Adaptabilidad de las razas pardo y lucerna en Caquetá
Foto: youtube.com/@juangangelrTvAgro

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Hacienda San Francisco, en Caquetá, le apuesta al pardo y al lucerna

Por CONtexto ganadero - 07 de Enero 2025

Las razas pardo y lucerna han logrado una buena adaptación a las condiciones del Caquetá donde los resultados en producción lechera han sido buenos para esta ganadería.


Pese a las difíciles condiciones climáticas de la zona, por exceso de lluvias, Miller Perdomo Escandón le apuesta a la producción lechera con las razas pardo suizo y lucerna.

El trabajo lo desarrolla en la Hacienda San Francisco, vereda Guayabal, municipio de Florencia (Caquetá), donde uno de sus propósitos es la restauración y conservación del medio ambiente.

Esta finca tiene 259 hectáreas, de las cuales 30 están en humedales y cerca de 230 para producir. “Venimos de una historia de un girolando, después nos fuimos a las razas pardas y sus cruces y hoy estamos trabajando con la lucerna”, indicó el ganadero en un programa de TVAgro.

Sostuvo que todas las razas son buenas, pero él trató de encontrar una que se adaptara a sus condiciones y el pardo se comporta muy bien a la zona que se caracteriza por ser muy endémica. Dado que hay problemas de garrapatas y de hemoparásitos, necesita animales rústicos, que puedan expresar su potencial lechero.

Luego de su experiencia con el gyr pasó al pardo y sus cruces que ofrece buenas patas, buenas ubres, son animales rústicos muy lecheros que en esas condiciones se comportan muy bien. (Lea en CONtexto ganadero: Ganadería tropical se toma las fincas del Caquetá)

Aunque el pardo se adapta muy bien, es una raza extraordinaria, encontró cosas que lo hicieron pensar diferente, pues tienen una pequeña falencia en la adaptación a la zona por lo agreste y alta pluviosidad. Empezó a cruzar el pardo con brahman blanco para lograr tener una F1 que “para la zona son las que yo recomiendo, se comportan muy bien, son de un manejo fácil, no hay que hacer mucho por ellas”.

Y añadió: “Hay que quererlas más, hay que consentirlas más porque ellas se hacen un poquito más débiles ya que son dos razas lecheras entonces ahí empezamos a perder un poquito de rusticidad, sin embargo, funciona muy bien”.

En cambio, no recomienda animales puros porque ya tuvo toros y novillas puros y a pesar de nacer allí no se adaptaron bien y por eso la recomendación es el F1.

La otra raza que manejan en la finca es la lucerna, una raza criolla que se desarrolló en el Valle del Cauca desde 1935 y es muy interesante. Tiene un cruce de carne y dos de leche, tiene hartón del Valle que es lo que le da la rusticidad, tiene holstein y tiene shorthorn lechero alemán. “Me interesó la raza por su fertilidad porque son unos animales que quiere todo ganadero porque se preñan todos los años”, precisó.

Maneja todo monta natural porque es lo que más les ha dado resultado y esto es una zona que llueve mucho llueve 9 meses al año entonces para un programa de IATF no se tienen las condiciones todo el tiempo, las tendrían de septiembre a febrero o marzo, “de lo contrario, la temporada de lluvias es muy cruel y a los seres humanos se nos dificulta inseminar una vaca de noche que entró en celo”.

De otro lado, señaló que están luchando contra la deforestación y ayudando al ecosistema e identificando lo que pueden hacer de acuerdo a sus condiciones. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos de Caquetá aprenden a mejorar la nutrición y la salud del hato)


Los potreros


Otro de los temas de interés en la finca es el manejo de los pastos y la rotación de potreros. De acuerdo con Perdomo, “lo que tengo identificado es que aquí me funciona bien el humidícola porque somos muy húmedos, estamos a la orilla de una quebrada y realmente el que más nos funciona es el humidícola, pero el aporte nutricional es muy bajo. Me toca suplementar las vacas”.

Se hace rotación por ordeño, cada 8 horas regularmente, pastorean hasta las 3 de la tarde y después van a otro potrero, entre mejor calidad esté el pastoreo más leche dan las vacas.

Para aprovechar el potencial proteico del pasto se debe pastorear a 30 centímetros de altura y sacarlo cuando esté en la mitad, por ahí unos 15 centímetros, si se deja crecer bastante se va a alargar, “se nos va a acolchonar, se va a caer y se pierde mucho material”.

El establecimiento es un poco lento, característica de la variedad, y se demora en su germinación, pero después de 120 días de establecido ya se puede pastorear. Adicionalmente, este es un “pasto dulce” porque también lo consume muy bien el equino por lo que es un pasto doble propósito.

La finca cuenta con un acueducto ganadero, un aljibe que bombea a 300 metros y de ahí reparte a los 67 potreros para que las vacas no vayan a buscar el agua, sino que el agua esté ahí a la necesidad inmediata. Esta lechería hace entre 1800 y 2000 litros de leche diario, con una media de 15-16 desde hace más de 5 años. (Lea en CONtexto ganadero: Importantes hallazgos científicos sobre la raza lucerna revela estudio de la UN)

Recordó que inicialmente ordeñaba dejando que los terneros se alimentaran directamente, pero con el tiempo comprendió que esta práctica no era rentable. Explicó que, por ejemplo, si se generan ingresos de $100 por la leche y $45 se destinan a alimentar a los terneros, se está reduciendo significativamente la liquidez del negocio, lo que afecta el flujo de caja.