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PorCONtexto ganadero-18 de Noviembre 2024
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Por - 28 de Febrero 2023
Las medidas que adoptó el Gobierno son útiles, pero mientras no se reabra la carretera, aumentarán los perjuicios para los productores agrícolas y pecuarios de la Orinoquía.
Las medidas que adoptó el Gobierno son útiles, pero mientras no se reabra la carretera, aumentarán los perjuicios para los productores agrícolas y pecuarios de la Orinoquía.
Como un baldado de agua fría le cayó a la Colombia productiva situada al otro lado del kilómetro 58 de la vía al Llano, la noticia del cierre total e indefinido de esta, mientras se remueve el gigantesco derrumbe que se presentó a mediados del presente mes, y –lo más seguro–, se construye un falso túnel en el lugar, como solución definitiva a las complejas condiciones geológicas de ese punto de la cordillera Oriental. Falta ver qué pasará con los demás sitios críticos que igualmente amenazan en cada invierno con dejar incomunicado el oriente del país con la capital de la República. (Lea: Ganaderos del Meta continúan trabajando a pesar del cierre de la vía)
Entonces, los Llanos Orientales, que ya venían sufriendo desde mediados de mayo, largos y constantes taponamientos de tan importante arteria, se encuentran en alerta roja desde el 14 de junio, cuando el gobierno se vio obligado a adoptar la drástica medida para evitar la pérdida de vidas humanas, pero no se sabe a ciencia cierta por cuánto tiempo más. 90 días ha dicho el Ministerio del Transporte que tomará la reapertura de la carretera, mientras que la Sociedad Colombiana de Ingenieros, SCI, habla de hasta 18 meses.
Desde ese día, las cosas comenzaron a complicarse porque mientras que por la vía Bogotá-Villavicencio (117 kilómetros), el viaje toma 3 horas en promedio, por la alterna del Sisga (361 kilómetros), este tarda 6-8, pero solo puede ser usada por camiones de máximo 30 toneladas, y por la alterna Sogamoso-Aguazul-Villavicencio (575 kilómetros), la duración es de 12-16 horas.
La economía de tres departamentos –Meta, Guaviare y Vichada–, está haciendo agua, principalmente la del primero de ellos, al punto que la Gobernación declaró la calamidad económica en doce de los municipios de la jurisdicción, debido al daño causado por el invierno y el bloqueo de la carretera. Según la gobernadora Marcela Amaya García, son 35 mil los afectados, que necesitan la ayuda del Gobierno central. (Lea: Enviar carne en canal desde Los Llanos, una oportunidad para el sector)
Pero como el daño es doble vía, en vista de que igualmente el flujo comercial se ha afectado para los sectores que abastecen desde Bogotá dichos mercados, las pérdidas que está dejando este episodio geológico son mucho más elevadas de las que se vienen manejando por parte del Gobierno y distintas organizaciones gremiales.
Cada día sin paso por la carretera Bogotá-Villavicencio, significa la acumulación de multimillonarias afectaciones para el sector agropecuario, el comercio, el transporte, el turismo y muchas otras actividades más. El agro, porque maneja productos perecederos y animales vivos, encabeza la lista de afectados, por deterioro de los productos, sobremaduración, mermas, mortalidades, incumplimiento de entregas, etc., en un monto difícil de establecer con exactitud.
Pollo, cerdo, ganado bovino y pescado, sectores productivos que usan la vía al Llano para mover carne y animales vivos hacia la capital de la República, llevan la peor parte, en vista de que para ellos las horas cuentan en esa carrera contra el tiempo que comienza todos los días en la granja o finca y termina en el centro de consumo. En total, 2.500 toneladas de pollo y cerdo, y 10 mil cabezas de ganado se movilizan a la semana por dicha vía. Hay que tener presente que 50 % de la carne de cerdo y más de 60 % del ganado que llega a Bogotá proceden de los Llanos Orientales. (Lea: Las medidas para enfrentar problemas derivados del cierre de la vía al Llano)
En frutas y hortalizas el daño es incalculable, principalmente para los productores de ahuyama, guayaba, maracuyá, patilla, piña y plátano. los arroceros, por su parte, tienen por delante la inminente salida, entre julio y septiembre, de la gran cosecha nacional, calculada en 600 mil toneladas, que prácticamente en su totalidad debe ser enviada a Bogotá para su distribución.
En cuanto a la industria de la palma de aceite se refiere, tenemos que debe transportar a la semana, 14 mil toneladas de aceite de palma, en 438 tractocamiones, que ahora también se ven obligados a hacer el largo viaje por la vía alterna Villavicencio-Aguazul-Sogamoso-Bogotá.
Otro sector bastante afectado es el de la piscicultura, especialmente, el dedicado a la producción de cachama y tilapia. Basta con recordado que el Meta el segundo productor piscícola del país, y que su mercado natural es Bogotá. (Lea:Crece angustia de los ganaderos por falta de soluciones a la vía al Llano)
La respuesta del Gobierno Nacional
Para enfrentar la grave situación que está viviendo el país como consecuencia del cierre indefinido de la vía Bogotá-Villavicencio, el presidente Iván Duque Márquez, en vez de recurrir a la declaratoria la emergencia económica –prevista en la Constitución Nacional ante hechos graves como este–, y contrario a lo que venían solicitando algunos sectores económicos y sociales afectados, optó por dictar un paquete de sesenta y siete medidas de la más variada naturaleza.
Para el sector agropecuario hay al menos una docena de medidas que lo favorecen, en materias tributaria, financiera, de comercialización y peajes, entre otras. Para el resto de la economía, el Gobierno anunció cero tasa aeroportuaria en los vuelos Bogotá-Villavicencio-Bogotá; una línea adicional de Bancoldex para Cundinamarca (beneficiará a los municipios de Chipaque, Une, Cáqueza, Quetame, Guayabetal y Paratebueno), Meta, Vichada y Guaviare, por $200 mil millones; una partida de $188 mil millones del Ministerio de Comercio Exterior para activar una campaña de promoción turística a corto a plazo, y la inversión de $50 mil millones para el tramo Sogamoso-Crucero- Aguazul por parte del Invías, entre las más importantes decisiones.
El paquete de las 67 medidas, que se tomó en el marco del Consejo de Ministros (Villavicencio, junio 25), demandará la destinación de una partida superior a $1.2 billones. Vale anotar que el presidente Duque le pidió al Ministerio de Hacienda buscar recursos adicionales para el sector agropecuario. Fue un Consejo de Ministros ampliado, algo inusual, porque fueron invitados, los gobernadores del Meta y Cundinamarca, algunos alcaldes y los presidentes de la SAC, Fenavi, Porkolombia, Asohofrucol, Fedearroz y otros gremios. (Lea: Urge priorizar inversión para carreteras alternas de la vía al Llano, pide Fedepalma)
Al frente de la emergencia fue designado el viceministro de Transporte, Manuel Gutiérrez, quien estará acompañado de Alejandro Salas, asesor del presidente Duque.
Según Duque Márquez, este plan “contiene lo que requiere una emergencia. Atenciones en materia vehicular; en materia tributaria; en materia de salud; en materia de educación; en materia de vivienda; en materia de agua y saneamiento, es decir, aquí lo que hay es un conjunto integral de medidas que responden a la grave situación que enfrentamos”. El principal anuncio es la destinación de cerca de $120 mil millones para intervenir de forma inmediata el kilómetro 58 del corredor vial, con obras de estabilización de la montaña y la construcción de un túnel falso. Vale anotar que el presupuesto total destinado para atender los puntos críticos de la vía Bogotá-Villavicencio asciende a $235 mil millones.
Pero con medidas y todo, mientras no se reabra el paso en el kilómetro 58, el sector agropecuario de los Llanos Orientales seguirá recibiendo afectaciones, lo cual, seguramente, afectará de manera grave el P&G de los productores en el 2019, y el crecimiento sectorial, principalmente del departamento del Meta. Eso para no hablar de los perjuicios que así mismo continuarán percibiendo las industrias que desde Bogotá y otras partes del país, proveen de insumos y demás productos a las actividades agrícolas y pecuarias llaneras. (Lea: “Alguien debe responder por quitarle las obligaciones al concesionario de vía al Llano”: Lafaurie)
Hablan los afectados
Los ganaderos, la agroindustria de la palma de aceite, los productores de pollo, los porcicultores, los arroceros y los productores de tilapia y cachama, figuran entre los más afectados por el cierre de la vía al Llano. Para ellos, cada día que pase sin poder usar esta carretera, significará acostarse con millonarias pérdidas.
Comité de Ganaderos del Meta
Luis Eduardo Arias Castellanos, representante legal de la Corporación Comité de Ganaderos del Meta, indica que esta problemática genera pérdidas en grandes magnitudes, por ser un departamento que abastece a la Capital de Colombia de carne y leche.
“La vía Bogotá – Villavicencio, es muy importante para el país porque todo lo que se produce en la región sale por esa carretera, ya sea leche, carne en canal y ganado en pie, por lo tanto, el derrumbe que se presenta tiene un impacto bastante negativo en la comercialización de estos productos”, afirma Arias.
Este cierre de la vía, no solo afecta a los ganaderos de la región del Meta, sino que también tiene unos efectos colaterales en el consumo de carne en Bogotá, pues es una región que abastece gran parte del consumidor final que se encuentra en la Capital. (Lea: Palmicultores enfrentan elevados sobrecostos por cierre de la vía al Llano)
“Por ejemplo, si por Villavicencio salen 600 mil cabezas de ganado al año y de esas se transportan diariamente unas 1.800 que salen para Bogotá, al estar bloqueada la vía, el impacto en el lucro cesante es muchísimo, pues se puede aproximar a más de $4.000 millones que dejan de salir de la región en cuanto a ganado de pie y carne”, explica Arias.
Fedearroz
Para el gremio arrocero, la situación es muy preocupante si se tiene en cuenta que 95 % de la producción de los Llanos debe llevarse al centro del país para su distribución, lo que demanda la utilización de 1.328 tractocamiones y 418 camiones a la semana. Pero lo que no los deja dormir es que entre julio y septiembre se inicia la mayor cosecha del país, unas 600 mil toneladas, volumen del cual 50 % proviene de los departamentos de Meta, Arauca y Casanare, lo que significa mover a Bogotá́ unas 50 mil 167 toneladas semanales.
A esta cifra se le suman los incrementos que están sufriendo los productores del grano por concepto del mayor precio de fertilizantes y otros insumos que son indispensables en la etapa final del ciclo productivo, lo cual se estima en $14 mil millones. Ante esta difícil situación el gerente general de Fedearroz considera indispensable la declaratoria de la emergencia económica, para que el gobierno pueda disponer de los recursos necesarios, a fin de auxiliar al sector de tal manera que puedan cubrir los sobrecostos anotados. (Lea: Minagricultura anuncia cuatro medidas para disminuir impacto por el cierre de la vía al Llano)
PorkColombia
El porcicultor es sin duda uno de los sectores más afectados por el cierre de la vía al Llano. Al no contar con plantas de beneficio habilitadas, adicionales a la de La Fazenda en Puerto Gaitán (destinada a su propia producción), Bogotá se constituye en el epicentro para el beneficio legal de porcinos producidos en el Meta, así como el principal consumidor de esta producción. En Bogotá se benefician 720 animales por día provenientes de dicho departamento (66 toneladas de carne, volumen que no incluye las 80 toneladas de canales refrigeradas y piezas despostadas, propias de La Fazenda. Cerca de 34 % del beneficio de porcinos y la carne de cerdo que se comercializa en la capital del país procede de granjas y empresas localizadas en el departamento del Meta y municipios de Cundinamarca aledaños a esta zona.
“Con el cierre de la vía Bogotá-Villavicencio se han incrementado los costos de transporte del cerdo en pie en 61 %, y de la carne de cerdo en 85 %, que corresponden en promedio a $100 millones por día, y aumento de las mermas por las mayores distancias entre la granja y la planta de beneficio, afectando a toda la porcicultura del Llano, con lo cual urgen medidas de salvamento para el sector en la región”, dijo Jeffrey Fajardo López, presidente ejecutivo de Porkcolombia.
Fedepalma
La agroindustria de la palma de aceite de los Llanos acumula pérdidas que oscilan entre $4.800 y $7.200 millones al mes, representadas por los sobrecostos en los fletes, que fluctúan entre $80 mil y $120 mil por tonelada, dependiendo de la subzona de producción donde esté ubicada la planta procesadora. Los tiempos de entrega del aceite de palma en Bogotá, han pasado de seis a dieciocho horas. El promedio mensual del volumen de aceites de palma y palmiste comercializado es de cerca de 56 mil y 3.750 toneladas, respectivamente, que corresponden a unos $125 mil millones, y equivalen a cerca de 1.870 viajes mensuales. (Lea: Cierre de la vía al Llano genera grandes pérdidas en el sector porcícola)
Algunas peticiones al gobierno nacional: a) Implementar la universalización de las operaciones de estabilización de precios del FEP Palmero a todas las ventas de aceite de palma en el mercado local, independientemente de su origen. b) Aliviar el sobrecosto actual de los fletes, con un apoyo directo de $100 mil por tonelada de aceite trasportado. c) Establecer condiciones especiales de financiamiento para el uso de Certificados de Depósito de Mercancías para el almacenamiento de aceites de palma y de palmiste. d) Poner en marcha una línea especial de crédito para la financiación de infraestructura de almacenamiento de aceites de palma y de palmiste y sus productos derivados en los Llanos Orientales.
Fenavi
Por la vía Bogotá-Villavicencio se mueven 450 vehículos cada semana, los cuales transportan 2.300 toneladas de alimentos para las aves, 1.200 toneladas de pollo con destino la ciudad de Bogotá, 250 toneladas de subproductos de plantas de proceso y 700 mil pollitos de un día de nacidos. En otras palabras, toda esta cadena avícola padece los rigores del cierre de dicha carretera.
Después del kilómetro 58, donde se produce el cierre de la vía al Llano, funcionan 80 granjas, cuya población es de 1.6 millones de pollos de engorde y 295 mil gallinas ponedoras. Además, existen 7 plantas de beneficio de pollo. Igualmente, otras 219 granjas se encuentran en una delicada situación en los municipios cundinamarqueses de Chipaque, Ubaque, Cáqueza, Fómeque, Fosca, Quetame y Guayabetal, ya que surten a los mercados internos de los Llanos Orientales, y tampoco tienen cómo mover los productos y recibir los insumos que son vitales para el normal desarrollo de la industria avícola. (Lea: Derrumbe en vía Bogotá – Villavicencio genera alto impacto en la economía del país)
Si bien la vía alterna permite la movilización de los productos avícolas, el tiempo de los desplazamientos y los costos de flete son demasiado onerosos. Mientras que el viaje entre Villavicencio y Bogotá́ por la carretera central toma 3 horas, por las vías alternas el tiempo estimado oscila entre 8 y 16 horas. Ahora bien, por el corredor de la transversal del Sisga, solo se permite el paso de camiones que no superan las 17 toneladas de carga. Las perdidas, de acuerdo con los registros de Fenavi, ascienden diariamente a $126.936.922 por sobrecostos, que asumen directamente los productores.
Fuente: Revista Nacional de Agricultura.
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