¿Qué debe saber sobre metales pesados como cadmio en fertilizantes?

El año pasado entró en vigor de la prohibición de comercializar en la Unión Europea (UE) fertilizantes de fosfato con más de 60 miligramos de cadmio por kilo. Esto se da en un momento difícil para el sector agropecuario, con problemas de producción y mayores exigencias de sostenibilidad.

Milton César Hernández Rivera, director técnico comercial de Abonos Integrales Mi Granja Ltda. y profesor en universidades como la del Tolima y la UIS, explicó que el tema en Colombia se viene hablando desde un tiempo, pero especialmente la última edición de Chocoshow 2022, tras la cual los productores de fertilizantes fueron convocados para controles de calidad.

«Es algo que hay que empezar a mostrar porque puede que estén trabajando con biotecnología para inhibir la toma de cadmio pero si en los manejos agrícolas tradicionales estamos llevando el problema a nuestras fincas, estamos empeorando la situación. Y esto no solo en la parte agrícola, el sector ganadero también va a estar involucrado y va a entrar en la cadena trófica y el metal pesado nunca va a salir», apuntó.

El experto indicó que aún no es claro por qué los fosfatos que se extraen de los yacimientos y se usan para la elaboración de fertilizantes están ligados a fosfatos, aunque es claro que la génesis de los materiales rocosos fosfóricos incluyen cadmio y otros materiales pesados. (Lea en CONtexto ganadero: El IICA lidera proyecto de Cadmio en cacao)

Por ejemplo, este artículo replicó la revelación de fuentes de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (Anffe), que precisaron que mientras que la roca fosfórica procedente de Rusia es baja en cadmio y es «la principal fuente de abastecimiento posible para los productores europeos», la roca de los países del norte de África tiene en general contenidos más altos.

«Tenemos que revisar la concentración del cadmio porque en nuestras primas aparece como no detectable hasta 20 o 21 partes por millón, pero está por debajo de lo que la norma técnica colombiana nos permite y el reglamento europeo al que también aplicamos como productores de fertilizantes. A cada uno nos corresponde mirar de dónde obtenemos las materias primas para revisar estos contenidos», anotó Hernández.

El profesor enfatizó que la alta concentración de cadmio no es un tema que solo atañe a cierto sector, sino que involucra a toda la cadena a nivel mundial. En uno de los ejemplos que dio, reveló que las aves en nuestro país se alimentan con concentrados elaborados a partir de soya y maíz, que son cultivos que en su mayoría son importados. En estas cosechas puede haber rastros de cadmio elevados que ingresan a la cadena alimenticia cuando son consumidos por las aves y luego nosotros consumimos pollo o huevo.

«Hemos observado que muchas veces se eleva el contenido de cadmio en el producto final, siempre dentro de la norma, lógicamente, pero ya viene en la carga del alimento concentrado, ya se metió en la cadena trófica», advirtió. (Lea en CONtexto ganadero: Mezquite, para limpiar suelos contaminados con metales pesados)

El director técnico comercial de Abonos Integrales Mi Granja reiteró que las autoridades sanitarias deben ejercer un mayor control en los niveles de cadmio para evitar la contaminación de los campos e impedir que este metal pesado ingrese en la cadena alimenticia.