Fin del conflicto genera zozobra en zonas afectadas por las Farc

A pesar de las muestras de positivismo tras la firma del fin de la guerra, en departamentos en donde históricamente ha habido presencia del grupo guerrillero como Putumayo y Antioquia se ve con recelo lo pactado, pues piden que cesen otras acciones como la extorsión y el narcotráfico.   El mundo volteó sus ojos ayer a La Habana, pues en un acto histórico se firmó el acuerdo sobre el cese al fuego y de hostilidades bilaterales así como la dejación de las armas por parte de la guerrilla de las Farc. Paso que acerca a Colombia en su camino por obtener la paz definitiva y duradera. (Columna: ¿Quiere usted vivir en paz?)   Una vez se conoció el documento y se reveló que el grupo guerrillero estará en 23 zonas veredales y 8 campamentos, en algunas de las regiones en las que históricamente el grupo hizo presencia se generó una fuerte zozobra.   Diego Orozco, productor ganadero ubicado en Putumayo, optó por ser cauto tras la firma del acuerdo de ayer, pues a pesar de que en el departamento históricamente se presentaron sonoros ataques por parte de las Farc y hace unos años se dedicaron a perjudicar la actividad petrolera, el panorama viene cambiando y siendo favorable para la población civil.   Orozco pidió que esas condiciones continúen, pero que mejoren otros aspectos como son la extorsión, actividad que causa mucho daño y desánimo entre los ganaderos, quienes deben soportar otro tipo de dificultades como son el invierno y la carencia de infraestructura, lo que dificulta el progreso de los empresarios del campo. (Lea: 5 “perlas” detrás de los acuerdos de paz, según el procurador)   “Esperamos que las cosas salgan bien, si ellos (Farc) no van a estar más y la guerra va a terminar, pues ojalá no vengan otros grupos porque nos han hablado de otras organizaciones que estarían llegando a la región y eso tiene muy preocupada a la gente que vive en esta zona de Colombia”, manifestó el productor.   En tanto, Alejandro Cadavid, ganadero antioqueño, se mostró reservado frente al fin del conflicto y la dejación de las armas, pues a su juicio lo ocurrido en La Habana no significa que sea la paz definitiva, pues mientras los guerrilleros sigan vinculados con el narcotráfico y esa siga siendo su fuente financiera, seguramente a los territorios van a llegar otros actores armados.   “No soy muy optimista frente a esa firma. Me parece que le bajan el nombre a un grupo armado y se ajustan a unas condiciones que son muy favorables para ellos (las Farc), pero son muy desfavorables en materia de justicia. Obviamente hay esperanza y deseo que se dé el inicio a un cambio así nos toque hacer unos sacrificios grandes”, argumentó. (Lea: Lo que está en discusión es la eficacia de la paz, dice Uribe a Farc)   La paz definitiva se firmaría en Bogotá, una vez se vote el plebiscito en el que se refrendarán los acuerdos pactados en La Habana.