Ahora los ganaderos exigen mejores resultados en inseminación artificial

La afirmación la hizo el médico veterinario Jorge Ernesto Suárez, señalando que la limitada rentabilidad del negocio lechero (que se reduce cada año) ha obligado a los productores a mejorar sus parámetros reproductivos, lo que se traduce en una mayor exigencia a los profesionales.

El experto reconocido por su labor en campo en predios lecheros del centro del país sostuvo que los profesionales en salud animal no la tienen “nada fácil”, pues los productores conciben su negocio de una manera muy diferente a la de años atrás.

“Antes la utilidad en leche era mucho más alta y eso hacía que el ganadero permitiera algunos errores que cometemos los profesionales. Hoy en cambio, el productor necesita veterinarios muy acertados y seguros de lo que están haciendo”, indicó.

Suárez hizo referencia a la necesidad de los ganaderos por preñar sus vacas a través de la inseminación artificial, con el fin de mantener una producción constante. (Crónica: La satisfacción de obtener los mejores resultados en reproducción bovina)

A su juicio, si bien los egresados de las carreras de medicina veterinaria aprenden sobre biotecnologías reproductivas y están capacitados para realizar la labor, la demanda por mejores resultados requiere de una mayor capacitación en campo.

Además, indicó que hay más criadores proclives al uso de estas técnicas reproductivas porque resultan más convenientes en términos de productividad y de costos. “Es un paso que dio el ganadero de Antioquia, Boyacá o Cundinamarca que produce en promedio 15 litros”, dijo.

A esto se suma que los laboratorios han impulsado este tipo de técnicas para hacerlas más accesibles: “Hoy por hoy, el ganadero tiene claro que la vaca hay que preñarla lo más rápido posible y si no aplica la biotecnología de la reproducción moderna, es imposible alcanzar este objetivo”. (Reportaje: ¿Cuál es el método de reproducción que más le conviene a su ganadería?)

El médico veterinario explicó que los ganaderos se enfrentan a dificultades que impiden que sus reses se carguen, como reducción en la oferta de comida que ocasiona baja condición corporal, o complicaciones en el posparto como retenciones de placenta que causan metritis.

Por eso, los profesionales deben conocer muy bien las condiciones físicas de la región, así como el historial de la finca, así como conocer los protocolos y las hormonas que se ajustan a cada caso, y sin duda alguna dominar las técnicas como la palpación rectal.

“Trabajo con ganaderos que manejan con parámetros muy claros sus ganaderías y que han desarrollado la conciencia de que necesitan que sus vacas den leche, por lo cual el 95 % de mis fincas manejan inseminación artificial”, añadió.

Suárez emplea 2 tipos de protocolos para inseminar la vaca: PreSynch, donde aplica hormonas para servir a las con “sí celo”, o en IATF para servirla sin celo, uno con dispositivo intravaginal y otro sin este. (Lea: Aprenda cómo se realiza un protocolo de sincronización de celos)

“Tenemos bastantes profesionales en el campo, pero sigo insistiendo que el factor que ha hecho algunos virajes a una reproducción que aplicábamos hace 15 o 20 años, es que el ganadero de este momento está más capacitado, más preparado, e intuye qué veterinario tiene la capacitación real para atender sus vacas”, manifestó.