162 días completa el dolor de Soraya tras secuestro de su esposo

Los días de la familia Ayala Gómez dejaron de ser normales desde el pasado 21 de febrero. Ese día la vida de las 6 personas que componen el núcleo familiar dio un giro de 180 grados y empezaron a padecer en silencio el drama del secuestro. La víctima fue la cabeza del hogar: Jesús Emilio.   Ese día, que no quisiera ser recordado por nadie en la casa, fue cuando un grupo de hombres se lo llevó de la finca. El predio está ubicado en Salazar de las Palmas, una población netamente ganadera y agrícola que está a 56 kilómetros de Cúcuta, capital de Norte de Santander.   Esos últimos instantes previos al plagio son vagos para Soraya Gómez, esposa de Emilio, como ella le dice y con quien ha compartido 28 años de matrimonio. De esa unión resultaron 4 hijos. Doña Soraya, con voz pausada dice que su esposo estaba sentado en una silla tomándose un café, una bebida que no le podía faltar tras el almuerzo que por lo general siempre era tarde, porque su compañero primero hacía las labores de la finca antes de comer con calma. (Lea: Muchos delitos y pocas denuncias, la constante en Colombia)   “Él estaba tomándose su tinto y llegaron 2 señores encapuchados. Lo encañonaron y se lo llevaron en la camioneta que él tenía. No dijeron nada, ni se identificaron. Lo secuestraron sin ninguna explicación”, dice doña Soraya, quien me cuenta que su esposo no tenía enemigos. “Ni el hecho de haber sido el alcalde de Salazar le generó rencillas con nadie, por ahí diferencias, pero no personas que fueran capaces de hacerle daño”, añade.   Tras el plagio, los días son más largos, más tristes, hasta extraños para los Ayala Gómez. Los hijos de Soraya en silencio y con mucha madurez, como ella cuenta, han logrado soportar la incertidumbre que les genera saber que su papá lleva más de 150 días sin estar en la casa. El drama es más fuerte para ella, ante la ausencia de su amigo, compañero, pareja y complemento. (Lea: Secuestro, prostitución y verano golpean a La Guajira)   Soraya describe su relación con Emilio como muy buena, como cualquier matrimonio. Con días buenos y otros no tantos, pero gracias a la dedicación, esfuerzo, amor y trabajo han salido adelante. Eso les ha permitido darles todo a Camila Andrea, José María, José Ricardo y Santiago José.   “No es fácil asumir todo esto que ha pasado. Todo el tiempo lo extraño, no es sencillo acostarse o levantarse todos los días sin ver a Emilio. Eso me hace mucha falta, verlo ahí junto a mí. En mi corazón hay una soledad muy profunda”, me cuenta doña Soraya quien sigue con voz pausada, asumo que la tristeza la invadió en ese momento y contuvo las lágrimas. (Lea: 15 hechos que revelan que la inseguridad se apoderó de Santander)   A esa tristeza, a esta mujer de 51 años, le duele saber que desde hace 3 meses no tiene ninguna prueba de su esposo. La única muestra de que Emilio estaba vivo la recibió el 9 de marzo, allí lo vio en video. Luego en abril le hicieron una llamada, pero los captores no se identificaron ni dijeron a qué organización pertenecían. Desde ahí, solo implora a Dios por el bienestar de su pareja.   “Todos los días lo tengo presente en mis oraciones, pido porque esté bien, que nada malo le pase y que vuelva pronto. Además, él es muy piadoso, entonces sé que él debe estar aferrado a la oración para volver pronto”, añadió. (Lea: Capturan a secuestradores de ganadero cesarence)   Al preguntarle por la gente de Salazar de las Palmas y su relación con quienes en el pasado fueron gobernados por don Jesús Emilio, sostiene que prefirió no volver a la población y quedarse en Cúcuta, pero agradeció a quienes han orado y elevado peticiones al cielo por la libertad de su esposo.   Al final nos despedimos y me agradece que la hubiera llamado, percibo que al haberme contado su drama, pudo liberar un poco ese dolor que la agobia y que por ahora, no tiene un final feliz. (Lea: Cayó banda dedicada al secuestro de ganaderos araucanos)