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Por - 17 de Junio 2016
Las empresas ganaderas pueden dedicarse al negocio de carne, leche o el doble propósito. Así como algunas optan por dedicarse al ciclo productivo completo, otras prefieren especializarse en una etapa. Conozca en qué consisten los ciclos productivos de cada sistema.
Las empresas ganaderas pueden dedicarse al negocio de carne, leche o el doble propósito. Así como algunas optan por dedicarse al ciclo productivo completo, otras prefieren especializarse en una etapa. Conozca en qué consisten los ciclos productivos de cada sistema. Un ciclo productivo comprende un proceso prolongado en el tiempo que involucra distintas etapas desde que el ternero (a) nace hasta que está listo para la comercialización del producto final, sea carne, leche o sus derivados. La dinámica de los ciclos es diferente según el tipo de explotación, las condiciones del predio y la predilección del ganadero por una etapa sobre otra o la tradición que se haya adquirido a lo largo de los años. A continuación le explicamos cómo funciona el ciclo productivo en las distintas ganaderías. Ganadería de carne: cría, levante y ceba Camilo Romero Piñeres, gerente general de la comercializadora de ganado Subastar S.A., explicó que en Colombia es tradicional que los productores de carne opten por especializarse en una de las etapas del ciclo. “Por ejemplo, hay ganaderos que se dedican a la cría, que es producir terneros sin ordeñar. Otros que se dedican al levante, que es llevar terneros hasta machos de ceba. Y hay cebadores finales que son los que se encargan de alimentar a los animales con destino a sacrificio”, señaló. La diferencia entre cada una de las etapas no está establecida de forma explícita, aunque se pueden hacer algunas aproximaciones. La ganadería de cría La etapa de la producción temprana (cría) va desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad. En Colombia, según un informe de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, en 2012 había 9,1 millones de cabezas de ganado entre cría y levante. De acuerdo con el gerente general de Subastar S.A., el modelo productivo de cría es extensivo en lugar de un modelo intensivo estabulado. Se estima que son necesarias grandes extensiones de tierra para producir crías. “No es fácil empezar con este modelo, porque el valor de los vientres viene en constante aumento por la escasez de vacas y terneros”, declaró. (Lea: Reducción de pie de cría genera aumento en precio del ganado) Romero atribuyó esta práctica extensiva a que el país se encuentra en una zona tropical y, a diferencia de los ubicados en el Norte o del Sur, no tiene estaciones, lo que le permite disponer de pasturas casi todo el año. Como el forraje y los demás cultivos surgen de manera natural sin que se suspenda su crecimiento, la disponibilidad de alimento es mayor que en países donde tienen que resguardar a sus animales cuando finaliza el otoño y comienza el invierno. En la etapa más precoz son fundamentales los nutrientes que provienen del calostro y la leche materna para lograr el desarrollo adecuado del rumen. A medida que el ternero va creciendo, debe tener acceso al agua y a sales mineralizadas que le aportan otros nutrientes. Según Romero Piñeres, el negocio de la cría, por lo menos en la Costa Caribe, tiene la tendencia a desaparecer por los altos costos y la poca ganancia que reciben los productores. (Lea: 5 errores que frenan el desarrollo de la ganadería de cría) “La cría viene descendiendo en la Costa Caribe. Esta es una de las regiones donde más criaderos de ganado han desaparecido porque los propietarios han visto que no es la actividad más rentable del ciclo ganadero”, señaló. Pareciera que el negocio de la cría tiene todos los factores en contra: requiere más extensión de tierra, más trabajadores, más droga para los terneros, más asesoría técnica y mucho más tiempo. Como una vaca demora 9 meses para dar a luz y otros 9 para destetar el ternero, el negocio de la cría genera baja liquidez y sus resultados no son tan rápidos ni efectivos como los que se ven en producciones de levante y ceba. El levante El levanta iría desde el séptimo mes hasta los 18 meses. Esta etapa también está determinada por el peso: aquellos animales que estén por debajo de los 230 kilos hacen parte de período. Según Romero, esta es la etapa es la más rentable, pues las exigencias alimenticias son menores que en las etapas de cría y ceba. En este caso, los bovinos logran alcanzar el peso deseado en menor tiempo y con menos esfuerzo. “En el levante, las pasturas pueden ser medias en calidad y aun así el negocio sigue siendo rentable porque el animal gana peso por el crecimiento”, indicó Romero. (Lea: La fórmula para levantar vacas) Humberto de Jesús Yepes tiene ganado de levante en su predio El Mirador, en Chimichagua, Cesar. El productor declaró que compra terneros con edades entre un año y año y medio, los alimenta y los vende cuando cumplen los 2 años. “El negocio del levante es bueno. Yo compro en Chimichagua y en los alrededores y mantengo al ganado con buen pasto. Desde que esté bien alimentado y vacunado, es ganancia. Hay que vacunar permanentemente”, dijo. Para el ganadero está es una buena alternativa de negocio, pues cuando tiene algo de dinero compra animales y los engorda, y si necesita, puede venderlos a un mejor precio. “Cuando tengo plata de sobra, compro y mejoro ganado. Cuando estoy acosado, lo vendo y pago a mis empleados y demás gastos”, añadió. La ceba Finalmente, la etapa de ceba comienza hacia los 19 meses y se extiende desde los 24 hasta los 36 meses de edad. Este límite lo define el peso de los animales, pues se considera que cuando alcanzan 450 kg a 470 kg, los cebadores lo envían a un matadero para su beneficio. Según el informe de Fedegán, el país contaba en 2012 con 4,7 millones de cabezas para ceba. Los productores especializados en ceba están localizados en zonas cálidas y tienen ganados de razas exclusivamente de carne, aunque el aumento de los cruces F1 y avances del doble propósito han hecho que en las zonas frías también opten por esta etapa. La tendencia se da hacia sistemas intensivos para generar mayores ganancias. Sin embargo, como el consumidor de hoy demanda carnes más tiernas y de mejor calidad, es necesario suministrar pasturas mejoradas y suplementación nutricional. “El proceso productivo para engorde necesita excelentes pasturas y concentrados. (…) Cuando el animal está para el engorde, no puede darse una mala comida”, detalló el gerente general de Subastar. Además de aprender a manejar y mejorar las pasturas, trabajar en el mejoramiento genético, ser más amigables con la naturaleza, los ganaderos deben saber cuánto y cada cuándo se produce. (Blog: Consejos para quien se inicia en la ceba de ganado) Para esto, deben vigilar la alimentación de los semovientes, teniendo cuidado de anotar el aumento de gramos por día de cada animal comparado con el gasto mensual de suplementos y otros productos. Al hacer estas mediciones, los productores podrán determinar la rentabilidad de su negocio. Ciclo completo Finalmente, hay ganaderos que se dedican al ciclo productivo completo: adquieren terneros, los levantan y los ceban hasta llevarlos a sacrificio. “Claro que cada vez son menos porque se requieren de muchas extensiones para hacer un ciclo completo”, aclaró Romero. (Lea: Así funciona el ciclo completo de la ganadería) Sin embargo, ganaderos que se dedican al ciclo completo aseguraron que las ventajas de hacerlo radican en que los cambios de oferta y demanda en el mercado no los afectan directamente y que en los momentos en donde los precios están en alza y hay escasez de animales, la comercialización es buena, directa y con valor agregado. Rodrigo Vásquez, investigador de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, afirmó que la gran mayoría de productores en el Valle del Sinú, la región donde trabaja, se dedican a esta alternativa. “(La elección por una etapa o el ciclo completo) depende de las fincas que tengan, dónde están ubicadas, cómo las adaptan, cómo trabajan, el tipo de alimentación. (…) Los ganaderos tecnificados evalúan costos y miran qué línea trabajan”, dijo. Ganadería de leche En las empresas pecuarias dedicadas a la producción de leche, los ganaderos pueden optar por 2 sistemas: ordeño manual o lechería especializada. La inclinación por uno y otro también se da por la costumbre y la tradición heredada de sus padres, la forma cómo está diseñada la finca, la capacidad económica o la dedicación que tengan por el negocio. Por ejemplo, los pequeños ganaderos suelen trabajar con ordeño manual porque no tienen otra forma de acceder a equipos o tecnologías. Entre tanto, los ganaderos grandes pueden optar por el ordeño mecánico si disponen de los recursos o por el ordeño manual si tienen otras fuentes de ingresos. Ordeño manual El ganadero Humberto Yepes es uno de los productores que se dedican a la lechería de ordeño manual al mismo tiempo que al levante. Al ganado de ordeño lo mantiene en sus potreros con pastos brachiaria y carimagua, melaza y concentrado. “Yo tengo un ganado de ordeño en un predio que tengo en El Banco que se llama La Primavera, que es con el que mantengo a los trabajadores”, dijo. (Lea: 8 pasos para realizar un ordeño manual adecuado) Estos empleados se dedican a ordeñar las vacas y sacar de ellas entre 4 y 5 litros de leche por día. Aquellas que den menor cantidad de leche son destinadas para alimentar y acompañar a la cría hasta que esta pueda reproducirse. Lechería especializada En las ganaderías de leche, la producción se puede concentrar en obtener mejores resultados con un óptimo rendimiento y unas buenas ganancias. Colombia tiene un buen potencial gracias a la calidad del pastoreo, el consumo de suplementos y el alto nivel de genética en diferentes regiones. De acuerdo con Elkin José Ruiz, director técnico de la Asociación de Criadores Ayrshire de Colombia, Ayrshire, un ganadero que quiera incursionar en esta actividad debe contar con suficiente alimento. “Es elemental desarrollar una programación estratégica de la alimentación de los semovientes en nuestro predio. Es decir, siempre se debe tener forraje y suplementos para el ganado”, apuntó Ruiz. También se deben hacer cruces con razas lecheras para tener animales fértiles, longevos y que mejoren la calidad de la grasa y la proteína en el lácteo. Especies como Holstein y Jersey son ideales para este tipo de actividad. El director técnico de la Asociación hizo énfasis en la importancia de la higiene y la inocuidad de la leche. Asimismo, es indispensable contar con buen material, como un equipo de ordeño, y emplear biotecnologías reproductivas con el fin de aumentar el número de semovientes en el hato. “Si un ganadero utiliza semen sexado en novillas y realiza prácticas como la inseminación artificial, la fertilización in vitro o el lavado de embriones, contará con una mayor y mejor cantidad de reses”, concluyó el director técnico Ayrshire. (Lea: Semen sexado, práctica a la que Colombia le debe apostar) Javier Naranjo, propietario de la finca Los Limones, decidió cambiar el negocio de la cría por el de la ceba y lechería especializada con razas Girolando, Jersey, Rojo Sueco, Brahman puro y gris. Anteriormente, el productor estaba dedicado al negocio de la cría comercial de ganado. Pero se dio cuenta que era más rentable vender leche e iniciaron con ganado doble propósito y cría de terneros. “Nos dimos cuenta que era más rentable vender la leche que criar a los terneros, entonces empezamos a trabajar en lechería especializada con cruces hace unos 12 años”, manifestó Naranjo. De acuerdo con el informe del gremio cúpula de la ganadería, en Colombia hay 1,5 millones de ejemplares destinados a lechería especializada, que produjeron ese año 2.862 millones de litros al año. Esto quiere decir que, en promedio, una vaca da un poco más de 1.900 litros al año o 5 litros al día. Ganadería doble propósito La ganadería bovina de doble propósito es un sistema de producción que utiliza animales cruzados de Bos Taurus x Bos indicus, con el fin de obtener un ejemplar que sirva para los 2 productos: carne y leche. La producción de leche está garantizada cuando nace un ternero, mientras que la producción de carne se sustenta con la venta de los machos y las hembras de desecho. Actualmente, este sistema se presenta tanto en trópico bajo como alto, aunque con mayor tendencia en zonas cálidas. Este ciclo productivo contempla las mismas fases de crecimiento de cría, levante y ceba. La única diferencia es que se debe seleccionar los animales más productivos para leche y separarlos de aquellos que serán destinados para carne. De igual manera, hay hatos que se dedican a un sistema leche-carne, donde la prioridad es la obtención del primer producto, o viceversa. (Lea: Ganadería doble propósito Vs. lechería especializada) Según el informe de Fedegán, hay 8,2 millones de ejemplares doble propósito que en producción de leche dieron 3.498 millones de litros al año. Si usted quiere aventurarse en la actividad pecuaria, recuerde que no hay una clave mágica para ser productivos con la tenencia de animales, sino que se requiere un estudio serio del medio ambiente de la finca, de las razas que se van a emplear, de su presupuesto y, cómo no, de su propia vocación e interés como ganadero.
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