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Ganaderos viven con costos por el cielo y precios por el suelo

Melanny Orozco 17 de Marzo 2025
Sequía en la GuajiraFoto: rcnradio.comA pesar del aumento en los costos de producción, los precios de la leche y la carne se mantienen bajos.

Productores del sur de La Guajira enfrentan uno de los momentos más difíciles en los últimos años: no tienen forraje por cuenta del verano extremo, precios de insumos están por las nubes y pagos por leche y carne no compensan el esfuerzo.


El verano en La Guajira siempre ha sido un desafío para los productores, pero esta vez la situación es insostenible. Sin lluvias, los pastos han desaparecido, obligando a los ganaderos a comprar suplementos costosos para evitar que su ganado muera de hambre. Sin embargo, con precios como los actuales, pocos pueden darse ese lujo. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos en Baja Guajira se sienten desamparados por el Gobierno)

José Aníbal Díaz Duarte, representando legal de la Asociación de Ganaderos de El Molino, describió el panorama con preocupación: “los pequeños ganaderos estamos en una situación desesperante. Un rollo de heno cuesta entre 80 y 90 mil pesos, y la tonelada de silo de maíz ronda los 450.000 pesos. Un ganadero con 30 o 40 vacas no puede costearlo. La leche que antes producían nuestras vacas ha bajado drásticamente; si antes daban 7 litros, ahora apenas llegan a 2. No hay forma de que esto sea sostenible”.

El mercado tampoco da tregua. A pesar del aumento en los costos de producción, los precios de la leche y la carne se mantienen bajos.

En El Molino, el litro de leche se paga a $1.500, una cifra que no ha cambiado en años. Mientras tanto, el precio del kilogramo de ganado en pie ronda los $6.000, insuficiente para cubrir los costos de alimentación y mantenimiento de los semovientes.

Luis Guillermo Acosta, presidente del Comité de Ganaderos de Villanueva, señaló la falta de apoyo gubernamental: “la situación en Villanueva y todo el sur de La Guajira es crítica. Le pedimos ayuda a la alcaldesa y lo único que hizo fue solicitar asistencia al Ministerio de Agricultura. Pero eso no resuelve el problema inmediato, la comida del ganado es demasiado cara y no todos tienen cómo comprarla”.


Sin apoyo gubernamental


El abandono por parte de las instituciones es otro facto que agrava la crisis. Según Díaz Duarte, en el paso el gobierno nacional ofrecía algún alivio, pero hoy las ayudas son inexistentes. En sus palabras, “antes, en veranos fuertes como este, el gobierno nos apoyaba con suplementos alimenticios como maíz. Pero llevamos años sin recibir nada. Ni el Gobierno nacional, ni el departamental, ni el municipal nos han brindado incentivos para prepararnos ante estas sequías”.

Además, la falta de organización dentro del gremio ganadero juega en su contra. En El Molino no existe una asociación local, lo que impide que los productores puedan gestionar ayudas de manera directa.

Díaz Duarte lamentó la situación, asegurando que “dependemos de asociaciones de otros municipios, y cuando llega algún apoyo, solo nos dan un cupo reducido que no alcanza para todos”.


Las peticiones


Los ganaderos proponen medidas urgentes para mitigar la crisis. Entre ellas, subsidios para la compra de alimentos, incentivos para mejorar las pasturas y apoyo en la creación de sistemas de almacenamiento de agua.

“Si las autoridades no actúan con rapidez, muchas fincas podrían desaparecer, dejando cientos de familias sin su principal fuente de ingresos y debilitando aún más la economía de la región”, comentó Díaz Duarte. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo entender el verano actual: períodos secos más prolongados)

La crisis no solo ha golpeado la producción, sino que también ha generado una nueva preocupación por el aumento de animales abandonados en las vías. Acosta advirtió que “hay muchos bovinos sueltos en las carreteras, y han muerto muchos porque nadie esperaba un verano tan largo e intenso”.


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