Cerca de 50 personas salen hoy del Fondo Nacional del Ganado

Este viernes 29 de julio termina el ciclo de otro grupo de personas, que en su gran mayoría dedicaron más de 10 años a construir el sector ganadero. La tristeza es evidente entre los que quedan, saben que su permanencia es cuestión de pocos días.   La escena es la misma que hace un mes cuando se fue el primer grupo de personas: lágrimas, caras de tristeza y la sensación de que el final pudo y debió ser distinto. Cerca de 50 personas, muchas de ellas en diferentes regiones del país, dejan de ser parte del Fondo Nacional del Ganado, FNG, por cuenta de su proceso de liquidación.   Abordarlas es difícil, tratar de pedirles una declaración casi impertinente, pero al final algunas de ellas se animan a hablar con CONtexto ganadero y expresar algunas de las sensaciones que pasan por sus corazones. (Lea: Con salida de más de 100 personas comienza el fin del FNG)   Martín Contreras Pardo * dedicó más de 10 años de su vida al Fondo Nacional del Ganado , entidad a la que dice vio crecer y llegar a convertirse en un referente gremial, nacional e incluso internacional.   “Esto es duro, es muy duro; finalmente fueron muchas horas dedicadas a elaborar programas, hacerles seguimiento, hablar con miles y miles de ganaderos, poner los cimientos de un sector que era importante pero al que le faltaba convencerse de su verdadero potencial”, expresó.   En el mismo sentido se  manifestó Rafael Ortega Constantín *, que lamentó que desarticularan un grupo humano de las calidades del que integraba el Fondo Nacional del Ganado, compuesto por personas que con su esfuerzo y dedicación consiguieron muchos de los grandes logros de la ganadería colombiana.   Aunque fue enfático en afirmar ser consciente de que “nadie es indispensable y mucho menos en una empresa, no por ello duele menos el pensar que hay muchos productores a lo largo y ancho de Colombia que están sufriendo las consecuencias de las decisiones de un Gobierno que se ensañó con el sector, este tiempo perdido no se recuperará y a los únicos que realmente les duele es a ellos”. (Lea: Primer semestre del año deja balance agridulce para la ganadería)   Catherine Oyola Santos * es otra de las personas que fue notificadas sobre la terminación de su contrato. Aunque la incredulidad se apoderó de ella, terminó por aceptar que a partir de agosto su vida tendrá que seguir adelante sin la empresa en la que por años ayudó a  fortalecer el sector.   “Uno cree que a uno no le va a tocar, así sepa que la empresa se encuentra en proceso de liquidación siempre alberga uno en su corazón la esperanza, o el deseo, de que algo pase que evite tener que decir adiós. No se cómo será despertarme el lunes y saber que no debo ir al FNG”, sostuvo.   Añadió que muchos en el departamento en el que se encuentra todavía no entienden qué es lo que ha estado pasando, no saben a qué se debe que los programas se hayan suspendido y que ahora vayan a encontrar menos gente para ayudarles.   Por último, solicitó que no se deje huérfano al ganadero, “no tienen porqué terminar pagando justos por pecadores y en todo este proceso es en quienes menos se ha pensado. Este es el final de un proceso exitoso y una entidad eficiente, no puedo sino pedir que se le busquen soluciones rápidas a esta situación”, afirmó Oyola Santos. (Lea: Crece malestar por actitud del MinAgricultura sobre Ciclo de Vacunación)   Se van cerca de 50 personas, los puestos quedan vacíos y la sensación de tristeza es inevitable. Las despedidas no son fáciles y lo son menos cuando se dan por causas exógenas y ante las cuales no se tiene sino la obligación de cumplir.   En el Fondo Nacional del Ganado quedan casi 200 empleados, que tienen sus horas contadas y trabajan a diario con la incertidumbre de saber la fecha exacta hasta la que prestarán sus servicios, pero con la certeza de la importancia de aquello que hacen, por lo que el profesionalismo, ratifican, seguirá siendo el mismo que desde el primer día.

* Nombres cambiados por solicitud de las fuentes