En el sur del Cesar, el abigeato es una amenaza constante

Este delito, que afecta principalmente a los municipios de San Alberto, San Martín, Río de Oro, Aguachica y Gamarra, ha tenido un impacto significativo en la economía local y en la seguridad alimentaria de la región. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Se parecen las estrategias contra el abigeato? Así enfrentan este delito en otros países)

Eudes Antonio Garzón, médico veterinario zootecnista y profesional de Fedegán - FNG en la región de La Guajira y el Cesar, señala que los delincuentes ven en el abigeato y el carneo una fuente de ingresos con una mínima inversión, lo que facilita la proliferación de esta actividad ilícita.

El abigeato se ha convertido en un negocio lucrativo para los delincuentes, quienes con una inversión mínima pueden obtener ganancias significativas. Esta carne robada es vendida en diversos mercados, desde informales hasta restaurantes y expendios no regulados.

La falta de controles adecuados facilita que la carne de ganado robado llegue a los consumidores sin las garantías sanitarias necesarias, poniendo en riesgo la salud pública.

Los ganaderos del sur del Cesar enfrentan pérdidas económicas considerables debido al abigeato. La situación económica precaria de muchos consumidores en la región agrava el problema, ya que estos buscan carne a precios más bajos sin considerar su procedencia o las condiciones sanitarias.

Esta demanda de carne barata alimenta el mercado negro y perpetúa el ciclo del abigeato. Los ganaderos, por su parte, se encuentran en una situación de vulnerabilidad, con pocas opciones para proteger su ganado y sus ingresos.

La informalidad del comercio de carne permite que esta carne robada, muchas veces sin los controles sanitarios adecuados, llegue a los consumidores finales. Esta dinámica no solo afecta a los ganaderos, sino que también representa un riesgo para la salud pública, ya que la carne puede estar contaminada o no cumplir con los estándares de calidad requeridos.

Los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz

Los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, liderado por Fedegán, se han convertido en un intento por mitigar todos los delitos que aquejan a los ganaderos como, la extorsión, el abigeato, el hurto, el carneo y el secuestro.

Estos frentes han jugado un papel crucial en la protección del ganado y de la integridad de los trabajadores del campo, por eso ante posibles casos de inseguridad, los productores deben acudir a los líderes de esta iniciativa para que tomen las medidas necesarias. (Lea en CONtexto ganadero: El objetivo fundamental de los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera es construir tejido social de protección: Lafaurie)