“No podemos esperar un apagón, la palma es energía pura”, Fedepalma

En diálogo con CONtexto ganadero, el presidente del gremio palmicultor, Jens Mesa Dishington, dijo que en materia energética el país es “petróleo-dependiente”, por lo que es necesario apuntarle a una diversificación.   En medio de las discusiones que se han generado en el país sobre un eventual racionamiento de energía, el aumento en el costo de las tarifas y el aumento en el precio del petróleo, Jens Mesa Dishington, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, dijo en diálogo con CONtexto ganadero que el sector palmero puede responder a esas necesidades, pero que para ello se necesita un mayor respaldo.   De igual manera, resaltó que es necesario que Colombia deje de ser tan dependiente de las energías tradicionales.   En la actualidad, el sector palmero cuenta con 500 mil hectáreas sembradas, las cuales se han obtenido en un proceso de más de 50 años, en 128 municipios de 19 departamentos. “Es conveniente que la agroindustria se enfoque en consolidarse, en intensificarse, más que en seguir creciendo”, aseguró el presidente del gremio. (Lea: Sector biocombustibles crecerá si Gobierno cumple compromisos)   Según el dirigente, una de las razones por las cuales el Gobierno nacional y las empresas públicas y privadas no han visto en la palma la solución a la escasez de combustibles y de energía eléctrica es por la “petróleo – dependencia”.   “El país también es dependiente de la energía hidráulica y eso es lo único que les cabe en la cabeza a estas personas a cargo de entidades públicas; pero el mundo lo que nos muestra es la diversificación y allá debemos llegar si queremos minimizar riesgos. En algunos gobiernos, Colombia ha tenido estrategias en el uso de varias materias energéticas y por eso nació el programa de biocombustibles, el cual consiste en usar el aceite de etanol, proveniente de la caña y la palma”, añadió Mesa.   En ese sentido, Colombia produce en promedio, al año, 500 mil toneladas de aceite de palma crudo y otras 500 mil en biodiésel. Sin embargo, según el Conpes 3510, para este año a nivel nacional cada medio transporte que use diésel debería tener en su mezcla de combustible el 15 % del biocomponente y actualmente solo se usa el 9,2 %.   “El programa, que da las políticas para que las ejecute el Gobierno, no ha dado los espacios para que la mezcla se aumente, especialmente si trabajamos en la duplicación de esas 500 mil toneladas producidas”, afirmó el directivo de la Federación. (Lea: Fedepalma espera políticas claras del Gobierno para impulsar sector)   En cuanto a la generación de energía eléctrica, Mesa Dishington aseguró que a partir de la producción de la biomasa se puede responder a las necesidades energéticas con 340 mega vatios, los cuales alcanzarían para menos de 8.000 habitantes, si cada uno de estos consumiera 43 kilovatios al mes.   “Eso es lo que se usa en la represa de Urrá, por eso celebramos la aprobación de la Ley 1715 de las energías renovables, la cual está en proceso de reglamentación y confiamos en que el documento potencializará el uso de las mismas. Colombia necesita esa energía, diversificarse, no podemos esperar un apagón para preocuparnos (…) la palma es energía pura, que sirve para los alimentos, los combustibles y además es limpia y renovable”, enfatizó el dirigente.   Por último, el presidente de Fedepalma aseguró que en la actualidad se lleva a cabo un estudio por parte del Departamento de Planeación Nacional, DNP, con el fin de evaluar el Conpes de Biocombustibles, para que se analicen los costos y los beneficios de dicho programa.   Para el dirigente, la gran fortaleza de este programa está es en lo social y en lo ambiental, algo que muchas personas en el Gobierno no entienden y todo lo resumen en el tema del precio directo.   "Resulta que el petróleo contamina y yo pregunto ¿quién paga esa cuenta?, son externalidades negativas que se expresan en cambio climático, gases de efecto invernadero. Hay que recordar que el biodiésel de palma reduce, de acuerdo a estudios por un laboratorio de Suiza, las emisiones de gases de efecto invernadero frente al diésel de petróleo, estamos hablando entre 83 % y 112 %. Si nosotros valorizamos el empleo rural, el desarrollo económico en zonas donde el Gobierno no tiene presencia activa, eso representa mucho más que el sobrecosto que puede tener el biodiésel. ¿Cuál será la estrategia para reducir en 20 % los gases efecto invernadero?”, cuestionó. (Lea: Colombia tiene con qué mitigar efectos del cambio climático)