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Foto: CONtexto ganadero.

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Así se trabaja para promover la conservación de razas criollas

Por - 20 de Febrero 2017


Anteriormente, las razas colombianas parecían estar relegadas a un segundo plano a favor de las extranjeras, pero con el pasar de los años, ganaderos y profesionales del sector han demostrado las ventajas de poseer este tipo de ejemplares.   La Asociación Nacional de Criadores de Razas Criollas y Colombianas, Asocriollo, sigue en sus esfuerzos por consolidar las especies bovinas autóctonas del país, aprovechando su potencial y sus cualidades adaptativas.   En esta labor, han contado con el acompañamiento de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, que en distintos sectores del país lidera y apoya diferentes proyectos para aumentar el inventario bovino criollo.   José Antonio Velásquez, miembro de la junta directiva y socio de Asocriollo, manifestó que los bovinos criollos han tenido una “importante acogida” y que cada día hay mayor interés por utilizar las razas.   “Con interés los ganaderos se han dado a la tarea de incluir genética en sus hatos, observando los beneficios que obtienen al utilizar los toros criollos en las vacas de la ganadería colombiana”, expresó. (Lea: “Este será el año de las razas criollas y colombianas”, según Asocriollo)   Para impulsar el trabajo con esta clase de ganado, Asocriollo ha creado mesas técnicas o ha acompañado distintos programas que enfocan sus esfuerzos en preservar y potenciar las razas criollas.   CONtexto ganadero hace un recuento de las iniciativas de los últimos años en distintas regiones del país para seguir promoviendo las especies autóctonas de Colombia.   BON   Juan Carlos Robledo Salgado, director de la Mesa Técnica Nacional del Blanco Orejinegro, BON, explicó que de qué se trata el concepto de mesa técnica, que reúne a criadores, profesionales, académicos e instituciones en un mismo objetivo.   “Las mesas técnicas son una rama de Asocriollo con los cuales pretenden hacer un desarrollo individual dirigido a cada una de las razas criollas y colombianas, pues hay unas más específicas para carne, otras para leche y otras en doble propósito, en diferentes zonas. Por eso, para enfocar mejor nuestro trabajo, establecimos las mesas técnicas”, precisó.   De acuerdo con Robledo Salgado, la mesa del BON es la más avanzada en el país, porque es la raza criolla con el mayor número de animales y una diversidad de líneas de trabajo. Esto hace que el enfoque sea menos de preservación y más de impulsar la producción.   Esta mesa nació en 2013, aunque antes había grupos como el Club del BON que ya estaban adelantando este tipo de iniciativas en los departamentos de Antioquia y Caldas. Se citan por lo menos 3 veces al año para hablar de tareas muy concretas.   “Nosotros podemos pensar en características de la raza, el direccionamiento de los juzgamientos, alianzas para mejorar las pruebas de desempeño. (…) Sacamos un formato renovado de clasificación lineal y de raza que no se había hecho desde hace 30 años, publicamos el nuevo reglamento sobre exposiciones y logramos una alianza con Corpoica para realizar las pruebas de desempeño”, afirmó.   Asimismo, su presencia en redes sociales como Facebook e Instagram que no solo les permite integrar a los criadores de la mesa sino que también se han convertido en un espacio para el intercambio comercial para comprar o vender animales.   Actualmente, están elaborando una hoja de vida estándar para llevar un registro genealógico del ejemplar, sobre el cual Robledo dijo que no era sencillo de hacer por la dificultad de estandarizar las medidas de parámetros productivos.   Aun cuando se han hecho tantos avances, la mesa no cuenta con un apoyo más concreto de las entidades públicas, a diferencia de otras razas como el Caqueteño, el Casanareño o el Chino Santandereano, que tienen respaldo de las gobernaciones de los respectivos departamentos.   “A excepción de ciertas cosas que se han logrado con las Gobernaciones de Antioquia y de Caldas, con el BON no hemos obtenido el grado de apadrinamiento que tienen estas otras razas”, indicó.   Chino Santandereano   También existe una Mesa Técnica con el Círculo de Excelencia del Chino Santandereano, donde participan Asocriollo, Corpoica, la Gobernación de Santander, las universidades de La Paz, Santander y Cooperativa de Colombia, así como criadores de la raza.    Uno de ellos, Carlos Rueda Neira, consideró que la labor que se está haciendo para preservar esta especie es muy valiosa y significativa. Según él, hasta el momento son 11 los productores que tienen núcleos de la raza en el departamento de Santander y que en total poseen un inventario de cerca de 300 cabezas.  (Lea: Con ayuda de biotecnología buscan preservar el Chino Santandereano)   Destacó que hasta el momento lo que se ha adelantado en la caracterización racial es que el Chino Santandereano puede ser de 3 colores, amarillo, rojo cereza o de cabos negros, tiene el pelo corto, las mucosas y pezuñas pigmentadas, los distingue un tronco con buena capacidad corporal y cola delgada.   Hartón del Valle   Desde hace más de un año, en el Valle del Cauca se estableció la Mesa Técnica del Hartón del Valle, que promueve la conservación y el desarrollo de esta clase de ganado.   Esta iniciativa ha sido apoyada por Corpoica, la Gobernación del Valle, la Universidad Nacional – Sede Palmira, el Sena, las Alcaldías y las Umatas del departamento.   Mario Carvajal, profesional de la Secretaría de Agricultura de la Gobernación, destacó el trabajo que se realizó en el 2016, durante el cual la Mesa sostuvo varias reuniones, hizo visitas a predios y verificó los trabajos de diferentes ganaderos.   “Corpoica viene trabajando con su programa de banco de germoplasma, donde tienen un gran número de machos y hembras para consolidar este proyecto. Al mismo tiempo, los grupos de la Mesa siguen conociendo experiencias y observando los avances en las fincas”, aseguró. (Lea: Buscan que Hartón del Valle sea declarado patrimonio genético)   Añadió que el proyecto de ordenanza para declarar al Hartón del Valle como patrimonio genético y conseguir recursos para este programa aún sigue pendiente en la Asamblea. Según él, el tema no ha sido abandonado y tanto la Gobernación como la Secretaría de Agricultura siguen haciendo esfuerzos para sacar adelante la norma.   “Tal parece que la Asamblea tiene conocimiento de este proyecto. De hecho hay un diputado que está reuniendo los documentos necesarios para presentarlos ante la plenaria, donde se llamarán a las instituciones interesadas en continuar con el programa”, precisó.   Romosinuano   El Romosinuano también cuenta con Mesa Técnica, pero además ha tenido el privilegio de ser la única de las razas que ha sido destacada en otros países como Estados Unidos, México y Venezuela, donde se están haciendo trabajos con su genética.   Ignacio Amador, director de la Asociación Nacional de Empresas Cárnicas, Asocárnicas, resaltó que estos estudios han estado enfocados principalmente en la producción de carne, dando resultados importantes.   “El ganado Romosinuano ya ha sido llevado a Estados Unidos y genéticamente modificado. No es raro que en algunos años nos esté llegando semen de esta raza ya mejorado para cruzamiento con las nuestras”, manifestó.   El experto añadió que estos exámenes han mostrado características como adaptabilidad al medio ambiente y calidad de la carne, en la cual el Romosinuano ha demostrado ciertas condiciones que lo privilegian por encima de otras razas criollas. (Lea: Aumenta presencia de razas criollas y colombianas en Magdalena Medio)   “En evaluaciones genéticas se han encontrado marcadores específicos para terneza y de posición de grasa. Entonces lo que se debe hacer es aprovechar esas condiciones y tratar de mejorarlas para que a través de cruzamientos con ganados cebuinos, podamos aprovechar esas cualidades”, sostuvo.   Las expectativas   También hay mesas técnicas del Caqueteño, el Casanareño y el Lucerna. Las 2 primeras, como aclaró Robledo, cuentan con el apoyo de las Gobernaciones de los respectivos departamentos por su origen, mientras que la raza sintética, que se desarrolló en el Valle del Cauca, corre con la misma suerte del BON.   A pesar de estos esfuerzos, tanto ganaderos como profesionales expresaron que falta mucho por hacer. En 15 años, según cálculos aproximados, la población de razas criollas ha aumentado en 10 mil animales puros.   En 2002 se contaban poco más de 20 mil animales. En 2015, Asocriollo anunció la actualización del censo para establecer un inventario más reciente. Antes de iniciarlo, se estimaba la existencia de más de 30 mil, lo que indica que el incremento, si bien es notorio, palidece frente a otras razas.   De todas formas, las mesas técnicas continúan su trabajo así como la Asociación. En las próximas semanas, se tiene pensado establecer la Mesa Técnica de la raza Velásquez. De otra parte, cada vez más hay más ganaderos convencidos de las bondades de estos animales.   “Cualidades como el incremento en la fertilidad, el vigor híbrido, adaptación, rusticidad, longevidad y calidad de carne muestran los beneficios de utilizar los ganados criollos*”, apuntó Velásquez

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