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Por - 26 de Octubre 2017
Expertos nos explican por qué ya no funciona el religioso tiempo de descanso de las praderas tasado en un valor fijo de días.
Expertos nos explican por qué ya no funciona el religioso tiempo de descanso de las praderas tasado en un valor fijo de días. Mucho se ha hablado sobre el momento óptimo del pastoreo, desde tiempo atrás la cultura y por corrientes comerciales la cultura del pastoreo ha sido sacrificada siempre por los días de rebrote, de tal forma que el criterio que se tenía anteriormente era el tiempo de descanso de la pradera expresado en días, siendo un valor fijo religioso (35 días, 45 días, 70 días, etc.) y sin tener en cuenta las variables climáticas anteriormente mencionadas. Es así que las producciones de leche basaban su programación de praderas para todo el año en función de los días de descanso de los potreros ocasionando bajas producciones de leche por el indiscriminado uso del forraje y con efectos secundarios como la degradación de las praderas. Así empiezan las explicaciones de Iván Dario Calvache y Alexander Navas Panadero* de la Universidad de La Salle, descritas en su artículo “Uso eficiente de las praderas para optimizar la producción y calidad de forraje”, en el que hacen énfasis en la necesidad de conocer la dinámica de crecimiento de la pradera como una forma indirecta de calcular el momento del pastoreo. (Lea Carta Fedegán 140). Explican que en ese momento se optimiza la deposición de nutrientes con relación a la disponibilidad de forraje, y se asegura el rebrote de la misma en la próxima cosecha, permitiendo de esta forma proyectarse en el año y en la capacidad de carga de la finca. Por lo tanto, conocer el crecimiento de las praderas es importante para determinar el momento óptimo del pastoreo, de tal forma que se debe establecer como criterios de pastoreo momentos prácticos, medibles fácilmente en la finca y que reflejan lo que está pasando con los nutrientes de la planta., dejando así a un lado el simple criterio de pastoreo por número de días de descanso de la pradera. Criterios de Pastoreo • Número de Hojas vivas. En este sentido, es importante recordar que las gramíneas presentan su mejor contenido nutricional en estado vegetativo en el momento en el que cada macollo en el caso de Rye Grass, alcanza a tener tres hojas vivas, totalmente expandidas y fotosintéticamente activas y para el Kikuyo cada estolón en sus yemas alcanza a tener cinco hojas vivas, totalmente expandidas y fotosintéticamente activas, lo anterior demuestra que para el caso del Rye Grass cuando empieza a nacer las cuatro hojas, la primera empieza a morir, la cual debió ser con- sumida por el animal porque son nutrientes que se están perdiendo, para el caso del Kikuyo. Pasa lo mismo cuando empieza a aparecer la sexta hoja viva nueva, la primera está muriendo y existe una pérdida de nutrientes en la planta, porque las hojas que están en el medio de la primera hoja que está muriendo y la nueva hoja que está saliendo, siguen su proceso normal de crecimiento volviéndose más maduras y disminuyendo su contenido nutricional. Señalan los expertos, de acuerdo a estudios realizados, que el mejor contenido nutricional de la pradera compuesta por Rye Grass + Kikuyo, se presenta cuando los macollos han llegado a tener tres hojas vivas, de ahí en adelante, la calidad nutritiva de la pradera empieza a disminuir, pero el número de hojas empieza a aumentar, demostrando que el mejor balance entre calidad nutritiva de la pradera y volumen de forraje es en tres hojas vivas. • Altura de la pradera La altura de la pradera es uno de los criterios más fáciles de medir, pues con que se realicen unas mediciones manuales desde el suelo hasta la parte superior de la última hoja nacida y se estandarice un sistema de medida como el tamaño de las botas del operario o simplemente una barra medidora, funciona muy bien para programar el pastoreo, pues existe una relación del 95% de confianza que cuando las praderas polifíticas alcanzan una altura entre 15 y 20 cm de altura, cada macollo tiene entre 2,5 y 3 hojas vivas lo cual está asegurando la máxima calidad nutritiva de la pradera sin perder el desbalance entre contenido nutricional y biomasa forrajera. • Kilogramos de materia seca por hectárea En concordancia con el número de hojas vivas y altura de la pradera, entra a jugar el último criterio de pastoreo y tal vez el más importante para programar el modo de pastoreo, pues los Kilogramos de materia seca por hectárea me permiten programar mis tiempos de pastoreo y mis áreas de pastoreo, donde, estudios en Nueva Zelanda, sur de Chile y en Colombia realizados por la Universidad de La Salle, han demostrado la correlación fuerte que existen entre estos tres criterios de pastoreo, denotando que bajo esa altura y ese número de hojas vivas en praderas polifíticas se puede encontrar una producción de 2.200 y 2.300 Kilo- gramos de materia seca por hectárea, los estudios se han realizado utilizando nuevas técnicas de aforo, como lo es el “Rising Plate Meter”, el cual es una técnica no destructiva, de fácil uso y con un grado de confiabilidad del 90%, claro está previamente estandarizado para praderas de trópico alto. Consideraciones finales Por todo lo anterior, queda demostrado que la calidad nutritiva de la pradera depende netamente de la velocidad de crecimiento de la misma, y la velocidad de crecimiento depende directamente de las condiciones climáticas ambientales, de tal forma que, los únicos criterios constantes van a ser el número de hojas vivas, altura de la pradera y Kg de MS por hectárea, los cuales se pueden lograr en un número indeterminado de días, pues estos criterios dependen de las condiciones climáticas que no son las mismas durante el año, por lo tanto queda con poca virtud tener días fijos de descanso de la pradera para el próximo pastoreo. Para establecer los criterios de pastoreo en las unidades productoras de leche con base alimenticia la pradera en primer lugar, se debe tomar la altura de la pradera, luego se procede a medir directamente unos 5 a10 macollos en todo el potrero a pastorear y se constata cuantas hojas vivas tiene, y si se cumple con los criterios anteriormente establecidos, es el momento óptimo de pastorear. Sí se tiene los animales en otro potrero que cumplió simultáneamente con los mismos criterios, se debe tomar la decisión de cosecharlo con máquina y conservarlo, que posteriormente servirá como una fuente de suplementación para los animales, y lo mejor, es que el corte le hace más saludable la pradera y asegurará la persistencia de la misma pues de conservar los criterios de corte siempre se mantendrá en estado vegetativo. *Iván Dario Calvache García, Z, MSc Producción animal. Docente investigador de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad de La Salle - [email protected]. Alexander Navas Panadero, MVZ, MSc Agroforesteria Tropical. Docente investigador de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad de La Salle. Email: anavas@ unisalle.edu.co. Rafael Guillermo Ardila Guzmán y Laura Charry Cediel, Zootecnistas, Facultad de Ciencias. Agropecuarias, Universidad de La Salle.
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