Aprenda sobre lesiones plantares o solares en bovinos

Conozca las lesiones plantares, palmares o solares que pueden presentar sus bovinos, como el callo plantar o los diferentes tipos de pododermatitis. Aprenda a reconocer estas lesiones con las características que le presentamos a continuación.

Según Óscar R. Perusia, profesor en Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional del Litoral (Argentina), aquí le presentamos un resumen de las lesiones plantares en bovinos, comenzando por contusiones, heridas o cuerpos extraños en la suela.

Contusiones, heridas plantares y cuerpos extraños en la suela

Los cuerpos extraños, las contusiones y heridas plantares, dependiendo de su profundidad van a producir dolor. La zona más vulnerable de la suela corresponde a la línea blanca, de manera que el profesional debe revisar esta región anatómica para verificar estos problemas.

Hemorragia palmar

La presencia de hematomas en la suela se debe a la rotura de los vasos laminares, y por lo general son consecuencia de una laminitis subclínica antigua o por traumatismos solares externos. Pueden ser el origen de un pododermatitis séptica difusa o una úlcera plantar.

Sobrecrecimiento plantar (callo plantar)

Las lesiones solares muy crónicas además de sobreestimular el crecimiento de la suela, por el dolor que produce, impide que apoye correctamente y evita su desgaste. Esta alteración también aparece en otros procesos crónicos en los que hay crecimiento exagerado.

El callo plantar se presenta como una protuberancia córnea en la suela que actúa como un “cuerpo extraño” aumentado aún más el dolor de la lesión original. (Lea: Los tratamientos quirúrgicos de las lesiones podales en bovinos)

Pododermatitis aséptica difusa (laminitis)

La laminitis es una inflamación difusa y progresiva del corion de la pezuña, que puede ser de presentación aguda, subaguda o crónica. La forma subclínica lleva a hemorragias y úlceras plantares, pododermatitis sépticas difusas y circunscritas, grietas y fisuras, entre otras.

Las etiologías más frecuente de la laminitis son las alcalosis o acidosis ruminales. Por la acidosis se produce la muerte de las bacterias gramnegativas que liberan endotoxinas. Estas también pueden provenir de infecciones uterinas o de ubres, aunque es menos frecuente.

La laminitis aguda es muy dolorosa, haciendo que el animal adopte posturas para disminuir el peso en los miembros afectados. En un período de 8-10 meses las pezuñas van adquiriendo la forma de “zapatos chinos” y posiblemente se desprenderán.

Pododermatitis séptica difusa

También conocida como absceso plantar o doble suela, se trata de una inflamación difusa y séptica del corion de la pezuña, con diferentes extensiones anatómicas. (Lea: Aspectos de bienestar animal para cuidar las patas del bovino y evitar lesiones podales)

Su etiología es la complicación séptica de una laminitis o la penetración de bacterias debido a una herida de la suela o la muralla, o también al reblandecimiento de algún sector de la línea blanca. Produce diferentes grados de claudicación según la extensión de la lesión.

Pododermatitis circunscrita (úlcera plantar típica)

También llamada úlcera de Rusterholf, la úlcera plantar típica es una lesión frecuente del pie bovino. Se trata de una úlcera de 1-2 cm de diámetro que por lo general contiene corion necrosado o tejido de granulación, y si es muy antigua suele estar cubierta por un callo plantar.

Se ubica en la parte posterior y medial de la suela, casi siempre asentada en el dedo lateral posterior. La causa del asentamiento se debe a la distribución del peso corporal del bovino durante la marcha. (Lea: Conozca causas y tipos de lesiones en los talones de los bovinos)

Esta diferencia constante de distintos pesos sobre el dedo lateral es la causa de que existan sobre él, mayor cantidad de patologías podales. Esto es que el crecimiento con falta de desgaste de la pezuña siempre se produce hacia adelante y afuera.

Esta deformación de la pezuña desplaza el punto de apoyo de la segunda falange sobre la tercera, lo que provoca mayor presión de la tercera falange sobre el corion plantar. Esta mayor presión es agravada por pisos duros y si es continua va a provocar necrosis del corion.