Quindío trabaja para combatir el sacrificio clandestino

La Secretaría de Salud departamental viene adelantando jornadas de actualización sobre los mecanismos de ley que existen para contrarrestar el faenado ilegal de bovinos, aves y porcinos con el objetivo de evitar enfermedades asociadas al consumo de alimentos en mal estado.   El sacrificio clandestino es un problema que viene afectando a varios departamentos del país y Quindío no es la excepción. En esa zona del centro de Colombia, el Comité Departamental de Carne integrado por la Gobernación, las Alcaldías municipales, el ICA, Invima, la Dian y Policía Nacional, vienen adelantando unas jornadas de actualización sobre los mecanismos de ley que existen para combatir el faenado ilegal.   Durante el más reciente encuentro que tuvo lugar el pasado martes, a las autoridades se les hizo énfasis en la importancia de verificar el origen de la carne, las condiciones del producto, la certificación del Invima y la cadena de frío, entre otros aspectos.  (Lea: Hay preocupación por aumento del sacrificio clandestino en Huila)   También se recordó la prohibición vigente del sacrificio de animales en la vía pública según la Ley 9 de 1979, y la normatividad existente sobre los actos dañinos y crueles contra los animales, castigados con pena de arresto y multas según la Ley 84 de 1989 y La ley 1774 de 2016.   Orlando Velásquez Fierro, coordinador de la Oficina de Inspección, Vigilancia y Control de la Secretaría de Salud del Quindío, reveló que desde la Secretaría de Salud se ha insistido mucho en la necesidad de capacitar y buscar acciones que reduzcan los índices de beneficio ilegal de bovinos, toda vez que la carne de res tiene mayores volúmenes y expendios de comercialización. (Lea: Sacrificio clandestino tiene desesperados a ganaderos del Atlántico)   Escuche las declaraciones del funcionario

Argumentó que aunque la clandestinidad es una competencia directa de la Policía Nacional, desde la cartera departamental se vienen haciendo permanentes controles a los expendios para que desde allí no se comercialicen cárnicos provenientes de potreros o faenados sin las condiciones sanitarias exigidas.   “Cuando se logran incautar canales de res, el problema que tenemos es la disposición final del producto debido al alto costo que tiene manejar ese residuo especial. De hecho, ni las autoridades ni las instituciones tienen infraestructura para almacenar carne, en ese sentido tenemos una gran dificultad, pero cuando se hallan cárnicos de dudosa procedencia se hace el operativo y cumplimos con lo que ordenan las normas”, apuntó.   En tanto, Paula Hernández, ganadera quindiana y conocedora del sector, aseguró que aunque sí se presentan casos de sacrificio clandestino de bovinos, la principal dificultad que tiene el departamento es el faenado clandestino de aves y cerdos, hechos que se presentan con más frecuencia, ya que por ser animales de menor tamaño es más sencillo que los productores adelanten esas prácticas ilegales. (Lea: En San Juan del Cesar sufren con el abigeato y el sacrificio clandestino)   Destacó el papel que vienen adelantando las autoridades locales, que están haciendo controles constantes para combatir ese flagelo, pero les cuesta llegar hasta los potreros o fincas en las que puede llevarse a cabo el delito.   “Por ejemplo, hay un productor de cerdo y les avisa a sus vecinos que va a sacrificar un animal para que le compren la carne, así se vende el producto y cuesta más controlar el sacrificio clandestino. Mientras que con un bovino es más complicado vender todo el cárnico en un solo lado”, argumentó.   El Comité Departamental de Carne seguirá adelantando acciones que conlleven a combatir el beneficio ilegal de animales en Quindío. (Lea: Caldas reactiva comité para vigilar el sacrificio clandestino)