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Por CONtexto ganadero - 07 de Febrero 2020
Esta condición se presenta en todos los animales y consiste en la falta de descenso de uno o ambos testículos hacia la cavidad escrotal. Aunque es más común en el cerdo, el caballo o el hombre, también puede presentarse en el toro y el ovino.
César Augusto Gómez Velásquez, médico veterinario y magíster en Ciencias Veterinarias, recordó que esta condición comienza en el desarrollo embrionario y fetal, cuando las gónadas se forman en la parte caudal (hacia el inferior) del riñón.
“En el proceso de gestación, las gónadas empiezan a descender al testículo. Hay algunos animales que nacen con los testículos en la cavidad escrotal, porque han bajado en el segundo tercio”, anotó. (Lea: Conozca la importancia de la circunferencia escrotal del toro)
Por el contrario, hay animales en los que el descenso culmina después del nacimiento, como en el caso de los caballos. Cualquiera sea el caso, Gómez precisó que el descenso testicular implica 2 fenómenos, el primero de ellos de origen hormonal.
En este caso, la testosterona que produce el mismo testículo y la LH que produce la hipófisis estimulan el mesorquio, que se extiende desde la base del escrito a la porción caudal. En ese viaje, arrastran porciones de peritoneo que forman las túnicas que lo revisten.
“El otro fenómeno es el paso por el canal inguinal, que comunica las cavidades abdominal y escrotal. En ocasiones, puede ocurrir que el testículo sea tan grande que no pueda pasar por este canal”, indicó. (Lea: Importancia del tamaño del prepucio y los testículos del toro)
Aun así, este problema mecánico es menos común que el fenómeno hormonal, como bajos niveles de testosterona o de LH, o fallas en los receptores hormonales en el ligamento que retrae el testículo. Esto supone la existencia de un componente hereditario.
Cuando una de las 2 gónadas no desciende, se le llama criptorquidismo unilateral, si son los 2, se llama bilateral. También aclaró que esta palabra tiene su origen en la cavidad escrotal, la cripta. Este problema podría ocasionar dificultades en la producción de espermatozoides.
“Los testículos necesitan estar a una temperatura más baja de la corporal para su proceso celular, a 3 o 4 °C menos. En mamíferos, se encuentran fuera para que la sangre se enfríe antes de entrar”, indicó. (Lea: Revisión de los genitales del toro, estrategia para una reproducción eficaz)
Cuando ocurre el criptorquidismo, la gónada queda dentro de la cavidad inguinal, con la misma temperatura del cuerpo, lo que impedirá la producción de espermatozoides o los producirá de mala calidad. Dado que tiene un alto componente hereditario, Gómez recomendó descartar los animales que sufran de esta condición.
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