En Santander, los ganaderos y la CAS se comprometen con 20.000 árboles

El saliente director de la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), Raúl Durán Parra, fue clave en el trabajo articulado con los ganaderos del departamento, para implementar diferentes programas de tipo ambiental.

De acuerdo con lo planteado por el exfuncionario, se dio a la tarea de articular con todas las entidades del Estado y del sector privado para conciliar el trabajo agropecuario con el cuidado del medio ambiente. Junto con el apoyo de Fedegán-FNG y la coordinadora regional para los Santanderes, Clara Torres, trabajó en temas como la donación de árboles y la capacitación de los productores.

Para el exdirectivo es importante tener protegidas las fuentes hídricas, llámese aljibes o cualquier cuerpo o espejo de agua, que están en los diferentes predios ganaderos. Por eso, a su juicio era clave llegarle al ganadero con un mensaje claro en el sentido de ayudar a cuidar estas fuentes.

“El verano anterior nos dio a nosotros un reflejo bastante importante en el sentido de que las aguas en el verano se acabaron, se agotaron en muchas veredas de los 74 municipios. Y estuvimos mirando por qué se estaba presentando esto y resulta que los cuerpos y los espejos de agua estaban completamente deforestados y no tenían al menos la protección de 15 metros de distancia”, indicó. (Lea en CONtexto ganadero: En Santander instalan mesa de trabajo para impulsar producción bufalera sostenible)

A partir de ello, empezó a hacer un recorrido por los diferentes municipios y veredas, socializando e incentivando a las personas a encontrar una solución para que sembraran y cuidaran árboles hasta los tres años de edad y de ahí para adelante tuvieran vida completamente articulada que ya no necesite del cuidado del ser humano.

Pago por compensaciones

La CAS, con unas compensaciones que se hacen con la electrificadora de Santander, por cinco años, recibió 25.000 plántulas que se llevaron a diferentes sitios para armonizar las arborizaciones y la parte forestal. Sin embargo, se encontró con que algunos de esos árboles morían o no se sembraban.

En consecuencia, una de las motivaciones para hacer la alianza con Fedegán y realizar un plan piloto en la provincia comunera, entregando árboles a los ganaderos. La CAS destinó 20.000, centrados principalmente en la protección de las fuentes hídricas.

Así mismo, se acordó hacer cercas vivas que sirvieran de alimento para los animales. (Lea en CONtexto ganadero: Santander sigue fortaleciendo su apuesta por los silvopastoriles)

Se dieron cuenta de que muchas personas identifican especies maderables de las que pueden obtener algún beneficio económico, pero lo hacen talando los árboles de manera descontrolada, causando un desastre ambiental.

Por eso, se pensó en ofrecer al ganadero la opción de aprovechar estas especies de manera sostenible, permitiéndole obtener un ingreso adicional en tres, cuatro o cinco años, cuando los árboles ya puedan ser utilizados, y a su vez, replantarlos para asegurar el futuro.

Torres envió el listado de las especies requeridas, y se discutió el proyecto con la Electrificadora de Santander, que entregó las plántulas solicitadas por Fedegán. De esta forma, se entregaron las 20.000, que ahora serán custodiadas por cada uno de los ganaderos.

Otros sectores

De los 25.000 árboles que se deben entregar como compensación, 5.000 van a ser entregados para motivar a las personas a entrar a la actividad apícola. Entonces, se sembrarán las especies recomendadas por un experto en abejas para impulsar su reproducción.

Ese programa también va enfocado junto los cacaoteros y los caficultores para incentivar a los diferentes gremios y brindarles otra posibilidad de ingresos. (Lea en CONtexto ganadero: Santander en camino a ser más sostenible)

“La idea es buscar alternativas al campo, no que estén dedicados solamente a la leche o a la ceba, o al café o al cacao, sino que se puedan dar cuenta que efectivamente existen otros modos de poder hacer producción y de hacer control ambiental”, sostuvo Durán.

Y añadió: “En los siete meses que estuve al frente de la corporación, hicimos la tarea de decirle a todo el sector campesino que hay que aprovechar las aguas lluvias, que hay que hacer unos reservorios, porque ellos efectivamente lo que hacen es que las correntías de aguas lluvias nos sigan su camino y ellas alimentan diferentes quebradas y cañadas”.