debemos explicarles a los ganaderos el papel de ellos”, lamentó alguien que lleva inoculando bovinos por más de 10 años.   Sobre las diferentes publicaciones y comunicados que se han venido emitiendo para dar parte de cómo transcurre el Ciclo, otro trabajador que se mueve por una región en la que la situación de orden público es difícil atinó a decir que “supervisar es muy fácil”. (Lea: Vacunación comenzó tarde en La Guajira por falta de biológico)   “Supervisar es la parte sencilla de este trabajo, posar para la foto mucho más, pero mojarse, asolearse, exponerse a los riesgos del oficio y meter a los ganaderos en el cuento sí que es difícil”, agregó.   De igual manera, se tiene la sensación de que a pesar de los ingentes esfuerzos lo que se transmite es una gran improvisación, se dan muestras de la falta de coordinación y se teme que se pierda la confianza que tanto tiempo tardó en construirse con las 450 mil familias que se dedican a la ganadería en el país.   Al final, la sensación es de amargura y de impotencia. Muchos destacan el papel de entidades ajenas al Ciclo, pero, y es importante que el país lo sepa, son los mismos vacunadores del Fondo Nacional del Ganado lo que siguen trabajando con el profesionalismo de siempre para que Colombia conserve su estatus sanitario.