Más de 5,3 millones de bovinos y bufalinos alcanza el II Ciclo de Vacunación contra aftosa, en su segunda semana
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Por - 21 de Marzo 2017
Sin importar el tamaño del hato que tenga un ganadero, es importante que realice un manejo inteligente de los animales teniendo en cuenta variables como la tasa de reemplazo y la de descarte. De acuerdo con Felipe Aristizábal, médico veterinario, zootecnista y experto en lechería especializada, los animales adultos son los que generan dinero y más específicamente los que se encuentran en ordeño. "Dentro de ese grupo de animales se encuentran aquellas vacas que están en producción y las secas. Lo recomendable sería que las últimas solo duraran 60 en este periodo, es decir, 2 meses en el año", explicó. (Lea: La ecuación de la ganadería: nutrición, manejo, sanidad y genética) Indicó que independientemente del tamaño del hato de la finca, en un mundo ideal, el 83 % de las vacas deberían estar dando leche en producción, y el 17 % restante secas. Aristizábal aclaró que como las vacas no duran toda la vida, se necesitan animales de reemplazo y ahí es donde también empieza a jugar un papel importante el concepto de tasa de descarte. En ese sentido, dijo que se debe analizar cuántos animales se necesitan en levante para reponer el hato, lo que dependerá de la edad de descarte de la vaca.
"Si las vacas son muy longevas, y la tasa de descarte está entre 10 y 12 años, eso quiere decir, que se necesitará menos inventario de levante, pero si se eliminan animales muy jóvenes, se requerirán más ejemplares de reemplazo", aseveró. (Lea: Vacas desnutridas: menos partos y poca leche)
Según el experto, el número de animales en levante o de reposición también depende del promedio de edad del primer parto, del intervalo entre preñeces y de la tasa de mortalidad de las cría y de las vacas. En la medida en las que los indicadores anteriormente mencionadas sean muy buenos, se precisarán menos animales de reemplazo y los costos hacia el levante serán inferiores. "Cuando se realiza este tipo de análisis y manejo se puede tener una mejor proporción del inventario para fines productivos y de esa manera trabajar para contar con uno ideal", comentó. Aquellas fincas que cuentan con más animales de reposición, que en producción, invierten la estructura del hato y la única manera que tienen de sobrevivir, es empezando a vender las vacas. (Lea:Las vacas requieren restaurar su balance en el posparto) Por su parte Hernando Baranoa Sastoque, médico veterinario - zootecnista, indicó que cuando se conoce muy bien con que tipo de animales se cuenta en la finca, resulta mucho más fácil saber a donde se quiere llegar. "Los ganaderos deben llevar la información de cada uno de sus ejemplares de manera individual; por ejemplo, realizar controles de peso, registrar fechas de nacimientos, edad del primer servicio y parto, entre otras", detalló. Baranoa señaló que sin importar si el hato es pequeño, mediano o grande, lo ideal es manejar tasas de descarte entre el 10 y el 15 %, esto teniendo en cuenta las vacas que no alcanzan un buen desarrollo o no logran quedar preñadas. La recomendación para los productores es a que tengan un inventario consolidado y evalúen su ganado. (Lea: Manejo animal se debe modernizar ante cambio ambiental) En el momento en el que un ganadero conoce todas las variables de su finca, podrá tomar las mejores decisiones y aumentar el desempeño productivo de cada animal.
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