¿Cómo se afecta la productividad en ganaderías de carne por cojeras?

Si bien la incidencia de estas patologías es mayor en hatos lecheros, en las fincas de levante y ceba también podrían presentarse factores de riesgo que pueden provocar lesiones y perjudicar el rendimiento de los animales, generando pérdidas.   La cojera es considerada como una de las condiciones más dolorosas para el ganado, que puede presentarse por diversas razones, desde fuertes cambios climáticos hasta malas instalaciones en el predio. (Lea: Evite las pérdidas económicas que causan los trastornos podales)   En las lecherías especializadas, esta patología se presenta porque las vacas tienen que desplazarse constantemente en diferentes terrenos, especialmente en caminos de asfalto o barrizales, que constituyen factores de estrés físico, bien sea por el material o por los patógenos que se encuentren en el ambiente.   Mientras más fuerte es la cojera, más dificultad tiene el vacuno para caminar y su producción se ve afectada, como lo señaló el administrador de empresas agropecuarias y especialista en podología bovina Elber Anaya Díaz.   “Un animal que se desplace mal tiene menos ganancia de peso y también merma la producción de leche. Cuando se desplaza bien, tiene mayor conversión”, aseguró. (Lea: Novedoso antiinflamatorio sin agujas para bovinos llega a Colombia)   En efecto, un animal con dolor constante en la pezuña disminuirá su consumo de alimento y su rendimiento disminuirá, no solamente en cuanto a producción, sino también en su capacidad reproductiva, pues, como añadió Anaya, “un animal en mal estado no podrá cumplir con su función y ahí se dan las pérdidas”.   Por su parte, el MVZ Diego Fernando Borrero y el técnico en veterinaria Gregory Loaiza de España explicaron cómo el dolor puede afectar el desempeño en un programa de monta. En estos sistemas, señalaron que “la fertilidad del toro es mucho más importante que la fertilidad de la hembra”.   “Si una hembra falla, lo que se pierde es un ternero, pero si el toro falla puede perderse entre 25 y 50, o más terneros por cada 100 hembras”, añadieron los profesionales. (Lea: Pezuña de tirabuzón y otras lesiones en la pared del pie bovino)   En este sentido, argumentaron que un toro debe desplazarse con normalidad y completar la monta sin dificultad, pues debe realizar largos desplazamientos si se trata de un sistema extensivo. Además, el buen funcionamiento de las pezuñas es fundamental al momento del golpe de riñón.   “Cualquier patología podal en nuestro medio bloqueará ese programa de servicios. (…) Cualquier enfermedad que genere dolor en las pezuñas en un toro reproductor afectará su reproducción en especial en las pezuñas mediales o laterales de los miembros posteriores, este problema está dado por la impronta negativa que genera el dolor frente al acto de servir una vaca en calor”, precisaron.   Por este motivo, no deje de prestar atención a la forma como se desplazan sus vacunos. Para evitar los problemas por trastornos podales, Anaya Díaz recomendó que los ganaderos y los trabajadores de la finca hagan una revisión atenta a las pezuñas y la añadan a la rutina diaria.