¿Qué dicen los índices reproductivos en una ganadería, más allá de las metas tradicionales?
PorCONtexto ganadero-29 de Octubre 2024
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Por - 12 de Diciembre 2016
Cuando usted no disponga de la comida habitual para sus rumiantes, ya sea el tradicional pasto o las alternativas de suplementación de otros cultivos, puede recurrir a este tipo de productos que le servirán para sostener el ganado. Al elegir un alimento distinto al que habitualmente consume el bovino, se debe tener en cuenta que el fin de esta comida no es otro que el sostenimiento del animal mientras puede volver a tener acceso al pasto, su fuente básica y natural de nutrientes. Lo que se busca es suplir los requerimientos energéticos, proteínicos y de minerales que tienen los rumiantes, con el fin de que prolongar su vida productiva. (Lea: Criterios importantes a la hora de elegir subproductos para el ganado) Cuando falta el forraje, los ganaderos apelan a fuentes tradicionales de suplementación, como los silos de maíz o caña de azúcar, los henos, los bloques multinutricionales, la melaza, las sales mineralizadas, los concentrados o el Mezclagán. No obstante, estos productos pueden resultar muy costosos para los ganaderos, sobre todo si se tiene en cuenta que la gran mayoría de materias primas que se emplean en la elaboración de los concentrados deben ser importadas. Cuando un ganadero evalúa el costo de un suplemento, se ve obligado a estimar una serie de variables para cuantificar su valor real. (Crónica: Vacas lecheras son alimentadas con chitos, maní y galletas) Por eso, debe sumar el precio del suplemento, su costo de intermediación, los intereses, los fletes, el almacenamiento del material, las pérdidas que ocurren en cualquier etapa de transporte y el suministro que finalmente se hace al ganado. Todo esto suma el valor real de esa alternativa de alimentación. Esto hace que los pequeños y medianos productores recurran a fuentes de alimentación que no son convencionales, pues se consideran medidas extremas en la mayoría de casos. Subproductos industriales En el momento de evaluar un subproducto que servirá como suplemento, no olvide hacer una evaluación previa de indicadores como porcentaje de materia seca (MS), proteína cruda (PC), energía, fibra detergente neutro (FDN) y minerales. Así las cosas, cuando uno se fija en los desechos de los procesos industriales puede encontrar productos que cumplen con algunos de los requerimientos básicos de alimentación bovina y que podrían suministrarse al ganado sin temor a que sea rechazado. El especialista en nutrición bovina Luis Cuadros Moreno sostuvo que la suplementación aporta materia seca en épocas de escasez e incrementa la producción en el corto plazo, mientras que en el mediano y largo, mejora la condición corporal, la reproducción y las lactancias. “La vaca moderna dirige gran parte de los nutrientes suplementarios hacia la producción de leche y no hacia la restitución de sus reservas, por eso es una solución parcial”, indicó. (Lea: Sobrantes de restaurantes se transforman en comida para ganado) Las alternativas agroindustriales provienen del algodón (cáscara y semilla), arroz (harina), maíz (gluten, germen y salvado), cervecera (levadura y afrecho), molinera (salvado y mogolla de trigo) o panificadora (pan, melaza). También se puede dar la pulpa o los residuos de las frutas, el suero de la leche, la vinaza que resulta de la producción de etanol o las tortas de algodón o soya que resultan de la fabricación de aceites (aunque este tipo de alimentos ya son comunes en las ganaderías del país). De acuerdo con el experto, los alimentos con una proteína superior al 20 % son la torta y la semilla de algodón, el afrecho de la cervecería y la urea. La torta de algodón puede tener hasta el 44 % de proteína cruda y el afrecho entre un 24 y 27 % de PC. Hay otros productos como el girasol y la canola que dan 38 %, el gluten feed de maíz 23,5 %, el germen de malta da 28 %, o el fríjol de soya extruido que da hasta 40 % de PC. (Lea: 5 estimulantes que abrirán el apetito de sus bovinos) Aquellos que tienen un porcentaje entre 12 y 20 % son la harina de arroz, el salvado de trigo, el palmiste expeler y el palmiste solvente. Estos 2 últimos registran niveles entre el 14 y 17 % de PC. Aunque la proteína cruda no es el único parámetro que sirve para conocer la calidad nutricional de un alimento, sí es un buen indicador del aporte que podría hacer al bovino cuando tenga deficiencias en estos nutrientes. Los alimentos más curiosos Ahora bien, los productos mencionados son generalmente utilizados como materias primas de concentrados, así que la gran mayoría de ganaderos ya lo ha utilizado en alguna ocasión. En cambio, hay otra clase de comidas que resultan mucho más inusuales en la dieta habitual de los bovinos. Tal es el caso de los cítricos, los residuos de clavel, las pastas, la salsa de tomate, la mayonesa, las sopas en polvo, los dulces, el chocolate, la zanahoria y los residuos de aves, cerdos o bovinos. En el caso de los cítricos, como la naranja o la mandarina, se ha comprobado que los rumiantes reciben la pulpa fresca o deshidratada junto con la cáscara, pues tiene una digestibilidad del 80 %. Según un trabajo realizado por el experto en nutrición bovina Eduardo Abondano, en promedio, las cáscaras de naranja tienen un contenido de MS de 18,83 % y una PC de 7,71 %. El autor del estudio recomendó secar este subproducto 10 días antes de su uso y mantener el pH por debajo de 4,5. Añadió que los ensilajes de cítricos alimentados a los 60 días con pH de 3,2 son de excelente calidad y de adecuadas características organolépticas y de alta aceptación por parte de los rumiantes. Pero también hay otros ingredientes menos convencionales que han demostrado un buen rendimiento cuando lo consume el ganado. (Lea: Nutrición del ganado: más que dar pastos, agua y suplementos al azar) Por ejemplo, los residuos de galletas se pueden transformar en harina que aportan 9,2 % de proteína bruta, PB, y 46,5 % de almidón, un indicador significativo de energía. La harina de trigo ofrece 30 % de almidón y 15,3 % de PB, así como 29 % de FDN, en tanto que los productos de panadería ofrecen una PC de 12 % y una FDN de 14 %. Asimismo se puede elaborar harina de las pepas de aguacate, que contienen una PC de 20 % y fibra cruda (FC) de 19 %. En este aspecto, la pulpa de la zanahoria tiene 23 % y FDN de 40 %, aunque solo 6 % de PC. En cuanto al tomate, se puede suministrar seco y convertido en harina o como salsa. Sus contenidos son de 23 % para PC, 55 % para FDN y 64 % de Nutrientes Digestibles Totales (NDT). O incluso puede ofrecer café molido, que tiene PC de 13 % y FDN de 77 %. Cuadros comentó sobre una hacienda dedicada a la lechería especializada en Quindío que entre los ingredientes que componen la dieta de los rumiantes está la mayonesa. De otro lado, en Huila, el ganadero Miguel Polanía ofrece chitos, papas de paquete y maní que no se venden en las grandes superficies porque superaron la fecha de caducidad pero aún no son considerados dañinos. “El alimento es crocante. Yo pico el pasto y pongo encima los chitos o lo que tenga que me regalan con fechas vencidas, que no pasan los 6 meses”, expuso el ganadero. (Lea: 5 consejos para elegir suplementos ideales para su hato ganadero) Así pues, si usted no tiene pastos y no tiene opción de ofrecer a sus ganados otro tipo de alimento, estas alternativas son ideales por su bajo costo y por sus contenidos nutricionales que le permitirán sostener a su ganado mientras vuelven a crecer los forrajes.
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