En Vichada, Meta y Casanare trabajan en pro del medio ambiente

Los intensos veranos y los inclementes inviernos que han azotado al país, podrían tener efectos sustancialmente negativos sobre la Orinoquía. Esto ha obligado a que los mandatarios de 3 departamentos adopten medidas urgentes para prevenir afectaciones futuras.

Con el objetivo de proteger la Orinoquía colombiana de los efectos del cambio climático, los gobernadores de Vichada, Meta y Casanare, así como los directores de Cormacarena y Corporinoquía, suscribieron un ‘Memorando de Entendimiento’ para poder mitigar el impacto negativo que estas variaciones tendrían en los tres departamentos, en los cuales se afectan principalmente los cultivos de palma de aceite, arroz y la ganadería. (Lea: En Nobsa se trabaja en pro del medio en ambiente)

Según explicó la directora de la Corporación Ambiental Cormacarena, Beltsy Barrera, a partir del documento que se elaboró, cada Gobernación debe tramitar ante la Asamblea una ordenanza que le permita definir las estrategias políticas y financieras para afrontar dichos cambios.

“Las autoridades ambientales venimos trabajando desde hace dos años en la consolidación del Nodo Regional de Cambio Climático de la Orinoquía, con el fin de disminuir las afectaciones producidas por las repentinas variaciones meteorológicas”, afirmó Barrera. (Lea: Ganaderos de Putumayo, comprometidos con el medio ambiente)

Por su parte, el gobernador de Vichada, Sergio Andrés Espinosa, señaló que aunque no se puede planear el futuro, es necesario estar preparado. Por esto, con el mandatario de Casanare, Marco Tulio Ruíz, se comprometieron a impulsar y fortalecer el desarrollo ambiental en sus departamentos.

Sin embargo, Carlos Lora, director territorial de Parques Nacionales Naturales, aseveró que las autoridades ambientales deben aumentar sus esfuerzos por proteger las zonas de mayor importancia ambiental, aquellas que posean valiosos recursos de biodiversidad y agua, preservar el sistema hidrológico regional y además evitar la deforestación.

“Hay bastante preocupación por la deforestación que ha venido enfrentando La Macarena y el sur del Meta, por lo cual estamos trabajando en unos proyectos de reducción de emisiones por deforestación, que es un mecanismo contemplado en el Protocolo de Quito”, expuso Lora. (Lea: Ganadería y academia se la juegan por el medio ambiente en Caquetá)

Una vez las ordenanzas presentadas por los mandatarios regionales reciban el aval de las Asambleas, la Orinoquía contará con los recursos suficientes para proteger su ecosistema y mitigar los efectos del cambio climático.