¿Qué especies nativas del piedemonte amazónico pueden servir como forraje para el ganado?

Un estudio elaborado por docente de la Universidad de la Amazonía (Colombia) comparó la calidad nutricional de varias especies vegetativas en esta región del país, encontrando que hay 16 especies con potencial forrajero y 5 que podrían para ser incluidas en sistemas silvopastoriles para alimentación bovina.

El trabajo titulado “Valoración de áreas de regeneración natural (rastrojos) para la conformación de sistemas agrosostenibles en paisajes ganaderos de la Amazonia colombiana” se realizó en el departamento de Caquetá, que tiene el 20 % de su territorio en piedemonte amazónico.

Tradicionalmente el establecimiento de pasturas para la alimentación animal se ha realizado a partir de la tumba y quema del bosque, “formas inapropiadas y destructivas han desencadenado una serie de problemas para la ecología, el ambiente y la sociedad”, apuntaron los autores.

Por eso decidieron investigar los bienes y servicios que ofrece el paisaje ganadero de la región, conformados por la vegetación secundaria a partir de procesos de regeneración natural conocidos como rastrojos. (Blog: Ganadería ecológica, regenerar la tierra y producir más)

El piedemonte amazónico se caracteriza por estar entre 400 y 1000 m s. n. m., catalogado dentro del sistema de bosque húmedo. Allí se registra una precipitación promedio de 3600 mm al año, una temperatura promedio anual de 25,1 ºC y una humedad relativa entre 79,5 y 88,6 %.

La investigación se desarrolló en los municipios del Doncello, Florencia y Belén de los Andaquíes en donde se identificaron y seleccionaron tres áreas de rastrojos, donde se hicieron pruebas para determinar la capacidad florística y generar indicadores de selectividad animal.

Se evaluó la composición florística y estructural de los rastrojos ubicados en paisajes de lomerío con edad de formación de cinco años y en cada unidad se hizo el inventario de fustales, latizales, plántulas y brinzales. (Lea: Rastrojo de piña se puede ensilar para alimentar al ganado)

Los animales fueron observados para determinar la frecuencia de consumo dentro de cada rastrojo. Los resultados fueron analizados en función de las variables: vegetación disponible para los animales, composición florística (abundancia relativa de especies) y selectividad animal.

Los animales usados para el muestreo fueron bovinos de doble propósito con un peso promedio de 270 kg de peso vivo, considerando que los animales jóvenes son menos selectivos que los animales adultos y así poder identificar mayor diversidad de plantas.

Mediante pruebas de cafetería en los sitios se seleccionaron 16 plantas de las cuales se tomaron muestras comestibles por los animales y se colocaron submuestras de 200 g en un horno a 70 °C por 72 horas. (Lea: Estos son los tipos de labranza que usted puede utilizar en su predio)

A partir de estas pruebas y del indicador de selectividad (IS) , se encontraron 43 especies consumidas por los bovinos en diferentes niveles de selección, identificando 16 especies con potencial forrajero en función de su calidad nutricional y el índice de selectividad.

Las especies Clibadium sp., Aegiphyla integrifolia, Acalypha diversifolia, Piper cf bredemeyeri y *Vismia baccifera* se caracterizaron por presentar los valores más altos en DIVMS y menos cantidad de fibras y componentes celulares, así como más de 10 % en proteína cruda (PC).

Estos resultados les permitió concluir a los autores que las plantas tienen potencial para ser implementadas como cercas vivas, bancos de forraje, en cultivos en franjas y servirán como potencial de alimentos en épocas críticas.