Conozca las cuatro líneas de acción para conservar el agua en Cundinamarca

La preocupación por los efectos del cambio climático que se reflejan en aspectos como la reducción del nivel de los embalses que se vive actualmente y los posibles efectos de racionamiento de energía, hacen que las administraciones departamentales adopten medidas de mitigación.

Es el caso de Cundinamarca, donde la secretaría del medio ambiente, en cabeza de Diego Leandro Cárdenas, cuenta con unas acciones estratégicas que van a permitir impactar el territorio desde diferentes puntos de vista.

En diálogo con CONtexto ganadero, el funcionario señaló que hay líneas que están enfocadas a las energías alternativas, al manejo del recurso hídrico, a la reconversión productiva, a los temas de restauración, rehabilitación y recuperación de áreas degradadas, y a la conectividad ecológica, entre otros temas.

“Son diferentes pasos los que estamos buscando dar para poder tener un modelo de resiliencia y de sostenibilidad en el departamento de Cundinamarca”, manifestó.

En cuanto al agua, indicó que se tiene una mesa técnica donde están las corporaciones autónomas, el Ministerio de Ambiente, la Empresa de Acueducto de Bogotá, Secretaría de Ambiente, entre otras entidades y lo que se busca es trabajar en cuatro líneas principales. (Lea en CONtexto ganadero: Asoganaderos y la CAR Cundinamarca se unen para llevar a cabo una agenda ambiental)

La primera es referente a áreas de conservación y protección, todo lo que está asociado a pago por servicios ambientales, compra de predios, que están en esta línea estratégica.

La segunda es poder trabajar en todo lo que está enfocado en nuevas tecnologías, en la reincorporación a la matriz de las aguas grises y demás para poder elevar el nivel de la matriz de agua del territorio.

El tercero, es el concepto de las aguas subterráneas, incluir también esta matriz, estos estudios de los acuíferos y cómo podemos potencializar, esto en esta matriz de necesidad de demanda hídrica.

Finalmente, todos los temas asociados al crecimiento y la demanda que ha tenido el uso del suelo suburbano de la vivienda campestre, entre otras figuras que hay para el suelo.

Así mismo, para este cuatrienio, uno de los grandes retos de la Secretaría del Ambiente es vincular 12.000 hectáreas al Programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA), fortaleciendo así esta estrategia para la conservación del recurso hídrico, (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos de Cundinamarca, inquietos por tiempo atmosférico errático)

La gran apuesta es lograr tener corredores de conservación y que esas personas de los predios privados, donde nace el agua, que se convierten en ecosistemas estratégicos, puedan recibir una compensación a través de un acuerdo comunitario que vincule a los municipios, juntas de acción comunal, distritos de riego y asociaciones de usuarios de acueductos para que con ellos podamos operar este beneficio”, señaló el secretario.

Igualmente, el tema energético parte de que la matriz básicamente está basada en lo hídrico y los combustibles fósiles. “Tenemos una apuesta de un nuevo gobierno de hacer una transición de carbono cero que implica que los combustibles fósiles van a dejar o empezar a desaparecer un poco de esta gran matriz, eso será un proceso de largo plazo, pero además de eso, las energías limpias o alternativas tendrán que jugar un papel fundamental”.

Por ahora los temas de la hidroeléctrica son los que se vienen trabajando. Como como están hoy, por ejemplo, al 45 %, el nivel de los embalses donde deberíamos estar apuntando en octubre al 70 %, esto ya implica un riesgo alto y por eso estas medidas de racionamiento y otras adicionales que requeriremos en los territorios para garantizar que podamos satisfacer por lo menos la necesidad básica de cada uno de nuestros habitantes”, anotó.

Reforestación

Otro de los trabajos para mitigar los efectos del cambio climático es la reforestación, para lo cual se tiene la meta de sembrar un millón de árboles y para ello se trabaja en la producción de material forestal, a través de viveros ubicados estratégicamente.

El megavivero central está ubicado en el Centro de Investigación Tibaitatá, de Agrosavia, en Mosquera, donde se germina el material forestal de clima cálido y frío para los diferentes municipios del departamento. (Lea en CONtexto ganadero: Agenda de las Mesas Técnicas Agroclimáticas)

La producción será distribuida en los seis viveros regionales con los que cuenta Cundinamarca, ubicados en Villapinzón, Sutatausa, Sibaté, San Antonio del Tequendama, La Peña y Fusagasugá, cada uno de los cuales tiene una capacidad de producción de 10.000 a 15.000 plántulas.

Para asegurar el éxito de este proyecto, Agrosavia proporcionará asesoría y asistencia técnica, mientras que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) será uno de los socios estratégicos. Esta colaboración, que contempla la adecuación de invernaderos y el suministro de los insumos necesarios para su funcionamiento, busca fortalecer la infraestructura de estos espacios.