Heladas destruyen 130 hectáreas en Cumbal, Nariño

El frío golpea en las mañanas y el calor en las noches en diferentes regiones de Nariño, perjudicando a ganaderos y productores de papa, ya que tanto pastos como sembrados se dañan ante los cambios bruscos del clima.

Muy preocupados están los ganaderos y productores de papa de Cumbal, en Nariño,con la llegada de las heladas, ya que este fenómeno natural, que se presenta en temporadas de verano y genera un intenso frío durante las madrugadas, quema las pasturas y los sembrados, perjudicando a quienes dependen de esta actividad económica. (Lea: Las fuertes heladas afectarán la producción láctea en Boyacá)

Según el reporte entregado a la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, Umata, del municipio, esta ola de frío se viene presentando desde hace 4 días, causando daño en la producción de erca de 200 papicultores, quienes lo perdieron todo y no tienen los recursos suficientes para volver a sembrar.

“Estamos esperando que el informe que recibió la Umata sea conocido por las autoridades locales y departamentales, para que gestionen ayudas que les permitan a los productores salir de la crisis que atraviesan”, argumentó José Santos, dirigente gremial de la región. (Lea: Fuertes heladas tienen al borde del colapso a productores de Boyacá)

Por su parte, Pedro Muriel, subdirector ejecutivo de la Sociedad de Agricultores de Nariño, Sagán, aseguró que en el departamento la crisis se agudiza, puesto que ya no han recibido ayuda alguna por parte del Gobierno Nacional y departamental. 

“Fueron más de 20 días los que duró el paro, lo cual afectó a los productores que viven de la venta de la leche y que no pudieron entregársela a nadie, lo que significó una quincena sin flujo de caja. Ahora es el clima, ya que hay unas heladas muy intensas que han perjudicado seriamente los potreros, lo cual ha generado que la producción en la cuenca lechera disminuya seriamente”, expresó Muriel. (Lea: Cultivos de flores en la Sabana de Bogotá, en riesgo por heladas)

El invierno redujo el volumen de producción de leche que pasó de 150 a 90 litros diarios. Mientras en materia de papa, los productores perdieron cerca de $8 millones, lo que vale sembrar una hectárea con tubérculo y follaje.