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Por CONtexto ganadero - 02 de Agosto 2024
Recuperar y conservar la biodiversidad de la cuenta Agua Caliente, en Caquetá, es uno de los propósitos del comité de ganaderos, que trabaja por los ecosistemas del departamento.
El Comité de Ganaderos del Caquetá sigue adelante con su propósito de impulsar la sostenibilidad, la conservación del medio ambiente y de los ecosistemas, a la par de la actividad productiva.
Es por ello que lidera el proceso del primer Plan de Manejo Ambiental Integral para la cuenca hidrográfica de la quebrada Agua Caliente, caracterizando la biodiversidad del territorio y defendiendo su significancia biológica desde las fincas ganaderas de la zona.
Según el gerente del comité, Rafael Torrijos, el Eje de Significancia Biológica de la quebrada Agua Caliente está conformado por 13 predios independientes que han sido registrados y reconocidos como reserva natural de la sociedad civil. Ahora, unidos y pensando más allá de la puerta de la finca, están haciendo un plan de manejo coordinado que les permita la zonificación que cada uno tiene y encontrar una concordancia para así empezar a generar, por ejemplo, corredores de conectividad y pensar desde el paisaje ganadero. (Lea en CONtexto ganadero: El ejemplo del Caquetá en ganadería sostenible, ¿por dónde empezar? Rafael Torrijos revela el secreto)
ESBIOLAC se conforma con la voluntad de los propietarios de estos predios y lo que pretende es que toda la cuenca, que nace en las estribaciones de la Cordillera Oriental, muy cerca del municipio de Morelia y transcurre por entre los municipios de Morelia y Belén de los Andaquies para finalmente entregar sus aguas al rio Bodoquero en algo así como 60 kilómetros, se puedan encontrar cuales son esos predios que están a la ribera de la quebrada y motivar a los ganaderos para que todos estos predios sean registrados como reservas naturales de la sociedad civil.
Con el apoyo del Tecnig@n Caquetá ya se ha adelantado cerca del 80 % de estas fincas y los ganaderos están interesados y de hecho ya han venido implementando y desarrollando practicas ligadas a la protección tanto de la quebrada como de otros sistemas hídricos que se encuentran en sus fincas, especialmente los morichales.
“Estamos con el objeto de lanzar este propósito de tener todo un sistema de manejo ambiental para la quebrada Agua Caliente y por eso se ha pensado en una expedición de biodiversidad, de tal forma que de la mano de Alexander Velásquez Valencia y del instituto de investigaciones andino amazónicas se estarán desarrollando unas actividades previas”, indicó Torrijos.
El grupo de Velásquez ya ha hecho en la zona caracterizaciones biológicas y ahora se hará también un trabajo de identificación de especies tanto en flora como en fauna para finalmente poder hacer una expedición con formadores de opinión, influencer y medios regionales para ir y recorrer la cuenca de la quebrada y conocer cuáles son esas características especiales en lo que hace a recursos naturales y que ahora es objeto de especial protección en la zona de conservación o en la zona de manejo especial de los ganaderos que están empeñados en registrar estas fincas como reserva natural de la sociedad civil. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos de Caquetá convierten sus predios en Reservas Naturales de la Sociedad Civil)
Velásquez Valencia, del centro de investigaciones de la biodiversidad andino amazónica, indicó que se ha hecho un trabajo de identificación y determinación de la biodiversidad asociada a los paisajes ganaderos del Caquetá. Para el departamento se ha estado identificando las especies de mamíferos, aves, murciélagos, mariposas, abejas y coprófagos que se encuentran en el departamento asociados a los sistemas silvopastoriles y a la ganadería.
Lleva unos 15 años trabajando con ese tipo de iniciativas, casi siempre por acciones de la universidad y ahora lo está haciendo con el comité de ganaderos intentando impulsar todo un proceso para generar esta expedición en términos de biodiversidad.
En la quebrada Agua Caliente hasta ahora se va a hacer la investigación, pero por ejemplo Villa América es una finca que está asociada a la quebrada Guacarí donde se han hecho muestreos e investigaciones encontrando especies importantes como el tigrillo que todavía habita en los bosques, algunas nutrias, y una gran cantidad de especies de aves, algunas de ellas migratorias.
Indicó que con National Audubon Society publicaron un libro que se llama “Ganadería para las aves, un canto para la sostenibilidad”, donde se señala cómo la ganadería sostenible puede, de una u otra forma, abrazar algunas estrategias de conservación para la protección de las aves, teniendo en cuenta su manejo y la preservación y conservación de áreas naturales ya inmersas en la ganadería. (Lea en CONtexto ganadero: Más empresas se suman al acuerdo cero deforestación en Caquetá)
También con el acondicionamiento de algunos potreros y algunas áreas que permiten la conectividad entre pastos y vegetación natural que existe en algunas fincas ganaderas se está protegiendo la fauna y la flora. Con este tipo de acciones se va a empezar a aumentar la biodiversidad de aves, mamíferos y garantizar unas estrategias de conservación importantes, como la protección del suelo y el agua.
Explicó que la parte de la quebrada Agua Caliente es una zona demasiado deforestada y con una alta intervención de actividades de las personas que colonizaron el departamento, pero hay unos remanentes importantes. Por eso a través de la expedición se busca que por medio de lo que se identifique se generen estrategias de conservación y conectividad y de recuperación de las orillas de la quebrada para conectarse con un paisaje de la parte del piedemonte amazónico donde nace la quebrada hasta el río Bodoquero donde desemboca, que son cerca de 60 kilómetros.
Allí se espera hacer una primera estrategia de conservación, un plan de manejo de la cuenca para tener un primer piloto que se pueda implementar en otras zonas y recuperar las fuentes hídricas y las áreas vegetales asociadas.
Los estudios de campo comienzan a finales de agosto y se espera terminar en diciembre, allí se van a hacer tres o cuatro muestreos, según el presupuesto que se tenga y a partir de allí se haría el diagnóstico que tardaría otros tres meses. Después lo que es el plan de manejo de la cuenca, concertar con las comunidades lo cual puede durar otros ocho meses
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