La descarga animal es la solución para tener buenos pastos

La sobrecarga animal y en consecuencia el sobrepastoreo son enemigos del negocio pecuario en todos los rincones del mundo, especialmente en coyunturas climáticas como las actuales en las que la sequía se ha prolongado durante varios meses.   Elco Blanco Madrid, experto en manejo de semovientes en tiempos adversos y propietario de Agro Cultura Empresarial de Chihuahua, México, habló para CONtexto Ganadero sobre las medidas que los ganaderos en Colombia pueden seguir para mejorar los rendimientos productivos y reproductivos de sus hatos en tiempos de sequía y en cualquier época del año. (Lea: 3 pesadillas que padece el ganado por sobrecarga alimenticia)   Con el uso tecnificado del suelo y sus praderas, indicó Blanco Madrid, los ganaderos tendrán pasturas frescas los 365 días del año.   Con base en eso, la acción a ejecutar, en primera medida, es hacer una evaluación de la carga animal cada año, con relación a las precipitacines que hayan caído en ese periodo de tiempo en el predio. El ganadero descartará los bovinos menos productivos.   La estrategia de descarga animal y de evitar el sobrepastoreo permite que los forrajes no se desgasten y pierdan contenido proteico y mineral. Es una medida con doble función: se protegen el suelo y praderas y se alimenta el ganado cada día del año, hasta que de nuevo llegue la temporada de lluvias.   CONtexto Ganadero (CG): ¿Qué manejo se debe dar al ganado bovino en tiempos de sequía como los que vive Colombia?   Elco Blanco Madrid (EBM): El problema de la sequía es general en México y en todos los países que comparten áreas desérticas o semidesérticas, donde la distribución de la lluvia es errática, en ocasiones menor de 600 milímetros al año.   Esto hace que los pastizales o praderas sean muy frágiles. Se deterioran fácilmente cuando no reciben un uso adecuado, debido principalmente a que el pastoreo es continuo y los animales permanecen todo el año en el mismo lugar, situación que no permite la recuperación de los pastos más apetecidos por el ganado.    En situaciones de sobrecarga animal también reciben uso excesivo los pastos de menor preferencia por el ganado. (Lea: Nutrición y reproducción en ganado de leche en sistema de pastoreo)   En términos generales, las situaciones de sequía se pueden mitigar en gran medida o prácticamente eliminar, a mediano o largo plazo, dando los siguientes pasos:   Determinar la capacidad de carga animal cada año al finalizar la época de crecimiento de los pastos.En este punto podemos evaluar cuánto forraje queda en el campo para alimentar al ganado el resto del año o época de poco o nulo crecimiento de ellos.   Si el volumen de forraje es inferior al necesario para alimentar el número de animales con que se cuenta, lo más recomendable es deshacerse de los que sobren y se les pueda garantizar el alimento a los que quedarán en el predio. Esto da oportunidad de hacer una selección de animales y desechar los improductivos, de bajo rendimiento y en ocasiones hasta algo de lo bueno que se tiene.   Observar, minuciosamente, durante la temporada de crecimiento de los pastos, el grado de utilización que se está haciendo, si este es igual o mayor a la tasas de crecimiento (producción de forraje).   Establecer períodos de empadre y partos acordes a la variación de la cantidad y calidad del forraje. (Lea: 5 formas de manejar bovinos expuestos a más de 30 °C)   No se puede indicar fechas, pero se recomienda que las vacas estén sin amamantar becerros, cuando los requerimientos nutricionales son más bajos, durante la época más crítica del año, con base a la calidad del forraje.   Los partos se deben dar durante la mejor época, cuando los requerimientos de la vaca son más altos, etapa clave para que la res, después de parir e iniciar la lactancia, se preñe lo más pronto posible.   El período de empadre (monta o inseminación) no debe exceder, preferiblemente, los 75 días. Diagnosticar preñez alrededor de 60 días después de retirar los toros.   Eliminar todas las vacas vacías y otras que por algún motivo no sean aptas para permanecer en el hato. Se debe dejar, cuando menos, 85 % de las becerras para reposición para mantener o hacer crecer el hato y poder eliminar todos los animales de baja calidad o productividad.   CG: En Colombia, más de 70 % del hato bovino pertenece a pequeños y medianos ganaderos que no disponen de recursos para construir pozos y cosechar agua, ¿considera que el Gobierno debe ofrecer ayudas a los ganaderos para contrarrestar estos fenómenos climáticos y sobre todo para prevenirlos?   EBM: La situación económica de los productores en general es muy complicada y crítica a la vez. (Lea: 8 normas a considerar en la producción de ganadería ecológica)   En México, antes de 1950 los problemas que se plantean en las preguntas, eran prácticamente inexistentes porque los recursos naturales no estaban sobre explotados, fue precisamente en el período de sequía que se inició en 1953, aunque existieron otros períodos de sequía que desarrollaron acciones específicas, cuando se hicieron evidentes los síntomas del uso inadecuado de los agostaderos y pastizales.   Con los conocimientos de esa época se pensaba que la falta de forraje, la aparición de plantas invasoras y tóxicas se debía a la sequía, fueron varias las acciones que los ganaderos realizaron para solucionar los problemas, desde capacitación de técnicos, hasta la fundación de una escuela de ganadería y un centro de investigación en 1957.   Se realizaron diagnósticos de la situación y se iniciaron acciones para contrarrestar los efectos la sequía, como control mecánico y químico de especies arbustivas y tóxicas, ajuste de la carga animal, diferentes fuentes de alimentación complementaria, manejo y resiembra de pastizales, etc. Actualmente, los problemas y el deterioro de los recursos continúan y se hacen más graves cada vez.   No fue hasta 1987 con la introducción del manejo holístico cuando se empezó a solucionar la problemática, se ha capacitado y asesorado a técnico y productores. En el ámbito nacional se encuentran 600 ranchos y organizaciones de productores que han aplicado cuando menos los planes de pastoreo que les ha permitido tener unidades rentables y sostenibles, mejorando cada día más la cubierta vegetal que hace más eficiente el uso del agua de lluvia.   En Chihuahua se trabaja en más de 60 ranchos que cubren más de 400 mil hectáreas.   Los programas de Gobierno han empezado a tener mayor éxito con la aplicación de mejores prácticas de manejo, así que la ayuda siempre puede ser aprovechada si se cuenta con un equipo de técnicos y productores capacitados y comprometidos con la aplicación de buenas prácticas de manejo o administración integral de los predios.   Las inversiones hechas sin planeación han resultado en un gran desperdicio de recursos oficiales y privados. Por ello, es muy importante que la ayuda del Estado esté enfocadea en la capacitación de productores y técnicos, para que tanto las inversiones privadas como públicas tengan resultados positivos desde los puntos de vista ecológico, económico y social. (Lea: Todo lo que debe saber del ensilaje para ganado bovino)   CG: La sequía que vive Colombia inició con fuerza en 2014 y se extendería hasta mitad de 2016, si vuelven las lluvias a las fincas, ¿qué deben hacer los ganaderos con pocos recursos para sostener sus animales a futuro?   EBM: En primer lugar es necesario fomentar el cambio de paradigmas tradicionales sobre el manejo de la ganadería y los recursos naturales de los cuales depende en más de 80 %.   Hay metodologías modernas basadas en las leyes de la naturaleza que de inmediato, con solo un buen programa de capacitación y con mínima inversión, pueden ayudar a revertir los problemas de la sequía y sus efectos.   CG: ¿Cree que los sistemas silvopastoriles son, como se ha dicho, la alternativa más ecológica a implementar en las ganaderías, en especial en tiempos de sequía?   EBM: La aplicación de muchas acciones de este tipo, en primer término son muy costosas y en algunos casos con pocas probabilidades de que se establezcan y sobre todo que persistan si no se acompañan de una planeación del pastoreo y seguimiento adecuados.   En México tenemos muchas experiencias al respecto tanto en zonas tropicales como áridas y semiáridas, que no son de uso masivo, precisamente por las razones expuestas.   El mejoramiento de los pastizales o áreas de pastoreo, se puede lograr tanto en zonas tropicales de alta precipitación pluvial como en zonas áridas y semiáridas con precipitación baja y errática con la planeación del pastoreo, atendiendo al tipo de ambiente en que se encuentre la unidad de producción; para ello, se usa una escala de humedad que va desde las regiones en las que es constante todo el año, selvas y bosques, a regiones en las que es estacional y errática como desiertos.   Por supuesto, también se consideran regiones con condiciones intermedias. Las herramientas en general son las mismas, pero hay que adecuar, limitar o eliminar el uso de algunas según el medio ambiente en particular.