En Corozal y Sampués los bovinos mueren de hambre y sed

El extenso verano que golpea a la zona tiene los suelos improductivos y sin cobertura vegetal. No hay agua, ni electricidad y el hato disminuye porque los animales se mueren y la falta de nutrición impide la preñez de las hembras.   Seriamente preocupados se encuentran los ganaderos de los municipios de Corozal y Sampués del departamento de Sucre, porque estas tierras ganaderas parecen desiertos debido al extremo verano y a que los animales se están muriendo de hambre y de sed.   Así lo informó Jaime Benítez Benítez, presidente de ASOGANARPRO (Asociación de ganaderos y productores agroindustriales de desarrollo Ecoterritorial para el Cambio Climático) quien dijo a la vez que, “esta situación genera la disminución permanente del hato bovino en estas regiones de la Costa Caribe colombiana”. (Lea:En ceros está la producción de ganaderos de la Sabana de Sucre)   De acuerdo con Benítez, los suelos perdieron su cobertura vegetal, ahora están convertidos en tierra porque el pasto se quemó y aunque existen pozos y jagüeyes, no hay dinero para hacerles el debido mantenimiento, por lo tanto, no se pueden usar como almacenadores de agua durante las lloviznas esporádicas.   Según el dirigente y ganadero, “esto quiere decir que no hay comida ni agua para el ganado lo que ha ocasionado una pérdida de peso de los animales superior al 30 %”.   El dirigente sostuvo que los bovinos en esta región del país se ponen muy delgados y así no es posible comercializarlos. De hecho se tratan de levantar, pero eso resulta bastante difícil y en últimas los animales resultan muriendo.     En la zona se están experimentando unos cambios climáticos extremos. Los pequeños y medianos ganaderos están a merced de las circunstancias agroclimáticas debido a que en esta región no hay agua y tampoco tienen buena calidad en fluido eléctrico.   "Llevamos 4 años en situaciones realmente difíciles. El 2017 fue aceptable en materia de precipitaciones pero los 3 años anteriores –del 2014 al 2016 y ahora el 2018– han sido totalmente adversos para la ganadería", agregó.(Lea: Sucre, el departamento más afectado por el verano en 2015)   No se preñan   Debido a que no hay comida, el ganado difícilmente se puede preñar. Los productores tienen terneras de 300 kilos pero no logran la gestación porque no se encuentran en el estado de nutrición adecuado.   "El hato ganadero se está disminuyendo poco a poco y llevamos en esa situación 4 años. Hemos observado que la situación se pone cada vez peor. Recurrimos a las podas de las cercas vivas y a cualquier otro recurso pero ya se acabó con todo", dijo Benítez.   Primera vez   El dirigente destacó que, es la primera vez en décadas que los productores se llevan el ganado para la ciénaga de Caimito en época de sequía. (Lea:Zonas bajas de Sucre, una bendición para los ganaderos)   Los grandes ganaderos ante dicha sequia se llevaron a sus animales porque allá hay agua y pasto. Ya llevan dos meses allá. Pero el problema es que en este momento tienen que desocuparla y regresar para que pueda servir para comienzos del próximo año.