Sin gas, ni concentrados para sus animales ni gasolina: así están productores en Huila

En Pitalito, los productores no están recibiendo concentrados para sus reses, pollos y cerdos. En las casas, las familias se quedaron sin el suministro de gas y se están agotando sus reservas, mientras que los conductores están haciendo largas filas para abastecerse de gasolina.

De acuerdo con Luis Enrique Martínez, presidente de la Asociación de Ganaderos y Caficultores de Pitalito (Asogacapi), la adquisición de insumos se está haciendo cada vez más difícil debido a los bloqueos que casi completan un mes desde que inició el paro nacional.

“Al bloquear las vías, no están entrando alimentos concentrados para el ganado, para pollos y cerdos”, aseveró. (Lea: Con bloqueos “nos están privando de derechos fundamentales como alimentación y movilización”: productor del Meta)

Martínez explicó que esto no ha ocasionado un incremento en el costo de los insumos, sino que no hay abastecimiento porque el flujo vehicular está restringido, lo que ha provocado la escasez. Sin los concentrados, los productores se ven en apuros para alimentar a sus animales.

En el sector avícola hay otro problema más grave y es que no están llegando los pollos de Bogotá que llevan al municipio para el engorde. Según el productor, los propietarios de pequeñas explotaciones se están quedando sin aves para engordar.

A esto se suma el impacto de los expendios de carne que se están quedando sin producto para surtir sus vitrinas, el que recibían de ganados procedentes de Caquetá. (Lea: Friogán denuncia zozobra en el transporte de ganado por amenazas a conductores)

“Los carniceros están sacrificando los animales que consiguen en la región, pero con mucha dificultad porque la verdad aquí en los alrededores de Pitalito se trabaja con ganados, pero el municipio es más caficultor que pecuario”, detalló el presidente de Asogacapi.

De otro lado, Martínez reportó que si bien los caficultores pueden almacenar el grano para venderlo eventualmente, la preocupación mayor se está presentando en el casco urbano por la falta de suministro de gas natural y las restricciones para adquirir gasolina.

Así pues, las familias no están recibiendo gas natural para cocinar en sus casas, mientras que en las gasolineras se ven filas de carros y motos para comprar combustible, pero los revendedores están llenando pimpinas para venderlas a un precio mayor en las zonas rurales.

“El gas viene de Neiva en pipas grandes que traen en tractomulas, no por un ducto. Aquí hay red pero solo a nivel local. La gente está cocinando con las reservas de gas comprimido en cilindros”, anotó. (Lea: Bloqueos en vías impactan el abastecimiento en el país)

En cuanto a la gasolina, Martínez contó que fue a comprar gasolina para un amigo caficultor, pero al llegar a la bomba con la pimpina le negaron la venta porque solo debía presentarse el dueño del vehículo. En últimas, todos estos traumatismos están causando retrasos.

“En el campo, revenden la gasolina a tres o cuatro veces lo que vale. Una botella pequeña la cobran a $12 000, $15 000. Eso es un abuso, es lo mismo que está sucediendo con almacenes y plazas que venden los alimentos más caros”, manifestó.