Este es el balance de la ganadería del Eje Cafetero en 2016

Aunque esta región del país no sufrió tanto como las otras por el fenómeno de El Niño, los productores tuvieron inconvenientes debido al invierno, el paro camionero, el bajo precio de la leche y la disminución del inventario bovino.   La productividad de los 3 departamentos del Eje Cafetero se vio truncada más que nada por el cambio climático, que afectó más a los ganaderos de leche que los de carne. Esto se vio principalmente con el aumento del precio del ganado durante el verano.   Por el contrario, el negocio de la leche se vio más perjudicado, pues a pesar de que hubo un aumento en el precio a principios del año, la producción disminuyó de forma sustancial, y una vez empezó el invierno, las empresas decidieron reducir el pago del lácteo. (Lea: Recuperación de predios en el Eje Cafetero tardaría varios meses)   Caldas   En enero, Andrés Jaramillo Bernal, presidente ejecutivo del Comité Departamental de Ganaderos de Caldas, señaló que la producción de leche se había reducido en un 25 % por la escasez de agua.   “Obviamente, si falta el líquido vital no hay praderas para el ganado. Hay déficit en oferta de leche y por lo tanto las empresas se ven obligadas a traerla de otras partes o a reconvertirla”, afirmó Jaramillo Bernal.   Las zonas cercanas al Magdalena medio o predios cercanos a la ribera de los ríos fueron más afectados por el fenómeno de El Niño, que generó una disminución de los afluentes. El ciclo volvió a su normalidad en abril y mayo, cuando cayeron fuertes aguaceros que recuperaron las praderas.   Luego regresó el calor entre junio y agosto, y en octubre y noviembre volvieron las aguas. La segunda temporada invernal fue tan intensa que preocupó por las afectaciones que ocurrieron en predios ganaderos a lo largo y ancho del territorio caldense. (Lea: Productores de Caldas reportan serias afectaciones por el invierno)   “El invierno ha arreciado en el último mes, haciendo que en la zona de montaña se afecte la producción de pasto y los cultivos así como el bienestar de los ganados. No es para nada favorable el invierno en esta zona de ladera”, indicó Bernal.   En esta temporada fue cuando se hizo más notoria la disminución en el pago de la leche, pues los productores recibieron con tristeza la rebaja del precio hasta en $40 por cada litro, que no solo aplicó la industria sino también los compradores informales.   En cuanto al negocio de la carne, el tema que más cobró importancia este año fue la incertidumbre que generó la liquidación de Frigoríficos Ganaderos de Colombia, Friogán, por el cierre de una de las plantas que opera en La Dorada.   La incertidumbre de los ganaderos se debió a que este centro es de vital importancia no solo para el departamento sino para todo el Magdalena medio. Así lo hizo saber Roberto Heladio Cortés Marmolejo, presidente de la junta directiva de la Asociación Regional de Ganaderos de Puerto Boyacá, Asoregan, quien se mostró preocupado por el alto nivel de sacrificio clandestino.   “La carne llega de Friogán, pero muchas veces por ahorrarse costos, la gente sacrifica en las fincas o mataderos clandestinos. El cerdo también lo sacrifican en cualquier lado”, contó.   Con el cierre de la planta, los propietarios de ganado temen el aumento del abigeato y el aumento del sacrificio ilegal en toda la región.   Quindío   En este departamento, las afectaciones por el verano y el invierno fueron menores, aunque el impacto de El Niño perjudicó a gran parte de los ganaderos, como Elsa Eugenia Vélez de Valderrama. Solamente con la llegada de las lluvias en abril y septiembre pudieron empezar a ver una mejoría en sus predios.   “La crisis del verano fue muy grave. Apenas vamos a empezar a recuperarnos, porque hasta ahora los pastos están creciendo. No hemos podido poner a los animales a pastorear mientras no hayan crecido totalmente”, señaló la productora.   La escasez de agua fue tan preocupante que desde el Comité de Ganaderos se adelantó una campaña para frenar el desperdicio del líquido vital. Paula Andrea Hernández Zamora, que fungió como directora ejecutiva del Comité de Ganaderos del Quindío durante la época, comentó que el llamado se hizo por el bajo cauce del río Quindío.   El precio de la leche también causa desazón entre los productores del departamento. Hernando Molina, presidente de la Asociación de Productores Agroindustriales, Asoproagro, en el municipio de Filandia, contó que el precio no ha variado mucho en los últimos 10 años.    “A los que tenemos tanque frío, nos pagan a $971. La gente que no tiene acceso a tecnología, está en un promedio de $800-$850. Hace por lo menos 10 años que no varía el precio”, dijo. (Lea: Preocupación en Quindío por escasa presencia del MinAgricultura)   A todo esto se sumó el reclamo de los ganaderos, que denunciaron la baja presencia del Gobierno y el Ministerio de Agricultura, en cabeza de Aurelio Iragorri Valencia. Juan Carlos Nieto, miembro del Comité del Quindío, manifestó que el sector lechero no recibió ninguna ayuda, salvo las entregas de suplementos bovinos que se hicieron a principios de año.   “Entregaron toneladas de silo para pequeños productores, mientras que nosotros no nos beneficiamos, porque debían tener menos de 20 vacas. A los que estábamos por encima, nos sacaron del programa”, señaló.   Por el lado de la carne, hubo alarma porque tras la aplicación del Decreto 1500, que reglamenta las plantas de beneficio animal, solo quedó un frigorífico habilitado para sacrificio en todo Quindío, mientras que otros 3 tuvieron que ser clausurados.   Risaralda   La situación actual de la ganadería también resulta preocupante en Caldas. Durante todo el año, los productores insistieron en que el negocio estaba en riesgo debido al aumento en la venta de vientres, lo que llevaría a una reducción del inventario bovino. (Lea: Escasez de ganado tiene preocupados a productores de Risaralda)   Felipe Buitrago, ganadero del departamento, aseguró que “cuando este departamento nació, tenía un inventario ganadero de aproximadamente 130, 140 mil animales. Y ha ido disminuyendo en el tiempo en estos 50 años*”, manifestó.   Por su parte, Luis Alfonso Escobar, presidente del Comité de Ganaderos del Centro en Pereira, también advirtió que el inventario se estaba reduciendo como consecuencia del fenómeno de El Niño, que obligó a los productores a vender antes de ver morir sus semovientes.   De igual manera, para suplir las necesidades del mercado cárnico, muchos ganaderos optaron por vender sus hembras y enviarlas a sacrificio, provocando la reducción de vientres y, por consiguiente, de crías.   *“Como no había alicientes y el negocio no estaba bueno, no hubo retención de hembras, todas se iban para engorde y luego para matadero. Este fenómeno comenzó hace 2 o 3 años y hasta hoy se está sintiendo”, reveló para CONtexto ganadero en junio de este año.   Además, los altos impuestos están amenazando con acabar las explotaciones ganaderas que rodean a la capital, Pereira, y en general a todo el Eje Cafetero. El aumento del impuesto predial, de los costos de producción y la falta de relevo generacional han hecho que los productores vendan sus fincas para ser convertidas en casas, edificios o condominios.   Los 3 departamentos piden mayor atención en el sector de parte del Gobierno. El presidente del Comité de Ganaderos de Caldas pareció hablar en nombre de todos los ganaderos cuando expresó sus inquietudes frente al rol que asumiría el Ejecutivo para ayudar al campo en un eventual posconflicto.   “Nosotros esperamos que el Gobierno sea consciente de las dificultades del campo y que las condiciones cambian porque si estamos hablando de un posconflicto y una reactivación de la economía del campo, hay que generar condiciones favorables para que ello se dé”, remató.