Pérdidas de hasta $15 mil millones diarios dejaría cierre de vía al Llano

La cifra fue dada a conocer por Eduardo Arias Castellanos, presidente del Comité de Ganaderos del Meta tras una reunión sostenida el pasado jueves por los miembros del Comité Integremial del departamento.   Mucho malestar hay en el departamento del Meta tras la decisión del Ministerio de Transporte de cerrar por tiempo indefinido la vía entre Bogotá y Villavicencio como medida de prevención ante el inminente colapso de la estructura del puente Chirajara, que aún permanece en pie. (Lea: Caída de puente afectaría el 50 % de la economía de Casanare)   La gobernadora del Meta, Marcela Amaya, le dijo el miércoles en la noche, día en el que empezó a operar la determinación, a El Tiempo que si bien entendía que era una medida para prevenir una nueva tragedia en la vía, en ningún momento le fue comunicada a ella ni al alcalde de Villavicencio.

"Entendemos que se deben tener todas las precauciones sobre la vía, pero rechazamos que ni si quiera nos llamaron para informarnos, nos enteramos a través de los medios de comunicación", dijo la mandataria seccional.   Tras dicha determinación, el Comité Intergremial Departamental se reunió este jueves en horas de la mañana y a través de uno de sus voceros, Eduardo Arias Castellanos que a su vez es el presidente del Comité de Ganaderos del Meta, dejaron ver su descontento por la medida que calificaron de “drástica”, la cual nunca fue consultada ni se previó algún plan de contingencia. (Lea: Caída de puente Charte genera millonarias pérdidas en Casanare)   El dirigente aseveró que el cierre de la carretera trae consecuencias nefastas para todo el sector productivo y la sociedad en general. En el caso de los ganaderos, que es una de las actividades de más tradición y arraigo en este territorio, tendrá una afectación que sin lugar a dudas va a incidir muy negativamente en la economía de quienes se dedican a ese quehacer.   “Hemos considerado unas cifras en compañía de la Secretaría de Desarrollo Agroeconómico y Planeación tratando de encontrar unanimidad en la información: podemos establecer que diariamente salen por Villavicencio del departamento del Meta y parte de la Orinoquía más de 1.640 cabezas de ganado en 138 camiones, además abastecen el 70 % del consumo de carne de Bogotá. Eso da unas pérdidas diarias cercanas a los $3.300 millones”, explicó.   Arias Castellanos sostuvo que las vías alternas están en pésimo estado, por lo que la manera en la que el ministro presenta las alternativas de movilidad incomodan, por esa razón hay rechazo total y unánime de la sociedad y los gobiernos locales. (Lea: El puente entre La Dorada y Victoria está a punto de colapsar)   Finalmente, el dirigente sostuvo que el cierre de la vía entre Bogotá y Villavicencio dejaría pérdidas por $15 mil millones diarios.     Por su parte, Hebert Vega, ganadero y empresario, indicó que quienes viven de la actividad pecuaria tienen compromisos económicos tanto con los bancos como con personas naturales, por lo que la medida los va a dejar muy afectados porque no tienen cómo obtener recursos para poder cumplirles a los acreedores.    Calificó como “un suicidio” movilizar ganado por las vías alternas que propuso el ministro de Transporte, eso debido a la cantidad de peso que pierden los animales, los fletes y el alto costo que la operación implica por esas carreteras. (Lea: Caída de puente perjudica producción pecuaria en Caquetá)   “Incluso puede haber represamientos de semovientes. El que tiene dinero en efectivo puede hacer negocios interesantísimos y muy atractivos, pero el que no vive de la compra y venta, sino que es ganadero nato que necesitamos enviar a Bogotá para vender, no vamos a poder hacer nada porque no hay quien ofrecerle. El precio de los animales van a caer”, remató.   Rutas   La ruta que en emergencias como estas se ha utilizado es Guateque, Las Juntas, Santa María, San Luis de Gaceno (Boyacá), El Secreto, Aguaclara, Villanueva (Casanare), Paratebueno, Cumaral, Restrepo, Villavicencio (Meta), un recorrido de unos 357 kilómetros que no están en buenas condiciones y en el que un vehículo pequeño se tarda 7 horas y uno de carga entre 9 y 10 horas.