Empleo, la clave para reducir la inseguridad y la criminalidad: SAC

El país atraviesa por una ola de inseguridad desbordada, tanto en la zona urbana como en la rural y los esfuerzos resultan insuficientes para atacar este flagelo.

Para el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya, la mejor manera de combatir la inseguridad es por medio de la generación de empleo formal y en buenas condiciones.

“Si queremos paz, seguridad y dignidad para los habitantes de los municipios que tiene Colombia se debe generar empleo”, sostuvo el dirigente gremial ante los alcaldes del país en la reunión de Fedemunicipios la semana anterior.

Indicó que el empleo ligado a las diferentes actividades productivas le quita la gente al terrorismo, a las bandas criminales y a la delincuencia común y por eso debe haber una verdadera articulación más allá de las diferencias políticas de un gobierno nacional y de la aproximación política de los mandatarios locales. “Colombia somos todos y si no jalamos todos para el mismo lado no vamos a lograr nada”, dijo.

Las dos seguridades

Bedoya manifestó que en seguridad hay dos ejes que son complementarias como son la seguridad física y la jurídica, y en ambos frentes los alcaldes y los concejos municipales tienen mucho que decir. (Lea en CONtexto ganadero: Así funcionan las alertas de los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera)

La seguridad física es responsabilidad del gobierno nacional, del Ministerio de Defensa, de las fuerzas militares y de policía e incluso, teniendo presente, las funciones que los alcaldes y gobernadores deben desarrollar.

Pero la seguridad física también viene dada por la calidad de los entornos en que se desarrollen las unidades productivas y todos los alcaldes tienen una responsabilidad, al menos, en el tema de las vías terciarias que son fundamentales para la labor agropecuaria.

El país tiene 43 millones de hectáreas de frontera agropecuaria, esa es la cancha de juego para producir comida y sin embargo para esa extensión únicamente hay 175.000 kilómetros de vías terciarias y de estos solamente el 10 % está en buen estado, entonces allí hay una necesidad urgente de invertir recursos y la mayoría de alcaldías no tienen la plata y se debe acceder al Sistema General de Regalías y ahí es donde se debe interactuar con el gobierno nacional.

Si existe la vía terciaria en buen estado, si hay la conectividad digital, educación, salud y justicia, entre otros aspectos, se marca la diferencia, y puede haber paz.

La otra es la seguridad jurídica. Los empleos del país no se generan sólo en Bogotá, sino en todo el territorio nacional y hoy hay una discusión muy importante sobre una reforma laboral que quiere adelantar el gobierno nacional que para los gremios debe generar empleo formal, combatir la informalidad y generar más incentivos para que se desarrolle el mercado laboral colombiano. En el caso del campo, el 84 % del mercado laboral está en la informalidad.

“Así como desde los gremios estamos dando nuestra opinión sobre esta reforma laboral, sería muy importante que ustedes en la Federación de Municipios y los alcaldes le cuenten al país y al Congreso qué opinan sobre esa reforma laboral, si va a ser positiva o no para desarrollar el trabajo que ustedes necesitan porque si no hay empleo formal va a haber más inseguridad”, señaló.

La otra pata de la seguridad jurídica tiene que ver con el uso del suelo porque el gobierno habla que Colombia va a ser una potencia mundial en materia de producción de alimentos, pero “estamos viendo muchos municipios que el campo les huele feo y quieren volver urbanizable muchos de los suelos rurales. Esto pasa mucho en dos actividades, principalmente, como es la porcicultura y la avicultura que generan empleo formal y contribuyen a la seguridad alimentaria”.

Este es un gobierno que tiene chequera porque además de la reforma tributaria de 2022 que la gran mayoría la paga el sector empresarial que es el que genera el empleo formal del país, esa chequera también tiene que revertir en beneficio para los territorios, indicó Bedoya.

Concluyó señalando que “para atraer la inversión se requiere la seguridad física y la seguridad jurídica”.