Colombia, menos pobre pero más desigual: U de los Andes

Un estudio desarrollado por la institución educativa asegura que 6 de cada 100 personas que habitan zonas rurales son de clase media, lo que indica que los índices de pobreza en el campo se redujeron del 50% al 34% entre 2002 y 2011. Sin embargo, la brecha social aumentó 2,1% en ese mismo periodo.

El Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico de la Universidad de Los Andes publicó en su más reciente estudio “La década ganada: evolución de la clase media y las condiciones de vida en Colombia, 2002-2011”, las cifras de crecimiento de la población rural en Colombia, así como su correspondiente estratificación social y económica.

De acuerdo con la publicación, se registraron incrementos porcentuales en aspectos como el ingreso per cápita de los hogares del campo, el cual fue del 36% y la participación de la clase media que pasó del 16% al 27%. La pobreza por su parte pasó del 50% al 34% en la ruralidad del país. (Lea: El ingreso per cápita en el campo es de $200 mil, asegura la U. Nacional)

En el desarrollo de este estudio participaron el actual ministro de Salud, Alejandro Gaviria; Roberto Angulo, subdirector de Promoción Social y Calidad de Vida, del Departamento Nacional de Planeación; y Liliana Morales, analista económica del Banco de Bogotá, quienes -para la investigación- partieron del concepto de que el sector rural se define como el área no urbana o metropolitana. “Prácticamente se puede afirmar que no hay clase media en el campo, porque posiblemente quienes hacen parte de ella en el sector rural viven en las ciudades o en las cabeceras municipales”, señaló Angulo.

Según el estudio, esta situación se debe al aumento de las brechas entre lo urbano y lo rural. Al respecto, Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, en diálogo con CONtexto ganadero, dijo que aunque los índices de pobreza han disminuido, se sigue generando una desigualdad social y económica en ambos sectores.

Si se comparan “los datos del Dane (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), evidentemente la pobreza y la pobreza extrema bajaraon. La pobreza urbana en 2002 estaba en el 45,5% y bajó al 28,4%; la pobreza rural estaba en el 61,7% y bajó al 46,8% y para el caso de la pobreza extrema, en las zonas urbanas bajó de 12,2% a 6,6% y en el ámbito rural del 33,1% al 22,8%. Pero aquí, a pesar de que los números muestran una reducción generalizada, el problema es que la brecha urbano – rural estaba en el 16,3% y se subió al 18,4%; en otras palabras, cada día hay mayor diferencia entre estos dos sectores”, expresó Mejía. (Columna: El conservatismo y la lucha contra la pobreza)

En materia de empleo y educación, la situación también registra inconvenientes. Según la publicación “la clase media rural registra privaciones importantes en las dimensiones de trabajo y educación: el empleo informal llega al 66%, el 30% tiene bajo nivel educativo, el rezago escolar llega al 18% y el 15% de los hogares tiene al menos una persona sin seguro de salud”.

A su vez, el líder gremial recordó que por ello urge el mejoramiento de la política agraria, “es cuestión de poner en cintura a todos los Ministerios porque por ejemplo, si alguien quiere transportar un alimento es necesario tener buenas vías, pero si quiere exportar necesita aprender a hacerlo, si quiere producir también tiene que capacitarse, todo se une y por eso es importante reducir la brecha”.