Incendios complican la situación del verano en Santander

Productores de las provincias Comunera, Guanentina y Veleña se han visto gravemente perjudicados por cuenta de conflagraciones que se han venido presentando cada vez con más frecuencia. Se sospecha que la causa de algunos hechos se debe a manos criminales.   Más de 60 hectáreas de pasturas y cultivos de cañas paneleras se han quemado en los últimos 15 días en el departamento. Ganaderos y agricultores aseguran que ya se han realizado las respectivas denuncias ante las autoridades y que son muy pocas las respuestas y ayudas que se han recibido.   José Javier Aguilar Galvis, profesional en Socorro de Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, señaló que son muchos los elementos que pueden desencadenar un incendio: vidrios, latas, colillas de cigarrillo y el hombre. Una vez se produce el fuego, se estimula con la hojarasca de la caña, crece con los vientos y se pasa sin control a los potreros o a los alrededores de los cañales.   Aguilar comentó que los municipios más afectados por las conflagraciones, en su mayoría paneleros, son San Benito, Guavatá, Barbosa, Confines, Suaita, Simacota, Mogotes, Páramo, Valle de San José y Charalá, que debido a las altas temperaturas ocasionadas por el verano, y a su producción, son más propensos a que se presenten este tipo de episodios. (Lea: Ni las vacas se salvan de incendios en Cundinamarca)   “Con el fenómeno de El Niño ya se ha venido presentado una gran disminución de los pastos para alimentar el ganado, ahora con los incendios, se agrava la situación porque con ellos no queda nada de biomasa para el consumo. Los ganaderos que están viviendo estas 2 situaciones deciden descargar por completo sus fincas, pues no tienen como sostener a sus animales”, explicó el profesional del FNG.   También dijo que a pesar de que no se cuentan con cifras exactas, se estima que en las 3 provincias se han movilizado más de 3.000 animales en el último mes. Especificó que hay semovientes que salen para matadero a pesar de que no han finalizado su proceso de engorde y que en el caso de las vacas de leche o novillas son llevadas a regiones más altas en las que todavía hay oferta forrajera.   Neul Franco Naranjo, ganadero ubicado en el municipio de Confines, aseguró que la problemática se complica con el verano, pues él cuenta con un trapiche y la caña y los cogollales se están secando. Atestiguó que en su caso, cuando el cultivo está listo, inmediatamente lo pasa al molino para producir melaza y así poder racionar el ganado, porque los pastos o están afectados por la sequía o se queman y además de eso no hay agua.   Mario Hernández, productor ubicado en el municipio de Páramo, expuso que la calamidad se ha venido acrecentando en el último año, pues a pesar de los reportes que se les hacen a las autoridades, en los que se es consciente del verano, también se han visto con preocupación sucesos causados por “manos criminales”, es decir, por los mismos ciudadanos.   Hernández indicó que ya se han realizado las respectivas denuncias y que hay testigos que aseguran haber visto personas iniciando los incendios.   Agregó que él es uno de los que “menos” se ha visto perjudicado pues ha tenido afectaciones en alrededor de 6 hectáreas de su finca en su cultivo integral, pero que conoce de algunos casos lamentables en los que a productores se les ha quemado hasta 30. (Lea: Incendios agravan situación del sector ganadero del Huila)   El llamado para la comunidad, no solo del departamento sino del país, es a tener cuidado con el uso y desecho de cierto tipo de productos, que con la intensidad de la temperatura y con la incidencia del sol pueden llegar a ocasionar incendios que en la mayoría de los casos afecta profunda y directamente a los sectores productivos.