Vacunación de bovinos en Casanare se ha visto afectada por el invierno

En el proyecto local de Paz de Ariporo, los ganaderos reportaron que las intensas lluvias han impedido el desarrollo normal de la campaña, que arrancó a finales de octubre. Vacunadores y productores deben lidiar con predios inundados y vías deterioradas.   Angie Jurani Barahona, gerente del Comité de Ganaderos de Paz de Ariporo, contó que se han presentado emergencias por cuenta de las intensas lluvias que han perjudicado el desarrollo normal de la actividad pecuaria.   “El invierno está fuerte, sobre todo en la zona inundable, lo que es sabana, porque si llueve 2 días, todo queda inundado. Lo que nos dicen los vacunadores es que el trabajo está muy lento”, señaló. (Lea: Graves denuncias del antiguo programador de ciclo en Valle del Cauca)   En efecto, debido a las fuertes precipitaciones, los trabajadores no han podido desplazarse hasta las fincas que estaban programadas para aplicar el biológico, alterando el cronograma que se había dispuesto para el II ciclo de vacunación contra fiebre aftosa de 2017.   Según Barahona, estos funcionarios han tenido inconvenientes para movilizarse por las vías terciarias, que se han deteriorado por la llegada del invierno y están cubiertas de barro, impidiendo el paso de los vehículos.   “Unos andan en moto y a otros les toca a caballo, pero otras partes no hay forma de pasar, como cuando tienen que atravesar quebradas que están muy crecidas”, explicó la dirigente gremial. (Lea: Denuncian irregularidades en el II ciclo de vacunación en Boyacá)   La ganadera precisó que los sectores más inundados son Varsovia, Los Morichales, El Desierto y La Hermosa. En algunos casos, la única forma de acceso a estas zonas es por medio de un tractor, porque un vehículo pequeño ya no puede entrar.     De igual manera, algunos productores han podido trasladar a sus bovinos hacia los terrenos más altos y alejados de la humedad, mientras que otros se han abstenido de vacunar a sus animales mientras que sus potreros se secan, pues con el lodo y el exceso de agua han llegado parásitos y enfermedades que perjudican el estado sanitario de sus hatos.   “Hay ganaderos que protestan porque la vacunación se hace en esta época, cuando los corrales están vueltos nada y hay mucha caída de becerros”, indicó la gerente del comité. (Lea: Segundo ciclo de vacunación de 2017 inicia con dudas y traumatismos)   En todo caso, Barahona aclaró que todavía no han determinado suspender el proceso, pues están a la espera de que las aguas bajen en lo que resta del mes para tratar de recuperar el tiempo perdido.   “Ahora que llegamos a mitad de noviembre, tenemos la esperanza de que entre el verano, como ocurre normalmente para esta época. Por el momento, todavía tenemos lluvias”, expresó.