Turismo de vacas, un negocio que promete rentabilidad para los ganaderos

En el noreste de Inglaterra, específicamente en la granja Dumble, algo extraordinario está ocurriendo. Este lugar no solo atrae a turistas en busca de productos lácteos, sino a aquellos que buscan una experiencia única: abrazar y acariciar a majestuosas vacas de la raza Highland. La granja, dirigida por Fiona Wilson y sus colaboradores, ha encontrado en estas sesiones de mimos una inesperada fuente de ingresos que no solo beneficia económicamente, sino que también ofrece un escape terapéutico a quienes participan.

El innovador concepto de sesiones para acariciar vacas en la granja Dumble nació en febrero de este año, cuando los propietarios se dieron cuenta de que los desafíos económicos que enfrentaban no se resolverían sin una acción concreta. Fiona Wilson, en una entrevista con la AFP, explicó que algunas personas buscan el contacto con perros, gatos o caballos, pero para otros, la serenidad se encuentra en la compañía de vacas. "La gente viene buscando estar bien. Estar en compañía de animales alivia la ansiedad, es casi como una terapia", añade.

La experiencia va más allá de los abrazos y caricias a las imponentes vacas Highland. También incluye actividades educativas sobre la agricultura sostenible, proporcionando a los visitantes un vistazo a la vida en una granja y fomentando la conexión con la naturaleza. Parejas, familias y amantes de las vacas de todo el Reino Unido se han visto atraídos por esta propuesta única. El éxito ha sido tal que el espacio se reserva con meses de antelación, con un precio de 50 libras esterlinas por persona, más de 250 mil pesos colombianos.

La situación de los ganaderos en Reino Unido se complica

La granja Dumble, como muchas otras en el Reino Unido, se vio afectada por la caída de los precios de la leche y la inflación creciente. Decenas de miles de ganaderos abandonaron el sector en las últimas décadas, según un informe. En 1950, el Reino Unido contaba con 196 mil granjas lecheras, una cifra que se redujo a 35 mil en 1995. La crisis actual ha llevado a que solo queden alrededor de 7.500 productores de leche, según el Agriculture and Horticulture Development Board.

Frente a esta situación, Fiona Wilson y sus socios tomaron la decisión de diversificar sus actividades en enero de 2022. Vendieron la mayoría de su rebaño, manteniendo solo cinco vacas que consideraban verdaderas amigas, con sus personalidades apacibles y amigables.

Así arrancó la transición a las sesiones de caricias y prepararon las vacas durante meses para esta nueva actividad. Hoy, los animales parecen disfrutar de su papel como terapeutas no convencionales. Fiona Wilson destaca la curiosidad de las vacas, su interés genuino por las personas que vienen a visitarlas, creando así una experiencia única y enriquecedora para ambos, visitantes y animales.

La granja Dumble no solo ha encontrado una forma creativa de sostenerse económicamente, sino que ha creado un espacio donde la conexión con la naturaleza y la terapia a través de la interacción con animales se entrelazan de manera armoniosa.