Más de 5,3 millones de bovinos y bufalinos alcanza el II Ciclo de Vacunación contra aftosa, en su segunda semana
PorCONtexto ganadero-18 de Noviembre 2024
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Por - 11 de Enero 2018
En las ganaderías de clima frío, los productores introdujeron especies de pastos con altos niveles de proteína para mejorar la calidad composicional de la leche, pero con bajo contenido de fibra. Aquí le mostramos algunas alternativas para suministrar este nutriente.
En las ganaderías de clima frío, los productores introdujeron especies de pastos con altos niveles de proteína para mejorar la calidad composicional de la leche, pero con bajo contenido de fibra. Aquí le mostramos algunas alternativas para suministrar este nutriente. Jorge Ramos, zootecnista y experto en nutrición bovina, explicó que los pastos nativos del trópico alto, como el poa o el azul orchoro, tienen alto nivel de fibra y bajo en proteína. En cambio, con la introducción de otras especies, como el ryegrass, se invirtió la proporción. “En las zonas altas, se cultivan pastos mejorados, que tienen exceso de proteína pero no tienen fibra para suplementar la energía que los ganados necesitan cuando hacen la digestión”, precisó. (Lea: Conozca cuánta energía necesitan sus vacas para producir leche) En este sentido, el productor debe suplementar con alimentos energéticos o fibrosos, pues de lo contrario se pueden presentar heces líquidas, impactación del rumen u otras enfermedades que pueden afectar la productividad de los animales. Algunos alimentos que contribuyen a brindar energía van desde las especies leguminosas como las avenas, pasando por los residuos de cultivos de tubérculos u hortalizas que se suministran directamente o en ensilaje, o también los afrechos y las cascarillas. La opción más común es el uso de concentrados, productos como el glicerol, que han probado ser una fuente importante de energía para el ganado, tanto de carne como de leche. (Lea: Suministro de glicerol mejora productividad en ganadería de carne) Mientras que Ramos, aprovechando los elementos disponibles en la finca, apeló a la elaboración de bloques multinutricionales para proporcionar los nutrientes que los pastos nativos o los mejorados no pueden brindar. “Yo hago los bloques con residuos de cosecha, pajas y demás materiales que se encuentren en la zona. Algunos se usan para suplementar energía, pero en trópico alto, cuando hay pastos nativos, se puede adicionar urea o materiales nitrogenados para suplementar la proteína que es deficiente en estos pastos”, señaló. El experto reconoció que el clima frío y la humedad relativa no ofrecen las condiciones adecuadas para la conservación de forrajes, por lo cual los productores compran los henos de regiones más cálidas. (Lea: Avenas forrajeras, alternativa nutritiva en trópico alto) Si no tiene recursos para adquirir henos o concentrados, el zootecnista recordó que se pueden ofrecer residuos de papa, que se deben picar previamente para evitar la obstrucción de las vías respiratorias. Finalmente, hay leguminosas como la avena: “Se pueden cultivar avenas en zonas altas. Hay algunas de 3 meses, como la avena Cajicá, que da 3 o 4 cortes en el año y se debe suplementar como fuente de fibra y energía, teniendo cuidado de no usarla sola porque puede generar desbalances en los niveles de calcio y fósforo”.
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