Inundado y muerto de sed, el país se divide por cuenta del clima

Mientras en La Guajira desde hace 8 meses no ven caer una gota de agua y en Magdalena pidieron declarar el estado de emergencia económica por cuenta del verano; en Putumayo ya completan más de 3 semanas soportando un fuerte invierno, que ha ocasionado inundaciones y derrumbes.

¿El clima está loco? Esa es la pregunta que nos podríamos hacer los colombianos por los contrastes climáticos que se viven en el territorio nacional. El ejemplo claro lo están viviendo en el Caribe. Allí, desde hace varios meses no se presentan precipitaciones y las explotaciones agrícolas y pecuarias viven una delicada situación. (Lea: Emergencia alimentaria en Atlántico y Magdalena)

Estas extremas condiciones llevaron a los productores del Magdalena a pedir que se declare la calamidad pública y emergencia económica en el departamento, por cuenta de la sequía y la llegada del Fenómeno de El Niño. La petición fue apoyada durante una reunión del Consejo Seccional Agropecuario, Consea, en el que se realizará un documento para presentarle al gobernador Luis Miguel Cotes las principales dificultades del sector en cada municipio de la zona.

La Guajira ya completa 8 meses sin ver caer una sola gota de agua, situación que colmó la paciencia de los ganaderos, arroceros y palmeros de la región, quienes esperan que haya soluciones a la crisis, de lo contrario saldrán a paro en los próximos días. (Lea: Productores de La Guajira se reunirán con MinAgricultura)

Ante estas dificultades, el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, en el marco del evento del Diamante Agropecuario Caribe y Santanderes, que se llevó a cabo en la ciudad de Montería el pasado viernes, anunció una partida de $4.000 millones para apoyar al sector pecuario afectado por el prolongado verano.

“Tenemos conocimiento que hay municipios en los cuales hace 8 meses no ha llovido, en donde debemos aplicar más medidas, pero primero necesitamos hacer un análisis que nos permita ser asertivos en las decisiones que tomemos”, manifestó el funcionario. (Lea: $4.000 millones para apoyar a ganaderos afectados por sequía)

Lizarralde indicó que por esta situación climática, se debe pensar en los cultivos y cómo emprender acciones para que no se vean tan afectados, “sin agua, no hay agricultura”, recalcó.

La otra cara de la moneda climática

En la Orinoquía y la región amazónica el invierno ha inundado predios, derribado puentes y ocasionando graves derrumbes, perjudicando a quienes habitan en estas 2 regiones. (Lea: Ganadero: aprenda a enfrentar el verano y el invierno)

Los casos más dramáticos se han presentado en las zonas más apartadas como son Guaviare, Caquetá y Putumayo. En el caso de las 2 primeras, las vías colapsaron totalmente ante la intensidad de las lluvias, afectando la movilidad al interior de los departamentos, lo cual ha sido usado como pretexto por los transportadores para no prestar el servicio intermunicipal, perjudicando a los habitantes de municipios como San Vicente del Caguán o El Doncello.

Mientras que en Putumayo, los ganaderos desean que el Ministerio de Agricultura les permita conseguir suministros alimenticios tales como sales mineralizadas y melazas, con el propósito de suplementar al ganado de la población, ya que las pasturas están inundadas. (Lea: Crisis vial: Calamar completa 2 meses incomunicado)

“La producción diaria acá es de 2.500 litros de leche, la cual es comercializada en el casco urbano y es suficiente para atender la necesidad del consumo local. Sin embargo, no se ha podido ordeñar porque los corrales se han deteriorado muy rápido y están encharcados. La gente está muy preocupada”, dijo Sánchez, quien agregó que más de 20 mil bovinos están en riesgo por el invierno, siendo los terneros los más afectados, debido a que el exceso de agua les genera calambres. (Lea: Putumayo solicita permiso para comprar alimento bovino en Ecuador)

Agua en exceso en algunos lugares y su ausencia total en otros es el panorama que enfrenta el país, que además se encuentra en alerta por el aviso del Ideam acerca de la inminente llegada de El Niño.