Conozca algunos índices productivos de importancia económica para los hatos lecheros

Los índices productivos son una referencia básica para conocer la forma como se desempeña una explotación ganadera y de ahí la importancia de llevar un buen registro que permita tomar mejores decisiones.

Para medir y controlar los índices productivos se debe llevar un registro de lo que sucede a diario en la finca de la manera más fidedigna posible pero no basta con ello sino que se deben analizar para saber qué está pasando en la finca.

El ingeniero zootecnista Sergio Olivera, administrador del Establo El Olivar, en Huaura (Perú), señala en el portal actualidadganadera.com, diez índices productivos y reproductivos medibles con certeza a través de buenos registros.

En primer lugar está la detección de celos. Al respecto indica que en el sistema tradicional de “inseminación a celo visto”, la detección es fundamental. No se debería inseminar ninguna vaca que no esté en celo y para ello primero hay que detectarlo.

Para medir la detección de celos hay dos parámetros; diagnóstico de preñez y días al primer servicio. En el primer caso, de todas las vacas sometidas a este tratamiento el 70 % deberían resultar preñadas y de las vaquillonas el 85 %, lo cual constituye una buena eficiencia en la detección visual de celos.

Sin embargo, aclara el profesional, esto no es porcentaje ni tasa de preñez, “es, simplemente, eficacia en la detección de celos. En El Olivar se realizan los diagnósticos de preñez a los 40 días después de la inseminación. En el año 2020 la efectividad fue de 71,03 % en vacas y 94,76 % en vaquillonas. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca los indicadores claves para tener una reproductividad exitosa en su finca)

En cuanto a los días al primer servicio, señala que cada establo tiene su periodo voluntario de espera (PVE) para empezar a inseminar sus vacas después del parto siendo lo más común 60 días. Si es así se supone que a partir del día 61 todas las vacas deberían estar inseminadas, “lo cual es un supuesto imposible”.

Sostiene que el tiempo que se tiene para inseminar después del periodo voluntario de espera es de 21 días, quiere decir que en este caso las vacas deberían estar inseminadas antes de los 82 días después del parto, que corresponden a 60 días del PVE más un día más 21 días del periodo de celo.

Tasa de preñez

Un segundo índice es la tasa de preñez, como medida clave de la reproducción. Es el parámetro que mide más eficientemente cómo están preñando las vacas. Mide dinámicamente la eficiencia reproductiva del hato lechero por cuanto se evalúa cada 21 días y refleja, claramente, los cambios del programa de reproducción, de manera que es posible hacer correcciones sobre la marcha y ver pronto sus resultados.

En los hatos donde se practica la inseminación a tiempo fijo (IATF) la tasa de detección de celos se remplaza por la tasa de servicios por cuanto no se necesita la detección visual,

Vacas preñadas y servidas

El tercer indicar es el porcentaje de vacas preñadas y porcentaje de vacas preñadas más vacas servidas. El administrador señala que un experto israelí indicaba que estaba tranquilo si las vacas preñadas más las servidas eran más del 70 % del total del hato.

Porcentaje de vacas abiertas

La vaca abierta es la que pasado su periodo voluntario de espera no está ni inseminada ni preñada, puede tener muchos días de lactación o haber tenido varios servicios, pero en el momento de la evaluacion está vacía. Se debe procurar que el porcentaje de vacas abiertas sea menor al 10 %. (Lea CONtexto ganadero: Mire y compárese con estos índices de producción en ganadería de carne)

Inventario de la recría

Otro de los indicadores es el inventario de la recría. Aquí es importante que, desde el punto de vista de la reproducción, es mejor tener menos animales vírgenes y más vaquillonas en el circuito reproductivo (preñadas+servidas), y muy pocas vaquillonas de más de 25 meses de edad.

Confort de las vacas

La mayor cantidad de leche se produce cuando la vaca está echada, tranquila, ruminado y descansando cómodamente. En los corrales, del total de vacas que no están comiendo ni bebiendo, el 70 a 80 % deben estar echadas y el 50 % rumiando. En caso contrario, puede deberse a corrales mal diseñados, lodosos, con poca área por vaca, poca sombra, lotes de vacas muy disparejos, entre otros factores.

Estadística de saca

La saca a camal de las vacas de primer parto no debe ser mayor al 10 % del total. En caso contrario las vaquillonas están llegando mal criadas a su primer parto o alojadas en corrales juntas con vacas adultas dominantes que no las dejan desarrollar adecuadamente su primera lactancia.

Días de lactación e intervalo entre partos

Recuerda el autor que la Asociación Nacional de Mejoramiento Lechero de Estados Unidos fijó sus metas a nivel nacional para la raza holstein en 13,6 meses de intervalo entre partos y 175 días en lactación para hatos por encima de 8.700 kilogramos de leche en promedio. Es un hecho que las vacas de segundo parto promedian más que las primerizas y, las adultas más que las anteriores.

Proyecciones por lactancia

Se debe tener en cuenta que las vacas adultas producen más que las jóvenes.

Variación diaria de leche en el tanque

El último indicador es la variación diaria de leche en el tanque debido a que todos los días no se produce ni se despacha, exactamente, la misma cantidad de leche. Esto obedece a varios factores, por ejemplo, se secaron muchas vacas a la vez; en el ordeño de la noche se mezclaron dos corrales y no se ordeñaron varias vacas; se metió un perro y correteó a las vacas. En Estados Unidos consideran una variación normal el 5 % diario, hacia arriba o hacia abajo.