Derrame de petróleo farc
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Farc han atentado más de 140 veces contra infraestructura petrolera

Por - 24 de Septiembre 2014

6.000 barriles de petróleo cayeron al río Guamuez en Putumayo producto del más reciente ataque de las Farc al oleoducto que transporta el crudo. Con el del pasado lunes, ya son más de 140 los atentados contra la industria de hidrocarburos en lo corrido de 2014.


6.000 barriles de petróleo cayeron al río Guamuez en Putumayo producto del más reciente ataque de las Farc al oleoducto que transporta el crudo. Con el del pasado lunes, ya son más de 140 los atentados contra la industria de hidrocarburos en lo corrido de 2014.

Durante 2014, el accionar delictivo de las Farc ha sido diferente. Las tomas de pueblos quedaron atrás, ahora han optado por derramar crudo sobre las cuencas hídricas sin importarles las consecuencias negativas que el petróleo genera en los ríos, la naturaleza y el medio ambiente. De igual manera, la población se ve afectada pues el suministro del líquido es intermitente y su calidad disminuye notoriamente  (Lea: Crimen ambiental se hace más grave en Putumayo)

El departamento más afectado por los vertimientos del hidrocarburo en los ríos es Putumayo. En lo corrido del año, se han presentado 5 ataques en la región, siendo el municipio de Puerto Asís el que más ha sufrido con este modus operandi de los guerrilleros.

El hecho más reciente se registró el pasado lunes 22 de septiembre, cuando los subversivos detonaron el tubo que transportaba crudo en la región del Guamez. Al río cayeron cerca de 6.000 barriles de petróleo, perjudicando a los habitantes de esta zona del departamento. (Lea: Medio ambiente, perjudicado tras nuevo ataque de las Farc)

Javier Pai, secretario de Gobierno del Putumayo, quien según expresó a este medio se salvó de morir durante la explosión, aseguró que esta forma de actuar de las Farc tiene varias justificaciones, todas encaminadas a demostrar que no están muertas o mermadas, sino que por el contrario siguen vigentes.

“Ese grupo subversivo está en contra de la explotación petrolera en el departamento, por lo que cada vez que ataca un pozo, un carrotanque o un tubo, es su forma de ejercer presión para que en la región no haya más actividad de hidrocarburos. La moda es echar el crudo al agua, porque así también perjudican a la población y les dan a entender que en cualquier momento pueden actuar, por lo que siguen generando zozobra entre los putumayenses”, expuso Pai en diálogo con CONtexto Ganadero. (Lea: Explotación petrolera está afectando la ganadería en Meta)

Lo preocupante ante el actuar de los guerrilleros son los daños ambientales que el petróleo genera sobre las especies, el ecosistema y la naturaleza, ya que calcular el tiempo que pueda tardar la recuperación de la zona afectada es casi imposible, según lo explicó Alberto Lozada Silva, ingeniero forestal, especialista en recursos forestales y especialista en manejo sostenible de bosques tropicales.

“Cuando se afecta la matriz básica que es el suelo, se debe hacer la biorremediación del mismo, es decir, cambiar las características y las condiciones para que este sea apto para sostener la vida en sí mismo, Es  necesario implementar bacterias que degraden el crudo y lo conviertan en agua y carbono, algo que tardaría mucho tiempo. También habría que generar cierta cultura con la población para que ayuden a remover el suelo, aire o agua a presión para sacar los sobrantes de hidrocarburo. Estos procesos de restauración ecológica son claves para que lleguen nuevamente especies vegetales y forestales que generen unas condiciones microclimáticas adecuadas a ese sitio”, argumentó Lozada Silva. (Lea: “La explotación petrolera es un saqueo”: ganaderos de Arauca)

Además de perjudicar el medio ambiente, las implicaciones económicas que tienen las acciones criminales contra la actividad petrolera tienen un costo muy alto. En días pasados, el presidente de Ecopetrol, Javier Gutiérrez, aseguró que los más de 140 atentados contra la infraestructura petrolera en lo que va corrido de 2014 han costado más de $60 mil millones.

“Las zonas más afectadas son Arauca, Norte de Santander en la parte de Caño de Limón-Coveñas, y también en el sur del país en la zona del oleoducto Trasandino, pero hay otros oleoductos que están en esa región, especialmente en los departamentos de Putumayo y Nariño”, sustuvo Gutiérrez en un diario nacional

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