Así se va a comportar el clima en diciembre: tres regiones de Colombia bajo alerta
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Por CONtexto ganadero - 21 de Marzo 2024
Aldemar Salazar, gerente de Inversiones 2A de la Costa, se aventuró a llevar ganado wagyu al trópico bajo sin saber cómo se comportarían estos animales en ese ambiente. Este productor nos cuenta cuáles han sido los resultados de criar esta raza bovina procedente de Japón en tierras de Córdoba.
Aldemar Salazar, gerente y miembro de la empresa familiar Inversiones 2A de la Costa SAS, compartió su experiencia en este proyecto que ha capturado la atención del sector ganadero en el país. Según cuentan sus allegados, hace casi una década su esposa le preguntó cómo celebrarían los 15 años de su hija.
Él respondió que harían lo que hace la mayoría de familias, matarían una novilla y asarían la carne. Su esposa lo cuestionó, diciendo que eso no tenía nada de especial para conmemorar una fecha tan importante. Salazar le dijo que ella no se imaginaba el tipo de carne que probarían llegado el momento, pero él ya lo tenía claro: sería carne de ganado wagyu, la más exquisita del mundo. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Quiere saber con qué razas se ha cruzado el ganado wagyu en Colombia?)
Pasados los años, Aldemar ha comenzado a materializar ese sueño. A principios de 2022, el ganadero llevó las primeras crías de esta raza a su finca, que tiene como epicentro la región de Sahagún, en Córdoba. Allí ha decidido desafiar las convenciones y trabajar con la raza wagyu, encontrando con una grata sorpresa por la respuesta de estos animales a las condiciones de clima cálido.
«(Estamos) enamorados totalmente del wagyu, fascinados con su rusticidad. Verdaderamente es una raza muy rústica, que logra adaptarse a esas condiciones adversas en el trópico bajo. Tenemos una vacada que se está preñando muy fácilmente, que nos está produciendo ovocitos para hacer embriones, una condición corporal extraordinaria. Solamente a pasto, sal y agua, no suplementamos, no estamos dando concentrados», afirmó.
En la sabana de Bogotá adquirieron un pie de cría de 5 donadoras wagyu, las cuales llevaron a Sahagún. Después de un proceso de adaptación rápido y efectivo, las vacas estaban totalmente adaptadas a las condiciones climáticas de la finca. «Logramos aspirar esas vacas donadoras, en menos de 60 días ya estábamos haciendo aspiraciones de ellas y con buenos resultados en laboratorio», añadió.
Con un enfoque en el desarrollo del rumen en terneros, Inversiones 2A busca maximizar el potencial de los animales desde una edad temprana. El objetivo es desarrollar el rumen de los terneros a temprana edad, por lo cual emplean un suplemento desarrollado por el Centro de Investigación Turipaná de Agrosavia en conjunto con un laboratorio comercial. Este suplemento lo aplican desde los 3 días de nacido a las crías con el propósito de desarrollar la flora bacteriana del rumen. En la suplementación estratégica también brindan sales proteinadas.
Actualmente, cuentan con 18 donadoras Wagyu, algunas de las cuales están participando en partos naturales. Gracias a su programa intensivo de transferencia de embriones, han logrado 24 embriones nacidos, con proyecciones prometedoras para el próximo año 2024. (Lea en CONtexto ganadero: Aprenda todo sobre ganado wagyu en el día de campo Experiencia Wagyu 1.0)
La visión de Salazar va más allá de la producción ganadera convencional. Su objetivo principal es ofrecer estabilidad a la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Wagyu (Asowagyu), respondiendo a las solicitudes de los asociados y fomentando la raza wagyu. Para fortalecer aún más el proyecto, han establecido alianzas estratégicas, siendo la Universidad San Martín su aliado en proyectos investigativos relacionados con la raza japonesa.
Lo más sorprendente de este proyecto es la voluntad de explorar y desafiar las convenciones en el trópico bajo con el wagyu. Por eso invitó a otros ganaderos a unirse a esta iniciativa y destaca la resistencia y adaptabilidad del Wagyu en comparación con otras razas que han enfrentado anteriormente.
«Como ganaderos de trópico bajo hemos tratado de llevar toros holstein, pardo, con problemas de adaptación, con suplementación para sacar F1 con estos toros. En cambio con el wagyu nos ha fascinado, veníamos de esa experiencia de llevar de trópico alto con resultados luchados. Nos dimos a la pela de llevar el wagyu, pensábamos que nos tocaba luchar como con las otras razas, pero nos sorprende, es una raza supremamente rústica, se adapta a cualquier manejo», remató.
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