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La primera biotecnología que se usó para intervenir en la obtención de animales mejorados fue la Inseminación Artificial, la que hoy día sigue usándose como un recurso de mejoramiento de gran valor, siendo la técnica que más impacto produce en el cambio genético con los menores costos.
El conocimiento claro y preciso del ciclo sexual de las hembras de cría con el uso de ultrasonido, ha permitido variaciones muy importantes que permiten la inducción de la ovulación para dar paso a la Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF) permitiendo servir un grupo de hembras al mismo tiempo sin tener que hacerle seguimiento a la presentación del calor y más allá la posibilidad de separar los espermatozoides para producir lo que se llama Semen Sexado, ha permitido dar un gran salto en el crecimiento estratégico de los hatos incrementando de acuerdo con el interés del criador la producción de hembreas o machos. (Genética bovina: clave para mejorar la producción doble propósito)
La IA fue por mucho tiempo el medio para producir animales de selección, hasta que las investigaciones abrieron una puerta grandiosa con la Transferencia de embriones y la Fertilización In Vitro que están siendo utilizadas de forma rutinaria en la Reproducción Asistida.
No nos detendremos en la descripción de cada técnica sino en demostrar el valor que ellas aportan en el Mejoramiento Animal.
Es muy importante el cambio de paradigmas que han impedido el desarrollo de nuestras ganaderías, al punto que hoy a pesar de la posibilidad de usar estas técnicas de apoyo seguimos en muchos casos ignorándolas y en otros pretendemos usarlas sin producir cambios en el manejo que garanticen la obtención del objetivo final: Un animal genéticamente mejorado. Además es necesario saber que el impacto en términos de rendimientos económicos es enorme comparando el uso de estas técnicas con los sistemas convencionales.
En el caso de la IATF debemos considerar para su implementación que podemos obtener un aumento del 10% en la tasa de preñez, el mejoramiento de la calidad por influencias de la genética es bastante considerable y así podemos incrementar la ganancia de peso desde 15 hasta 20 kilogramos por ternero destetado y el valor por incremento en la genética también se considera de gran impacto. (La ganadería mejora genéticamente en Norte de Santander)
Los costos que se producen por días abiertos de las hembras, es decir cada día que permanecen sin preñarse después de lo que llamamos el Periodo de Espera Voluntario, son bastante considerables si partimos de la estimación del valor de cada día en más o menos $ 7.000.
Reducir este periodo abierto es de por sí una ganancia, teniendo en cuenta de acuerdo con las determinaciones que se han podido hacer en más de 5 lustros de observaciones en sistemas tradicionales que en dichos sistemas las hembras superan sin preñarse hasta en 2 veces dicho periodo de espera, esto quiere decir que si consideramos el periodo de espera voluntario en 80 días, que ya es bastante y las hembras se están volviendo a cargar hasta 240 días posteriores al parto, la diferencia es de 160 días.
Los rendimientos aumentan de manera considerable porque se ejerce un control estricto en el seguimiento de cada hembra, permitiendo entonces preñarlas por grupos produciéndose una reducción de costos bastante importante y un aumento en los rendimientos importantísimo, por lo tanto los rendimientos económicos crecen.
Con respecto a las otras dos tecnologías a que se ha hecho referencia: Transferencia de Embriones y Fertilización In Vitro, podemos decir que además de producir incrementos por el aumento de los índices de producción, que ya se han descrito para IATF, hay un incremento adicional por cuenta de la genética ya que aquí podemos usar tanto Reproductores machos de las más altas calidades como las hembras que superan el promedio de producción en el hato, esto multiplica los rendimientos económicos.
El uso combinado y estratégico de estas dos técnicas son la manera más rápida de producir reemplazos en un hato y multiplicarlo en el menor tiempo posible. (Razas colombianas, las más resistentes a los cambios climáticos)
Las exigencias cada día más crecientes de los mercados y la competencia feroz por la apertura y la globalización nos obligan a pensar en cambios que nos permitan ser mucho más eficientes en cuanto a volúmenes y calidad. Es una obligación de cada criador pensar y plantearse seriamente y de manera clara sus objetivos y en esta dirección ir introduciendo los cambios que le permitan cambiar el balance económico.