Estas son las oportunidades para la ganadería en el Conpes de reactivación económica

El Departamento Nacional de Planeación (DNP) publicó el borrador del ‘Conpes para la reactivación y el crecimiento sostenible e incluyente’, un documento de política pública con algunos elementos que podrían ser aprovechados por el sector ganadero en Colombia.

De acuerdo con Óscar Cubillos Pedraza, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, varias de las disposiciones consignadas en el documento son útiles para la ganadería para enfrentar la crisis económica ocasionada por la pandemia del coronavirus.

“Cuando esté más detallado el Conpes, habrá más oportunidades de negocio para el crecimiento económico a través de lo que dispongan en la reglamentación de ese Conpes”, indicó. (Lea: Gobierno prioriza trazabilidad en reactivación del Pacto del sector cárnico)

Por ejemplo, una línea de acción del actual documento propone “desarrollar y fortalecer las competencias para la formación para el trabajo y la generación de ingresos diferenciando zonas urbanas y rurales”, para atender los vacíos en formación para trabajar en el campo.

De este modo, se propone trabajar en el diseño e implementación de un programa de formación para el trabajo, así como también se buscar desplegar extensionistas rurales para el fomento de prácticas, hábitos y tecnologías verdes en el campo colombiano.

Además, para mitigar los problemas de desempleo y generar ingresos a la población, se implementarán acciones con énfasis en mujeres y jóvenes en zonas rurales en condiciones de conflicto armado. (Lea: Mujeres rurales, protagonistas de la reactivación económica)

En cuanto a la ganadería, se busca la consolidación de modelos de producción ganadera bovina sostenible y la generación de valor agregado en la cadena productiva con criterios decrecimiento verde. Lo anterior, implicará el desarrollo de acciones integrales orientadas a:

1. Consolidar agendas de investigación, validación y transferencia de tecnologías y su posterior incorporación en los Planes Departamentales de Extensión Agropecuarias (PDEAS).
2. Diseñar líneas de financiamiento específicas para reconversión ganadera ajustadas a las particularidades del ciclo productivo de la cadena productivo.
3. Estructurar protocolos de gestión intersectorial que permitan conciliar la visión ambiental y productiva y la adopción de acuerdos voluntarios con los ganaderos para la recuperación de suelos, uso eficiente del agua, fomento de sistemas agrosilvopastoriles y establecimiento de corredores ecológicos, entre otros.

Una tercera línea de acción está dirigida al fortalecimiento de la extensión e innovación agropecuaria a través de un proyecto tipo para estandarizar la extensión agropecuaria en los municipios que permita acceder a recursos y prestar este servicio en los territorios.

La cuarta línea busca aumentar la inversión en las actividades de mantenimiento y mejoramiento de la red terciaria del país, priorizando corredores estratégicos que permitan mejorar las condiciones de vida, el empleo y la competitividad de los productores rurales.

La idea es gestionar recursos adicionales para invertir en estos corredores, priorizando aquellos corredores con mayor impacto y que incentiven la reactivación económica rural y nacional. (Lea: La contribución nacional de valorización, verdadero atropello a los productores del campo)

Finalmente, el Conpes busca impulsar el crecimiento verde, con proyectos de encadenamiento productivos BIO en las regiones y entre regiones con la vinculación del sector privado, así como las empresas productoras con enfoque regional.

Entre otras propuestas, se dinamizará el empleo rural con la siembra de 180 millones de árboles en una superficie de 301 900 hectáreas, con el fin de restaurar ecosistemas naturales degradados, mediante diferentes tratamientos de restauración activa.

Esto se logrará a través de diferentes fuentes de financiación como recursos de regalías, recursos específicos para la reactivación económica, entidades territoriales y autoridades ambientales, impuesto al carbono, recursos de paz y posconflicto, cooperación internacional y recursos del sector privado.