Cómo diferenciar una cojera infecciosa y una no infecciosa

Bruno Rutter, profesor titular en la Cátedra de Obstetricia y Patología de la Reproducción de la Universidad Buenos Aires, expone en una investigación que existe una clasificación en la que únicamente se tienen en cuenta las enfermedades que tienen una mayor importancia por su prevalencia e incidencia en la producción.

“Esta clasificación se base en una división por agentes etiológicos en infecciosas y no infecciosas”, comenta Rutter. (Lea en CONtexto ganadero: Estas son algunas de las causas de las cojeras en bovinos)

En ese orden de ideas, existen cuatro patologías que son de origen infeccioso:

Dermatitis digital: Se conoce como la ulceración superficial circunscripta de la piel que bordea el margen coronario, con reborde de epitelio y dermatitis crónica. Con frecuencia es aparentemente contagiosa, por lo que es una cojera variable y frecuentemente grave. Hasta el momento, solo se ha aislado la bacteria Trenonemas sp.

Dermatitis interdigital: Es la inflamación de la piel interdigital, sin extensión a los tejidos profundos. Esta cojera en grado variable de frecuencia, se presenta con una alteración en la formación del bulbo corneo, por lo que las fisuras en esta parte pueden conducir a la contusión del corión y finalmente a una ulceración. Esto quiere decir que puede presentarse o no una ligera cojera que puede transformarse en una cojera grave y crónica en función de las deformaciones en el bulbo corneo. Esta patología se relaciona con la bacteroides nodosus.

Erosión de talones: Consiste en la pérdida irregular de la queratina en la región de los talones, en forma de depresiones irregulares semejantes a hoyos o en forma de acanaladuras oblicuas más profundas, llegando afectar con mayor gravedad a los dedos posteriores que a los anteriores, como menciona el experto Rutter. La bacteria relacionada es la bacteroides nodosus y susobacterium ncecrophorum

Flemón interdigital: Es una inflamación aguda de los tejidos subcutáneos de la región interdigital, caracterizada por tumefacción, que posteriormente afecta con frecuencia a la corona y a la piel interdigital, que puede extenderse en sus proximidades. La etiología es por traumatismo interdigital e infección por fusobacterium ncecrophorum y bacteroides nodosus.

Luego de conocer las patologías infecciosas, a continuación, encontrará las no infecciosas:

Estas son causadas por la interrupción en la producción y formación del cuerno o por causas mecánicas. Para “ambos casos, se produce un aumento de presión dentro del estuche corneo, que lleva a modificar la circulación sanguínea de los tejidos podales por interrupción de la micro circulación o por daño endotelial”, dice Rutter. (Lea: 5 aspectos que usted puede que desconozca de las cojeras)

Pododermatitis aséptica difusa (laminitis sub-clínica): Consiste en una inflamación difusa sub-aguda o crónica del pododermo, que en la que generalmente están afectados varios dedos. Con el tiempo se presenta malformación de la pezuña con líneas horizontales, pared dorsal cóncava, línea blanca engrosada, con hemorragia.

Fisuras horizontales y verticales: Son el resultado de una interrupción en la producción del cuerno. Rutter comenta que “en las fisuras horizontales, el cuerno de la pared tiene una fisura paralela al borde coronario. Las longitudinales van desde proximal hasta distal, en algunos casos parten desde el borde coronario”.

Fisuras horizontales y verticales: Son el resultado de una interrupción en la producción del cuerno. En las fisuras horizontales, el cuerno de la pared tiene una fisura al borde coronario. Las longitudinales van desde proximal a distal, en algunos casos parten desde el borde coronario.

Úlcera podal: Es la destrucción del cuerno con perforación de la cápsula, dejando expuesto al corion subyacente a infecciones.

Hemorragias de suela: Consiste en una decoloración del cuerno de la suela, que viene con sangre incorporada dentro del tejido corneo.

Úlcera y absceso de pinza: Es una abrasión con penetración en la cápsula cornea en la zona blanca en la punta. Se puede explicitar el dolor aplicando presión en la punta con una pinza de tentar.

Enfermedad de la línea blanca: Consiste en una separación de la línea blanca, porque se puede formar un absceso entre la unión de la pared con la suela, que migra hacia proximal y llega hasta la banda coronaria.

Hiperplasia interdigital: Rutter afirma que esta consiste en una “reacción proliferativa de la piel interdigital y/o del tejido subcutáneo, formando una masa dura. Es bilateral o cuadrilateral en toros jóvenes entre 1 a 2 años de edad. En el espacio interdigital aparece una estructura fibrosa de variado tamaño, que ocupa parte o todo el espacio interdigital, que puede estar asociada a procesos infecciosos que hacen variar el grado de cojera, así como el tamaño”.

La lesión aparece como una protuberancia en la piel del espacio interdigital, a veces parcialmente lesionada.