Ganaderos venden animales ante clima incierto y precios bajos

Los ganaderos del Cesar se encuentran enfrentando una situación compleja debido a la combinación de factores climáticos inciertos y el comportamiento fluctuante de los mercados. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos no saben qué hacer ante el cambio del clima constante)

El principal detonante de esta incertidumbre es el fenómeno de La Niña, el cual ha sido pronosticado con alta intensidad por el IDEAM. Sin embargo, la realidad climática ha sido diferente a lo esperado, generando una situación atípica que está afectando tanto la colocación de animales en el mercado como la comercialización de la leche, como lo explica Eudes Antonio Garzón, médico veterinario zootecnista y profesional de Fedegán – FNG en la Región de La Guajira y el Cesar.

Históricamente, el fenómeno de La Niña ha provocado inundaciones y sobreoferta de forraje, lo que, en años anteriores, ha beneficiado a algunas explotaciones ganaderas. No obstante, el panorama de 2024 está resultando incierto, ya que las lluvias pronosticadas no se han presentado con la intensidad acostumbrada. Este escenario ha dejado a los ganaderos en una situación de desconcierto, ya que no están seguros de cómo será la evolución del clima en los próximos meses.

Tradicionalmente, el mes de noviembre es cuando los ganaderos de esta región, previniendo la llegada del verano, deciden vender sus animales para aliviar la carga en las fincas. Sin embargo, en este año, el fenómeno de La Niña no ha mostrado su verdadero rostro, y la incertidumbre ha adelantado el proceso de venta de animales, que normalmente ocurre entre el 15 y el 30 de noviembre, a los primeros días de octubre.

De acuerdo con Garzón, la lógica detrás de esta estrategia es sencilla, los ganaderos prefieren reducir la cantidad de animales en sus fincas antes de que llegue el verano prolongado, lo cual podría ser devastador si no se cuenta con suficiente forraje o agua.

Como consecuencia de esta anticipación en la venta de animales, los precios en el mercado están sufriendo una tendencia a la baja. En años anteriores, se observa que el pico de oferta de ganado a la venta ocurre hacia finales de noviembre, momento en que los precios tienden a bajar debido a la sobreoferta.

Sin embargo, el hecho de que la venta masiva de animales se esté adelantando ha exacerbado la caída en los precios. Al haber más animales en oferta en un momento en el que aún no se han experimentado las condiciones climáticas extremas del verano, los compradores están en una posición ventajosa para negociar precios más bajos, como señala Garzón.

La perspectiva de un verano intenso, sumada a la incertidumbre de cuándo y cómo se manifestará el fenómeno de La Niña, ha llevado a los ganaderos a optar por una postura defensiva, descargando las fincas de manera temprana.

Situación en la comercialización de leche

Por otro lado, la comercialización de la leche no ofrece un panorama alentador, expone Garzón. Los precios de compra de la leche al productor han venido experimentando reducciones constantes a lo largo del año, lo que ha generado una situación crítica para muchos ganaderos lecheros.

Para los productores lecheros, estas reducciones de precio tienen un impacto significativo en sus finanzas. Al no poder comercializar la leche a precios que cubran los costos de producción, los ganaderos se ven obligados a reducir sus inversiones en la mejora de potreros, infraestructura y bienestar del ganado, lo que a largo plazo, puede afectar la productividad y sostenibilidad de sus empresas ganaderas.

(Lea en CONtexto ganadero: Pago del litro de leche en Colombia: 10 meses en caída y contando)