Palpación rectal para identificar otros problemas diferente a la gestación en bovinos

La palpación rectal exige un veterinario al pie de los animales, con un entrenamiento mínimo para reducir al máximo los posibles errores de diagnóstico y de abortos por malas maniobras, advierte Cursos de producción bovina de carne. (Lea: Evite errores en las palpaciones rectales en el ganado bovino)

Para esta práctica se debe contar con buenas instalaciones tales como manga, puerta de tacto, tranca alta posterior al operador, corrales de encierre, entre otros. Siempre es conveniente que el profesional trabaje con guantes largos de tacto para evitar infecciones en manos y brazos, incluso hasta tétano.

El equipo se completa con un guante tipo industrial en la mano que no palpa, botas de goma, guarda-polvo, mameluco o delantal impermeable, agua de preferencia caliente y jabón de lavar en pan para lubricar el guante de tacto.

Es conveniente identificar las hembras vacías, ya que generalmente son las de menor porcentaje en el hato, por posibles mezclas que se pueden producir en los corrales de aparte o a posteriores potreros.

Si las vacas no están identificadas en forma que se pueda distinguir a distancia, y aún si lo están, el método más común y efectivo para evitar diferencia a distancia a campo o en la manga es el corte del mechón de pelos de la cola, ya sea cortarlo de forma completa o solo un pedazo.

En estos cursos se menciona que existen autores que consideran normal hasta un 2% de error en los trabajos de palpación rectal, que ocurren generalmente por fallas humanas durante el trabajo y no por problemas técnicos. (Lea: Conozca la importancia de la palpación rectal y la ultrasonografía)

Pero además del momento exacto de gestación, existen expertos que hablan sobre otras actividades que se pueden hacer gracias a la palpación rectal, y que son de igual importancia para el funcionamiento del bovino.

Enrique Rimbaud, especialista en sanidad animal, dice que la palpación rectal es una acción que permite llevarse a cabo en vacas y caballos. Este “es un mecanismo de detección de problemas, no solamente enfocado en la preñez, sino problemas en el riñón, los intestinos, rumen, entre otros”, menciona el profesional.

Para el experto, la detección de preñez es la actividad más fácil en todo el proceso porque cualquiera lo puede hacer, por lo que el problema es cuando no hay preñez, por lo que se debe determinar qué es lo pasa, qué problema tiene el animal.

Hay que saber “si está afectado el útero, el ovario, si está dañado el oviducto”, para así conocer con exactitud que es una vaca vacía, pero con justificaciones de problemas en su salud.

De acuerdo con el profesional, esta palpación hay que hacerla en su momento, para saber cuál es el órgano que tiene afectaciones y que impide que se llegue a la preñez.

Finalmente, Rimbaud dice que siempre hay que llevarlo a cabo “con un guante para cada vaca”.
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