Los costos de la guerra y la paz - Vicecontralor General Carlos Mario Zuluaga Pardo
Foto: Fedegán FNGEl vicecontralor Carlos Mario Zuluaga, presentó en el congreso ganadero preocupantes cifras sobre las inversiones para la paz.

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El costo diario del conflicto armado en Colombia asciende a US$30 millones: Contraloría

Por CONtexto ganadero - 02 de Diciembre 2024

El vicecontralor Carlos Mario Zuluaga, presentó en el congreso ganadero preocupantes cifras sobre las inversiones para la paz.

Según la Contraloría General de la República, la ejecución de recursos para la paz ha sido, en algunos proyectos prioritarios, baja.


Se estima que el costo diario del conflicto asciende a 30 millones de dólares, equivalentes anualmente al 4,5 % del Producto Interno Bruto con un costo acumulado entre 1964 y 2016 aproximadamente de 179.000 millones de dólares, recursos que podrían haberse invertido en el desarrollo social y económico de esta nación.

Así lo planteó el vicecontralor, Carlos Mario Zuluaga, durante su intervención en el 40 Congreso Nacional de Ganaderos, donde señaló que, pese a la disminución del conflicto, en el presupuesto para la defensa y la seguridad ha continuado creciendo con aumento anual del 8 % entre el año 2016 que se firmó el acuerdo y el año 2023, principalmente destinado a gastos de personal y pensiones. En contraste el presupuesto para la paz ha mostrado fluctuaciones significativas, aunque en el año 2023 creció 267 % su volatilidad refleja la dificultad de garantizar una inversión constante en la consolidación de la paz.

Otros sectores como educación y agro, también han registrado una variación y han experimentado un crecimiento sostenido hasta el 2019 seguidos de ajustes que han podido estabilizarse para el año 2024, por supuesto y por otra parte el sector agropecuario cayó el 0,6 % en el año 2020 aunque muestra signos leves de recuperación en la inversión del año 2024.

Mientras que los sectores de seguridad y justicia han mantenido un presupuesto creciente y estable pasando de $27,3 billones en el 2015 a $53 billones en el año 2024, lo que significa de que la firma sustancialmente del acuerdo en las Farc no ha generado un efecto inmediato en la reducción de los recursos que el Estado y la nación demanda para poder garantizarle la seguridad a todo su ciudadano las asignaciones para paz y desarrollo social han mostrado fluctuaciones significativas no tan constantes ni tan estables como las que se han invertido en seguridad siendo estas de la paz de $1,4 billones en el 2017 a $0,6 billones en el 2020 y $3,2 billones en el 2024. (Lea en CONtexto ganadero: Fuertes cuestionamientos hacen los ganaderos a las políticas de tierra y paz del gobierno)

De acuerdo con la información del Ministerio de Hacienda y Crédito Público en el año 2024 las asignaciones para el año 2024 del presupuesto general destinado para fuerzas militares asciende a $17,2 billones y de la Policía Nacional a $15,2 billones que en conjunto representan el 6,5 % del presupuesto general de la Nación. Eso sí, al compararlo con el año 2018 eran $15 billones y $14 billones respectivamente, existiendo un crecimiento real del 8,9 % en las fuerzas militares y 9,1 % del presupuesto incrementado en la Policía Nacional durante los últimos años y les decía que un porcentaje de estos recursos son para pagos de personal y de nómina.


Más recursos


El balance presupuestal de la seguridad, desarrollo y paz entre el año 2012 y 2023 muestra que Colombia destinó $218 billones a precios corrientes del año 2024 para la atención y reparación de las víctimas del conflicto armado. En el año 2024 se ha programado una adición presupuestal de $21 billones. Sin embargo, según la Contraloría General de la República, se requieren más de $303 billones más entre el 2024 y 2031 para garantizar una reparación integral. Este reto subraya la necesidad de gestionar de manera más eficiente los recursos que se distribuyen cada año.

El proceso de construcción de paz implica un cambio de enfoque pasando de la seguridad a la reintegración, el desarrollo rural y la prevención de violencia. Desde la firma del Acuerdo de Paz del año 2016 se han ejecutado $88,5 billones, es decir, que de los $196 billones previstos se han ejecutado hasta la fecha el 45 % de los recursos que se demandaron por la firma del acuerdo de paz.

Sostuvo el funcionario que para lograr una paz duradera se hace necesario destinar fondos en educación, en infraestructura, en justicia social, en seguridad social, asegurando una correcta ejecución. “Sabemos que solo con un esfuerzo conjunto de una lucha decidida contra la corrupción se puede materializar de manera mucho más transparente los recursos invertidos en estos sectores”, indicó. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Un acuerdo incumplido?)

El conflicto armado ha tenido un impacto económico significativo, ha restringido la Inversión, ha afectado sectores clave como la educación, la salud, la infraestructura, la agricultura, el campo en general y el turismo y las regiones más afectadas por la violencia, también son las más empobrecidas perpetuándose en muchos casos ese círculo de pobreza y de desigualdad, señaló.

Frente a la adjudicación de tierras y la formalización rural, Colombia requiere un modelo mucho más eficiente que permita que los ciudadanos trabajen armónicamente todas las actividades productivas que se pueden dar en el campo colombiano.

Conforme a estas cifras presentadas a corte del año 2024, la Contraloría considera que, para cumplir esas metas planteadas por el gobierno y el acuerdo, y dependiendo del número de recursos que hasta ahora se han invertido, Colombia necesitaría 3.984 años para adjudicar dos millones de hectáreas faltantes.

Así mismo, en términos de formalización de siete millones de hectáreas solo se han formalizado 123.000 por lo que a este paso se necesitarían 389 años para formalizar seis millones de hectáreas. (Lea en CONtexto ganadero: Este proceso tiene que ir más allá de lo que fue el Acuerdo de Paz con las Farc: Lafaurie)

En conclusión, el costo de la guerra en Colombia ha sido devastador. Pero la perspectiva de paz nos brinda una oportunidad para construir un futuro más esperanzador, es nuestra responsabilidad y es en estos espacios de diálogo donde tenemos las instituciones y los ciudadanos, la confianza de encontrar caminos que nos permitan conjugar los intereses y entender los alcances fiscales y producir un proyecto que le permita al país construir una nación donde quepamos todo.


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