El miedo volvió en forma de carta a las fincas ganaderas del Cauca

Usando cartas intimidantes, una comunidad indígena ubicada en el departamento está pidiéndoles a los empresarios que vendan sus propiedades, advirtiéndoles que en caso de no hacerlo deberán atenerse a las consecuencias.   Con el afán de que el Gobierno compre las tierras prometidas por cuenta de la que consideran una deuda histórica que tiene Colombia con las comunidades indígenas del Cauca, algunas de estas organizaciones están apelando a diversos métodos de presión sobre quienes desde hace años han tenido fincas productivas en el departamento. (Lea: Nuevas invasiones deben soportar productores caucanos)   “Hace un año y medio un grupo de indígenas llegó al predio con un solo fin: atemorizarnos”, cuenta Carlos Alberto Suárez*, dueño de una de las fincas a las que llegó una comunicación por parte de un grupo indígena y en la que le piden vender su terreno o atenerse a las consecuencias si decide no hacerlo.   La comunicación que llegó a la propiedad de Suárez fue recibida por su mayordomo, a quien los indígenas le pidieron que transmitiera el mensaje a los dueños pronto porque su interés era tener ese territorio rápido, advirtiéndole de paso que si optaban por no vender ellos actuarían a las buenas o a las malas. (Lea. Acusan a indígenas de destrozos en el Cauca)   “Lo que más me sorprende es que esta es la segunda vez que vienen hasta la finca. La primera no fue tan pacífica, llegaron a cortar pastos, quemarlos con glifosato y sembrar terror. Tras ese hecho fui hasta la Fiscalía y puse la denuncia respectiva. Después de ese episodio no habían vuelto”, reveló el empresario.   Ante la nueva amenaza, el dueño, quien prefirió no suministrar el nombre de su predio para evitar un ataque contra su propiedad o la seguridad de sus empleados, se mostró extrañado ante el interés que tienen los indígenas sobre su explotación, ya que no está ubicada en una zona de tierras fértiles, como lo son aquellos predios dedicados a la caña; por el contrario, su predio está cerca a la capital del Cauca y su actividad es la lechería. (Lea: Indígenas Zenú invaden terrenos ganaderos en Córdoba)   “Esta es una finca con más de 50 años de tradición en la que siempre nos hemos dedicado al sector lácteo. Acá han venido universidades y gremios con el fin de adelantar investigaciones por la calidad del producto que extraemos. A eso le sumamos recientemente un área de protección ambiental, con la que nos ha ido muy bien”, agregó el ganadero.   El caso de Carlos Alberto Suárez no es el único que se ha presentado en el departamento y aunque las autoridades competentes están al tanto del actuar de las comunidades nativas caucanas, en la región hay temor de que las amenazas pasen a los hechos y se ponga en peligro las vidas de quienes protegen, administran e incluso viven en los predios. (Lea: Indígenas mantienen bloqueadas vías en el Cauca)