Enfermedad de cetosis puede generar pérdidas de USD 300 por vaca

Inapetencia, pérdida de peso y disminución de la producción de leche, son los síntomas de esta enfermedad. Estudio determinó que su incidencia ha aumentado en Europa, EE.UU. y Canadá. Se confirmó su presencia en hatos del altiplano Cundiboyacense.

La cetosis bovina es una enfermedad que puede ocasionar sobrecostos de USD 300 por vaca representados en las pérdidas de producción láctea, los tratamientos de las enfermedades secundarias y los descartes tempranos, de ahí la necesidad de estudiar la manera de prevenirla en las cuencas lecheras del país.

Así lo manifestó Adriana Marcela Garzón Audor, en una investigación realizada para optar al título de Magister en Salud Animal de la Universidad Nacional, que contó con la dirección de Olimpo Juan Oliver Espinosa M.V. MSc. DVSc. (Lea: Incidencia y Prevalencia de la cetosis clínica y subclínica en vacas lecheras durante el postparto temprano en el Altiplano Cundiboyacense)

Según la investigadora, “si las vacas presentan inapetencia, marcada pérdida de peso corporal, heces secas, disminución de la producción de leche, y en algunos casos, signos nerviosos como lametear constantemente y aparente ceguera, eso significa que tiene cetosis clínica”.

La cetosis es una enfermedad metabólica durante el postparto temprano que tiene una repercusión económica importante, derivada principalmente de la disminución de la producción láctea, el impacto negativo sobre la eficiencia reproductiva y la mayor presentación de enfermedades del postparto.

Sucede, específicamente, cuando las demandas energéticas exceden el consumo dietario de carbohidratos, y de manera simultánea, los mecanismos de adaptación a este balance energético negativo fallan, lo que conlleva a concentraciones anormalmente elevadas de cuerpos cetónicos en tejidos y fluidos corporales.

Altiplano Cundiboyacense

Precisamente un estudio realizado a 150 vacas de 10 hatos ubicados en el altiplano Cundiboyacense, permitió constatar la incidencia y la prevalencia de cetosis clínica y subclínica durante las primeras seis semanas de lactancia. (Lea: Cetosis, una enfermedad de cuidado en predios lecheros)

Garzón Audor, al utilizar la estadística descriptiva y realizar pruebas de X2 determinó la incidencia acumulada de cetosis clínica y subclínica en el mencionado altiplano.

Especificó que la primera fue 3,3 casos por cada 100 vacas al año y de 25,3 casos/100 vacas-año, respectivamente.

“La incidencia más alta de cetosis subclínica ocurrió en la semana 4 postparto (9,4 casos/100 vacas-semana) y en la semana 2 para la forma clínica (2,6 casos/100 vacas-semana).

Encontró que hay una mayor prevalencia de la cetosis subclínica que fue del 42,6 por ciento frente a la clínica que fue del 6 por ciento. (Lea: Cómo identificar, tratar y prevenir 7 enfermedades en vacas frescas)

“Se determinó que la cetosis subclínica fue una enfermedad altamente incidente durante las primeras seis semanas posparto, especialmente en las vacas de 3 o más lactancias, con un pico de incidencia durante la cuarta semana”, sostuvo la investigadora.

De acuerdo al estudio, las principales enfermedades durante el posparto tanto en los animales sanos como en los animales con cetosis fueron la retención de placenta y metritis.

La investigadora precisó que existen 4 factores de riesgo asociados a la presentación de cetosis: condición corporal alta, hatos con más de 150 animales en producción, presentación de retención de placenta y metritis. (Lea: Metritis en vacas causa daños económicos a la ganadería)

Incidencia de la cetosis

“Estudios epidemiológicos demuestran la alta incidencia de la enfermedad en Europa, Estados Unidos y Canadá”.

En Suramérica estudios realizados en sistemas de pastoreo han reportado su existencia entre el 10,3 y el 29 % de los hatos entre 2013 y 2015.

Asimismo, sucede con Nueva Zelanda donde, en 2014, se registraron casos en el 16,8 % de los hatos.

“Es necesario evaluar los factores de riesgo para el desarrollo de cetosis en otras cuencas lecheras en el país”, puntualizó Garzón Audor.