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Se cumple un año del brote de fiebre aftosa en Colombia

Por - 28 de Febrero 2023

Este fin de semana se cumple un año desde que se dio el anuncio del primer foco de la enfermedad en el país tras 8 años de haber erradicado el virus y obtenido el estatus sanitario de parte de la OIE. Sin duda alguna, fue un duro golpe para el sector del cual no se ha recuperado.


Este fin de semana se cumple un año desde que se dio el anuncio del primer foco de la enfermedad en el país tras 8 años de haber erradicado el virus y obtenido el estatus de parte de la OIE. Se trató de un duro golpe al sector pecuario del cual no se ha recuperado.   En la mañana del sábado 24 de junio de 2017, el exministro de Agricultura Aurelio Iragorri reveló que se había confirmado un caso de fiebre aftosa en un predio de zona rural de Tame (Arauca), el primero en 8 años desde que Colombia había obtenido la certificación como país libre de la enfermedad.   Luego vino el brote en una vereda de Yacopí (Cundinamarca), anunciado el 10 de julio. Apenas 8 días más tarde, se confirmaron 2 focos más: uno en San Faustino, corregimiento de Cúcuta (Norte de Santander), y otro en Tibacuy, a 270 km de Yacopí.   Sin embargo, una comisión técnica que visitó al país tras la VI reunión extraordinaria de la Comisión Sudamericana para la Lucha Contra la Fiebre Aftosa (Cosalfa), encontró que el primer caso en Yacopí se presentó el 20 de mayo, más de un mes antes del anuncio del foco de Tame.   En el municipio de Arauca se sacrificaron 297 bovinos de 5 predios, en los 3 municipios de Cundinamarca fueron 2.800 bovinos de 42 predios y en Cúcuta, 120 bovinos. En total fueron más de 3.000 animales entre bovinos, porcinos y ovinos para evitar la propagación del virus.                   Tan pronto se conoció la noticia en Tame, la Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE, suspendió el estatus sanitario de nuestro país, lo que trajo serias consecuencias para la economía ganadera, tanto bovina como porcina, debido al cierre de varios mercados internacionales.   Aun así, el verdadero drama lo padecieron los productores afectados, especialmente los de Cundinamarca, que tuvieron que ver cómo mataban a sus animales y perdían todo su trabajo de varios años. (Lea: ¿Por qué se han presentado de nuevo brotes de aftosa en Colombia?)   Fedegán había hecho la advertencia   El presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, José Félix Lafaurie, ya había advertido que ocurrirían focos de la enfermedad debido a las falencias presentadas en la vigilancia de la frontera y la ejecución del ciclo.   La primera vez lo dijo en junio de 2016, en el marco de la 13 reunión de la Comisión Hemisférica para la Erradicación de la Fiebre Aftosa, COHEFA. Allí señaló que el estatus sanitario del país estaba en riesgo por cuenta de las decisiones del Ministerio.   “Sentí que era mi obligación dejar una constancia ante la comunidad internacional que nos apoyó para alcanzar dicho estatus, el cual, como consecuencia de la liquidación del Fondo Nacional del Ganado, está serio en riesgo”, declaró.   Ante el anuncio del primer foco, el presidente de Fedegán confirmó sus temores y lamentó lo sucedido, pues con este hecho se perdió la continuidad de 8 años consecutivos sin presentación de un brote en el territorio nacional.     “Pésima celebración de los 20 años del Programa de Erradicación de la Fiebre Aftosa, el que por cuenta de un manejo irresponsable se pongan en riesgo 2 décadas de trabajo y de aportes que ya pueden alcanzar $700 mil millones”, lamentó.   Luego, con el segundo foco, advirtió que si el Ministerio de Agricultura y el ICA no reforzaban los controles, seguirían ocurriendo más casos en todo el país, como los de San Faustino y Tibacuy.   “Yo tengo la plena certeza de que, como el nivel de desprotección del hato, por malas campañas de vacunación, porque no se siguieron con los protocolos con los cuales se habían hecho durante casi 20 años, y como ha venido mucho ganado de Venezuela, ¡ojo! Pueden haber más focos de aftosa”, sentenció apenas 5 días antes de presentarse los focos de Tibacuy y Cúcuta.   Los errores que llevaron al brote de aftosa   De acuerdo a un informe elaborado por Fedegán, hubo una serie de falencias de parte del Ministerio de Agricultura y del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, que propiciaron la aparición de la aftosa en el interior del país.   El primer error fue arrebatarle a Fedegán la administración del Fondo Nacional del Ganado, FNG, que operaba los ciclos de vacunación. Ambas entidades lograron erradicar el virus en un plazo de 12 años y obtener la certificación de la OIE como país libre de la enfermedad.   No obstante, en una decisión arbitraria, la cartera dirigida en ese entonces por Aurelio Iragorri Valencia le quitó a Fedegán el manejo del FNG y del ciclo, en diciembre de 2015. Además, como si fuera poco, la Superintendencia de Sociedades ordenó la liquidación del fondo 6 meses después, apenas unos días antes de iniciar el primer ciclo de vacunación de 2016.   En cambio, la tarea fue designada a la Sociedad Fiduciaria de Desarrollo Agropecuario, Fiduagraria, que como señala el informe no tenía ninguna experiencia en la operación de una campaña de vacunación, a diferencia de Fedegán-FNG, que tenía como director del programa a un doctor en epidemiología y a funcionarios con experiencia de más de 20 años.   Para el segundo ciclo de 2016, el FNG se liquidó y en su lugar apareció la Cuenta Nacional de Carne y Leche, CNCL. En este cambio, despidieron al director de la campaña de vacunación y a los funcionarios en la oficina central y en las regiones, que fueron reemplazados por personas sin capacitación, dejando apenas a algunos de los antiguos empleados en el nivel operativo.   Esto generó graves traumatismos para las organizaciones ganaderas, que son las encargadas de ejecutar el ciclo aplicando el biológico en las regiones, pues se presentaron serias fallas operativas antes, durante y después de la campaña. (Lea: Las pérdidas económicas que deja la aftosa en el Magdalena medio)   Ni el Ministerio ni Fiduagraria se preocuparon en renovar la certificación en ISO 9001 para este proceso, que Fedegán-FNG habían adelantado en años anteriores. Como consecuencia, el informe advierte que:   “Al perderse la certificación, no solo se abrió una fisura que desencadenó en la pérdida del estatus sanitario de todo un país, sino que además se vulneró la confianza y credibilidad en la calidad de los procesos que adelanta la nueva CNCL”.   En esta medida, se presentaron problemas logísticos antes del ciclo como entrega tardía e incompleta de los materiales de dotación y la contratación extemporánea de vacunadores sin ninguna experiencia.   Además, se contrataron nuevas organizaciones ejecutoras para distribuir la vacuna, algunas de las cuales, además de no contar con sólida representatividad gremial, se acercaban al programa por primera vez sin ningún trabajo previo, lo que facilitó la adquisición del biológico por parte de comerciantes inescrupulosos para acceder al Registro Único de Vacunación, RUV.   Al finalizar, el Ministerio no compartió información con los gremios sobre el número de animales inoculados o cobertura total de predios, luego desechando el Sistema de Información Técnica (SIT), elaborado por Fedegán-FNG con los más altos estándares de calidad y la contribución de diferentes entidades académicas.   “Para los productores en general, los resultados presentados por el Ministerio de Agricultura y el ICA no tienen el soporte válido para asegurar que se alcanzó una cobertura del 99 %, y, por el contrario, la presentación de brotes de fiebre aftosa y la consecuente pérdida del estatus sanitario, es la evidencia clara de falta de control de los procesos”, añade el informe.   Las consecuencias y la zona de contención   Tan pronto el exministro Iragorri anunció el primer foco de la aftosa en Tame, la OIE suspendió el estatus sanitario de Colombia, lo que provocó que varios países prohibieran las exportaciones de productos cárnicos y lácteos de Colombia.   Al principio, fueron 6 países entre estos Chile, Ecuador, Panamá, Perú, Curazao y Rusia, nuestro mayor importador de carne, así como comprados de ganado como Egipto y Jordania. La exportación de animales en pie tuvo una caída de 5 % comparando 2016 y 2017.   Durante los siguientes meses, el ICA trabajó a toda marcha para erradicar el virus y presentar un informe a la OIE con el fin de restablecer el estatus. El organismo reconoció en septiembre del año pasado que el brote había concluido, y 3 meses después, el 11 de diciembre, Colombia obtuvo la recertificación como país libre de aftosa.   A pesar de que la entidad estimó que el país volvería a tener estatus sanitario en 3 meses, fueron casi 6 meses los que perdió oportunidad de enviar embarques de ganado al exterior, perjudicando a los exportadores.   Por ejemplo, Miguel Dulcey Durán, gerente de la empresa Expoganados Internacional S.A.S., precisó que las ventas de carne y de ganados sí se vieron afectadas tras la pérdida del estatus sanitario. (Lea: ICA declara en zona de contención a Arauca, Casanare, Boyacá y Cundinamarca)   Según contó, no pudieron vender algunos cortes que estaban destinados a Perú y Chile, mientras que varios embarques de bovinos que se estaban negociando con Egipto y Jordania para el segundo semestre del año tuvieron que ser suspendidos por cuenta de la lamentable noticia.   Esto también causó problemas para el sector porcino que tenía listo el acuerdo para enviar carne a Perú y que tuvo que suspenderlo por la determinación de ese país. Luego de un año, todavía no han podido enviar el primer embarque de carne de cerdo al vecino país.   De otro lado, con el fin de recuperar el estatus sanitario y como exigencia de la OIE, el ICA estableció una zona de contención el 22 de septiembre de 2017, que abarca los departamentos de Arauca, Boyacá y Cundinamarca, salvo algunas zonas, y 2 municipios de Casanare.   La entidad explicó que debido a que solo se puede tener una única zona de contención, se debió abarcar todo el territorio desde Tame hasta Yacopí, que incluye los municipios de Boyacá y Casanare a pesar de que no tuvieron episodios de la enfermedad.   La medida obliga a los ganaderos a movilizar sus animales únicamente dentro de los límites fijados, que incluye cualquier traslado por compra de bovinos, evento ferial o sacrificio en las plantas dentro de la zona. El transporte y comercio de leche también está restringido, salvo que hayan sido pasteurizados.   Esto ha causado profundos malestares entre los ganaderos, que han registrado pérdidas incalculables en los 9 meses que llevan cobijados bajo esta imposición.  (Lea: Este es el panorama de la zona de contención tras la aftosa)   Al mismo tiempo, el drama sigue para los ganaderos de Yacopí y Caparrapí, que luego de un año no han podido recuperarse de la crisis tras el sacrificio de sus bovinos. Sin previo aviso, los funcionarios del ICA los sacaron de sus fincas y les dijeron sus animales tenían que ser sacrificados.   Para tranquilizar a los atónitos campesinos, les comunicaron que el Gobierno se haría responsable de pagar el valor de cada ejemplar de acuerdo al precio registrado en la subasta más cercana, la del municipio de La Dorada (Caldas). Hasta la zona se trasladó el funcionario del Ministerio Yesid Jiménez, quien les garantizó que en 3 días tendrían su dinero.   Sin embargo, el Gobierno se demoró varios meses en la compensación, mientras que los pequeños ganaderos, sin sustento alguno, tuvieron que pedir prestado o acudir al auxilio de otras entidades para conseguir alimentos para ellos y sus hijos.   Aunque muchos ya recibieron el correspondiente pago, todavía hay otros más que sostienen que no han recibido ni un peso y que siguen esperando a que la cartera agropecuaria y el ICA respondan a sus cuestionamientos.   El panorama según el ICA tras un año de aftosa   Sobre este tema, el gerente del ICA, Luis Humberto Martínez Lacouture, afirmó que solamente faltan 3 ganaderos que aún no han recibido su pago porque no habían podido sustentar la propiedad de los animales.   “Adicionalmente, no pudieron certificar las últimas vacunaciones y por eso se les está dando un tratamiento especial con el Ministerio de Agricultura, pero en términos generales fueron atendidos más del 95 % de los ganaderos afectados con el brote de fiebre aftosa el año pasado”, manifestó.     Explicó que se acordó un mecanismo con la cartera para compensar a aquellos que no tenían RUV, muchos de los cuales eran pequeños ganaderos que no tenían los documentos en regla. (Lea: Se cumple un mes del primer brote de fiebre aftosa)   Sobre la zona de contención, afirmó que siguen realizando los muestreos para comprobar que no haya rastro del virus: “Hasta ahora todo va bien, todo ha salido limpio. En Arauca, donde teníamos muchas reservas y dudas, afortunadamente las pruebas han sido todas negativas. Eso quiere decir que a mediados de julio estaremos enviando un informe a la OIE de la situación actual de la zona para su eventual estudio y levantamiento de la medida”.   De esta manera, el funcionario confía en que tan pronto la OIE entregue su concepto, los 3 departamentos se integren al resto del país para que los ganaderos puedan trasladar y comercializar sus bovinos como antes.   “Esperamos poder levantar la zona de contención y entregarla al resto del país a finales de julio o principios de agosto con el favor de Dios”, aseguró.   De igual manera, indicó que continúan reforzando los puestos de control en la frontera con Venezuela, en las carreteras de Arauca, La Guajira y Norte de Santander, para frenar el contrabando y evitar así una nueva llegada del virus de la aftosa.   “Siempre insistimos en el apoyo de los ganaderos y de la comunidad en general para que estén alerta de cualquier movimiento sospechoso. Nos pueden ayudar con información, les vamos a agradecer muchísimo y hacer un mejor trabajo”, exhortó.   Martínez Lacouture destacó la labor conjunta entre Policía Fiscal y Aduanera, ICA y Dian, sobre todo tras la aprehensión de un camión cargado con animales venezolanos que portaban el virus. Según él, esto ha evitado la ocurrencia de nuevos casos de contagio en el país.   La sensación que queda en el ambiente es que el brote se superó y la calma retornó a la mayoría de los centros de producción ganadera del país, excepto en aquellos incluidos en zona de contención. (Lea: Donarían vacunas contra aftosa en Venezuela gracias a Panaftosa y Cosalfa)   Es claro que el riesgo de un nuevo brote es constante por el contrabando de ganado desde Venezuela. Aun cuando Carlos Odoardo Albornoz, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela, Fedenaga, anunció que gestionarán un programa de vacunación en este país, todavía faltan varios años y voluntad política para erradicar el virus.   Así las cosas, mientras que el negocio del tráfico ilegal sea atractivo por sus altos márgenes de ganancia, que hacen que algunos ganaderos y funcionarios del ICA inescrupulosos se dediquen a esta actividad, la situación de Venezuela seguirá siendo una amenaza para la seguridad sanitaria de Colombia.

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